Ya lo dijo el humorista y escritor Mark Twain: El clima es lo que esperamos, el tiempo es lo que tenemos.
Las condiciones climatológicas están cambiando drásticamente; es algo que se evidencia con los desastres ecológicos que estamos sufriendo últimamente de manera global. El clima, con su distribución desigual a lo largo del año, nos obliga a ser extremadamente cuidadosos en el diseño de los cuadros eléctricos que están destinados a funcionar en el exterior.
El método de diseño tradicional para seleccionar una envolvente de exterior generalmente consiste en sobredimensionar y sobre especificar las mismas envolventes que se usarían en interior. Pero ahora, gracias a que podemos obtener fácilmente el cálculo de datos climáticos estratégicos, se pueden impulsar configuraciones que ofrecen una alternativa más adecuada.
El primer paso será conocer las condiciones climáticas del entorno del cuadro para luego plantear la mejor solución térmica, ya sea por medios activos o pasivos.
La ingeniería para la correcta selección del armario de exterior dependerá de la consideración de muchas variables. Pero, quizás la diferencia más significativa entre un cuadro de interior y uno de exterior sea la exposición al sol. La cantidad de luz solar que incide sobre una envolvente varía según el lugar dónde se encuentra. Este mapa del mundo nos muestra que la proporción puede ser cercana a 4:1. Los lugares soleados de Australia, Oriente Medio, Sudamérica y Norteamérica reciben mucha más luz solar que las zonas de Canadá y Europa. Y eso sin tener en cuenta el efecto de la sombra de los edificios o los árboles.
Entonces, ¿cómo afecta esto a un cuadro eléctrico situado en el exterior? Obviamente, se calienta más cuanto mayor es la exposición a luz solar.
Para combatirlo, hay que elegir bien el color. Un armario blanco absorbe el 18% del calor que le llega del exterior, lo que puede ser beneficioso en un lugar donde el tiempo soleado es la norma. En cambio, un envolvente negro absorbe hasta el 94% de la luz ambiental, lo que puede ser beneficioso en un clima nublado o fresco.
Además del color, la elección del material es clave. Aquí no habrá una respuesta tan simple. Muchos materiales pueden funcionar, siempre que las paredes del edificio estén dimensionadas para tener en cuenta la carga térmica inducida por el clima. En general, los materiales óptimos son los polímeros y los metales con tratamiento anticorrosivo.
La resistencia a la corrosión de una envolvente es esencial, independientemente de la ubicación. Lo ideal es utilizar un polímero, ya que es naturalmente resistente a la corrosión. Si no es posible, asegúrate de que todas las partes metálicas estén bien protegidas contra la corrosión.
La amplia gama de envolventes «HD» que ofrece Schneider Electric te permitirá encontrar la solución óptima para cada situación.
Sin embargo, el clima es susceptible a cambios, y su variación puede ser considerable. Por ejemplo, en algunas partes de Rusia la temperatura oscila entre -40o C en invierno y +35o C en verano. Hay que anticiparse a estos cambios meteorológicos estacionales para diseñar oportunamente la solución.
En algunas partes de Asia, el problema puede ser la humedad que provoca la condensación. Con una humedad relativa cercana al 100%, la condensación no tarda en aparecer. Por ejemplo, piensa en un armario que contenga ordenadores y otros aparatos electrónicos, estos producen calor y que se apagan por la noche: hay que controlar el calor y la humedad en el interior del armario.
Consulta el siguiente post de esta serie para obtener más detalles.
Para más información, puedes descargar:
- Mini-guía: Soluciones de geestión térmica para invierno
- Guía Técnica para Armarios de Control
- Y…no te pierdas el resto de los consejos en nuestros próximos artículos en el blog
Por último, te presentamos al que será tu mejor aliado a la hora de optimizar la configuración térmica, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas del lugar donde instalarás tus cuadros eléctricos: nuestro software online Proclima.
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