En España, se calcula que un 25% de la energía consumida tiene su origen en la industria. Como gran consumidor de electricidad que es, el sector es uno de los principales receptores de los fondos que la Unión Europea ha destinado a mejorar la eficiencia energética y acelerar la descarbonización.
Ya en 2012, una directiva europea abordaba este tema. Una directiva que, en nuestro país, tuvo su reflejo en el Plan Nacional de Eficiencia Energética, que ha visto prorrogada su duración hasta finales de junio de este año y tenía como objetivo reducir las emisiones de CO2 y el consumo energético de las industrias.
En este artículo nos centraremos en el Programa de ayudas para actuaciones de eficiencia energética en PYME y gran empresa del sector industrial, que también está gestionado por el IDAE como el PREE y el MOVES II que hemos visto en anteriores artículos.
Uno de los principales objetivos de dicho programa es reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2 a través de las actuaciones propuestas por auditorías energéticas de las instalaciones, bien mediante la sustitución de equipos o bien mediantesistemas de gestión.
¿Quiénes pueden beneficiarse de estas ayudas?
Empresas encuadradas en ciertos sectores que tengan asignado un determinado número de CNAE, como siderúrgicas, minería, agroalimentarias, bebidas, químicas, farmacéuticas, relacionadas con la gestión del ciclo del agua y aquellas relacionadas con la gestión de residuos. Empresas de servicios energéticos con contratos asociados a estas empresas mencionadas anteriormente también pueden ser destinatarios de estas ayudas.
En cualquier caso, los solicitantes, además de presentar toda la documentación necesaria, están obligados a mantener un sistema de contabilidad diferenciado para las actuaciones objeto de las ayudas; a acreditar ante los órganos competentes que la actuación se ha realizado de forma efectiva y a publicitar conforme a una serie de normas la realización de estas actuaciones.
¿Qué ayudas ofrece?
El Programa está dotado con 307 millones de euros y las ayudas consisten en una entrega dineraria sin contraprestación con un máximo del 30% de la inversión elegible.
¿Qué actuaciones son susceptibles de recibir subvenciones en el sector industrial?
Una de ellas es la mejora de la tecnología en equipos y procesos industriales, invirtiendo en sustitución de equipos e instalaciones, así como sistemas auxiliares consumidores de energía, por otros que utilicen tecnologías de alta eficiencia energética. Otra actuación que resulta especialmente interesante para obtener este tipo de ayudas es la implantación de sistemas de gestión energética que ayuden a medir y a tomar acciones para reducir el consumo y las emisiones de CO2 – y que, además, cumplan con la norma ISO 50001, ya que, en ese caso, la empresa no se vería obligada a realizar auditorías periódicas.
Estos sistemas permiten a las empresas realizar una gestión activa de la energía que actúa sobre 3 ejes: suministro, demanda y sostenibilidad.
Las subvenciones que hoy os explicamos se dirigen, concretamente, a reducir la demanda. En este sentido, podemos utilizar un sistema de gestión de la energía integrado con el sistema de gestión de la producción, en el que la información del segundo servirá para poner en contexto la energía consumida.
Por otro lado, este sistema de gestión de la energía cuantificará el consumo y nos informará acerca de qué acciones pueden tomarse para reducirlo. Incluso puede darse un paso más y automatizar alguna de las acciones de forma que sea el propio sistema de información quien tome algunas de las decisiones – en base a una programación previa – para llevar a cabo las actuaciones de reducción de consumo.
Como ejemplo, cabe mencionar la arquitectura de Schneider Electric EcoStruxure y, concretamente, Power Monitoring Expert, un software que integra todos los consumos de la instalación industrial e informa sobre la calidad de la energía que se está consumiendo. Paralelamente, se comunica con todos los productos de la arquitectura que tienen capacidad de comunicación o, incluso, con productos de terceros.
Esta es la clave para tenerlo todo digitalizado y poder, a partir del análisis de datos de calidad, tomar decisiones relevantes que hagan efectiva esa reducción de consumos y emisiones de CO2 que los proyectos del IDAE subvencionan.
No olvidemos tampoco que las empresas del sector industrial también tienen la posibilidad de incorporar energías renovables mediante microgrids, para acercar la generación al punto de consumo. Otro factor clave de la descarbonización que también cubren los mencionados programas.
Para terminar, es importante señalar que este tipo de actuaciones no solo permiten a las empresas del sector industrial modernizarse e incorporar tecnología para poder cumplir con la meta de la reindustrialización – uno de los principales objetivos del plan Next Generation Europe -, sino que contribuyen a dotar de una mayor resiliencia a la economía española, ayudando a mantener, proteger y aumentar nuestro tejido industrial.
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