Como sabrás, en Schneider Electric siempre nos ha concernido el debate de la pobreza energética. De acuerdo a un estudio publicado en 2014 por BPIE (Buildings Performance Institute Europe) en Europa en aquel año entre 50 y 125 millones de personas se enfrentaban a la pobreza energética. Reducir las brechas energéticas en nuestras sociedades requería romper con los modelos tradicionales, las instituciones y los silos tradicionales que aislaban las diferentes esferas de la sociedad.
Además, seguramente recordarás que en 2009 desarrollamos un proyecto llamado “Access to Energy” empleado para promover el acceso a energía en las nuevas economías. Nuestro propósito y una de las mayores motivaciones siempre ha sido conseguir que todo el mundo tenga acceso a una energía asequible y segura, asumiendo todo lo que ello conlleva.
Es por ello que, concienciados ante los resultados del estudio de la BPIE, planeamos un nuevo proyecto, pero esta vez centrado en economías maduras.
En 2015, nos aliamos junto a Ashoka para combatir la causa. Juntos empezamos a pensar y llegamos a la conclusión de que la mejor manera de habilitar a las personas más desfavorecidas con un acceso a energía asequible y segura podría ser invirtiendo e involucrando a emprendedores que creasen innovaciones que nos llevaran a soluciones innovadoras y a un cambio del sistema.
En septiembre del mismo año, desde Ashoka y Schneider Electric lanzamos una convocatoria de proyectos llamada “Social Innovation to Tackle Fuel Poverty” en 6 países europeos: Bélgica, República Checa, Francia, Italia, Polonia y Reino Unido. De esta manera, hicimos un llamamiento a todo aquel que quisiera participar.
Las primeras acciones se centraron en:
- Concienciar y formar a la población desfavorecida;
- Invertir en iniciativas sociales y comunitarias y;
- Desarrollar una oferta específica a personas en situación de pobreza energética.
Más adelante, en noviembre de 2015, contamos con un comité nacional formado por expertos que se encargó de seleccionar 14 proyectos, entre los más de 200 presentados, que representarían las propuestas a soluciones más innovadoras y relevantes.
Ashoka, junto a Schneider Electric, apoyó a los 14 ganadores para desarrollar sus estrategias con una formación de 3 meses, que iniciaba en febrero de 2016. Además de todo esto, algunos empleados de Schneider Electric de distintos países contribuyeron a la formación de los ganadores con su pericia y apoyando con sesiones de tutoría.
A partir de entonces, tuvieron hasta junio de 2016 para investigar y trabajar en sus respectivos proyectos, cuya presentación oficial se formalizó en un evento mundial presidido por la Ashoka y la Fundación Schneider Electric.
Durante todo el proceso se contó con la supervisión del equipo de Ashoka y de la Fundación Schneider Electric para asegurar el correcto funcionamiento del programa, la integración y desarrollo creativo de los proyectos ganadores y el buen uso de los valores asociados al proyecto en sí.
Este tipo de proyectos, son los que hacen que en Schneider Electric vayamos un paso más allá, nos sintamos más humanos, más cercanos y más innovadores. Nos preocupemos por la sociedad de ahora y la que está por venir. Por supuesto que nos sentimos unos privilegiados por tener la oportunidad de poder llevar obras así. Pero siempre que esté en nuestras manos, haremos todo lo que sea posible por un mundo con una energía más conectada y asequible para todos y en todas partes.
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