¿Cuándo se debe reemplazar un sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) de edad avanzada por uno nuevo? ¿Qué factores determinan el momento ideal? Estas preguntas son las que cualquier gestor de un Data Center se plantea en algún momento de la vida de su equipo. La respuesta, sin embargo, no siempre es evidente por sí misma, y depende de varios factores como las condiciones actuales del SAI, sus características, las necesidades reales del centro de datos o futuras restricciones.
Existen tres posibles opciones para reemplazar o alargar la vida de un sistema de alimentación ininterrumpida: Comprar uno nuevo, mejorar el ya existente, o no hacer nada hasta que se estropee definitivamente.
Sorprendentemente, cada una de estas opciones puede estar apoyada en un conjunto de circunstancias que la convertirían en la elección más lógica y racional, ya que cada una tiene sus propias ventajas y desventajas. Es necesario, por lo tanto, revisar cuidadosamente los factores que mencionábamos anteriormente para descubrir cuál es la solución que nos encaja más según nuestras necesidades.
Antes de entrar a comparar y contrastar las tres opciones, lo primero que debemos determinar es si el SAI existente ha dejado de satisfacer los requisitos necesarios, o lo hará pronto, y no es factible de ser mejorado para hacerlo. Si este es el caso, y la instalación del Data Center no está consolidada o subcontratada, la sustitución del SAI por uno nuevo es la opción más recomendada en este caso.
¿Qué otras causas pueden hacer que la compra de un nuevo SAI sea la mejor opción?
- Cuando termina el ciclo de vida del producto: por lo general, un producto suele ser eliminado de la producción 10 años después de su lanzamiento pero aunque el fabricante haya decidido dejar de producir un determinado producto, sigue siendo posible obtener piezas de recambio originales durante un tiempo determinado.
- Sin embargo, cuando todas estas piezas se agotan, desaparece cualquier opción para el mantenimiento y reparación del SAI.
- Cuando el coste del mantenimiento es excesivo: a medida que envejece el equipo, aumenta la necesidad de mantenimiento y supervisión. Llegado cierto punto, los costes de mantenimiento y los riesgos que entrañan superan el precio de instalar un nuevo SAI, por lo que esto se convierte en la opción más recomendable.
- Cuando no se puede cumplir con los requisitos de rendimiento crítico: si la actuación del SAI ya no puede cumplir con la misión presente o futura de la organización y sus necesidades de rendimiento en momentos críticos, entonces claramente ha llegado el momento de despedirnos de este equipo y sustituirlo por uno nuevo.
Para todas aquellas circunstancias en las que no se den estas condiciones, el SAI no haya llegado aún al final de su vida útil y siga cumpliendo con los requisitos de carga y el tiempo de ejecución, debemos analizar todos los factores con cuidado y detalle, especialmente estos tres: la estrategia de contratación externa, la eficiencia energética y los futuros requerimientos de carga. El análisis de estos factores nos ayudará a determinar la decisión de mantener, actualizar o comprar un nuevo SAI.
A continuación vamos a resumir las condiciones que favorecen cada una de las tres opciones, para ayudar a tomar la elección más acertada.
- No hacer nada: no literalmente, sino realizar solo un mantenimiento básico, sin grandes inversiones, hasta el final de la vida útil del SAI. Es la solución adecuada cuando se dan las siguientes circunstancias:
- No hay presupuesto suficiente.
- Se planea mover todo en un futuro próximo a la nube o consolidarlo en otras instalaciones.
- Hay un alto nivel de redundancia instalado con operaciones maduras y programas de mantenimiento (piezas de recambio disponibles, equipo bien entrenado, métodos y procedimientos establecidos).
- Existe un servicio contratado para lidiar con repentinos fallos.
- El SAI ya cumple con los actuales y futuros requisitos (tanto de capacidad como de redundancia, eficiencia y rendimiento).
- Mejorar y actualizar el SAI existente,. Esta es la opción perfecta si:
- El SAI es modular y, por lo tanto, permite reemplazar las partes clave que son propensas al fallo (baterías, condensadores, ventiladores, PSUs, etc).
- El SAI es modular con baterías que tienen más de 5 años de antigüedad o módulos de potencia de más de 10 años.
- Si los requisitos futuros son estables y pueden ser cubiertos con un SAI no modular y sus capacidades, siempre que tenga menos de 15 años.
- Comprar un nuevo SAI. Será nuestra opción ideal si, además de las circunstancias mencionadas al inicio de este artículo, se da alguna de las siguientes condiciones:
- Tenemos un SAI no modular de más de 15 años.
- La capacidad y la eficiencia actuales no cumplen los futuros requisitos.
- Existe una tasa de utilidad alta o el Gobierno ofrece descuentos de impuestos por mejoras de eficiencia de las que nos podemos beneficiar para obtener un nuevo SAI.
- Las piezas han fallado o son propensas a fallar.
Como vemos, no siempre es evidente qué hacer con un SAI antiguo. ¿Existe una respuesta correcta universal? No. Todo dependerá de las circunstancias concretas de nuestro equipo y de la valoración que extraigamos del análisis que de él hagamos, teniendo en cuenta nuestros requisitos actuales y futuros. De lo que estamos seguros es que existe una solución que se adapte a nuestras necesidades.
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