La Comisión Europea tiene el objetivo de mejorar la eficiencia energética en edificios, dado que según sus análisis estas infraestructuras son las responsables del 40% del consumo total de energía en el continente.
Por ello, ha creado el Plan Nacional de Renovación de Edificios, que obliga a que de aquí a 2050 todos los Estados miembros transformen sus edificios y generen 0 emisiones.
Características del Plan Nacional de Renovación
Según el texto consolidado de la Directiva Europea que establece las reglas de este plan, el proyecto tiene que incluir un informe sobre la situación de los edificios del país.
Más concretamente se debe realizar un inventario que clasifique los edificios. Representando el porcentaje de cada tipología existente, periodos de construcción, zoina climática, si cuentan o no con certificado de eficiencia energética, posibles deficiencias y otros elementos que puedan considerarse claves para su valoración.
Por otro lado, debe incluir una visión general sobre las medidas y políticas que se han implementado y las que se prevén implementar a corto y medio plazo en materia de eficiencia energética y remodelación de edificios. Incluyendo el tiempo durante el que se mantendrán activas las mismas.
Otro aspecto importante del plan es la incorporación de una hoja de ruta. Hay que delimitar bien los objetivos y los plazos de cada uno de ellos. Se establecen como años clave 2030, 2040 y 2050. De forma progresiva hay que conseguir que los edificios logren una eficiencia energética cada vez mayor. Con el objetivo final de que en 2050 los edificios estén descarbonizados y sean altamente eficientes.
¿Cómo tiene que ser la hoja de ruta?
Hay dos puntos clave que tiene que tener la hoja de ruta: los objetivos y la inversión necesaria.
1. Objetivos de cada Plan Nacional de Renovación de Edificios
Los objetivos que se plantean a nivel nacional se fijarán para cada tipo de edificio y con metas a cumplir cada cinco años (2025, 2030, 2035 y 2040).
Se persigue una mejora progresiva a lo largo de los años para alcanzar objetivos ya establecidos, como por ejemplo renovar en profundidad al menos 35 millones de unidades de edificios de aquí a 2030.
2. Inversiones necesarias
El Plan debe contemplar fuentes de financiación públicas y privadas para llevarlo a cabo. Evaluando el consumo total que se va hacer de energía primaria en todo el parque inmobiliario y las reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero que se pretenden lograr.
También se tienen que definir fechas concretas para lograr que edificios de calificaciones energéticas bajas logren pasar a categorías superiores.
Y por último, la rentabilidad estimada de la inversión, a partir de una mayor producción y consumo de combustibles de fuentes renovables para la climatización de los edificios.
Antes de entregar el Plan de Renovación con su correspondiente hoja de ruta, cada Estado miembro lo presentará a las autoridades regionales y locales y llevará a cabo una consulta pública para conocer su opinión. De esta manera se podrán realizar los cambios pertinentes antes de presentarlo ante la Comisión.
Recordando, además, que el Plan debe renovarse y volverse a presentar cada cinco años
Evaluación de los proyectos
Lo más importante es cumplir con los objetivos europeos y para ello, hay que saber cuáles son los puntos del proyecto que evalúa la Comisión para su aceptación y puesta en marcha.
- Consonancia entre los compromisos y los objetivos. Que sean realmente alcanzables.
- Suficiencia de las políticas y medidas para alcanzar los objetivos.
- Coherencia del plan y cumplimiento de la normativa.
- Si son suficientes los recursos económicos.
- Si son suficientes los trabajadores para ejecutar el plan.
- Si se ha tenido en cuenta la consulta pública y si esta ha sido inclusiva.
Añadir comentario