Autoconsumo energético: ¿Qué hacer más allá de la fotovoltaica?

El autoconsumo en España ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, pasando de 1.2 GW instalados en 2021 a 2.5 GW en 2022, lo que supone un aumento del 108 %. Las previsiones para 2023 son aún más optimistas, con una potencia total acumulada que superará los 6.5 GW.

El autoconsumo fotovoltaico nos permite reducir nuestra dependencia de la red eléctrica y ahorrar en nuestra factura a final de mes. Pero no basta con generar nuestra propia energía, también tenemos que consumirla de forma inteligente, adaptando nuestros hábitos y necesidades a la producción solar. Esto no es algo sencillo ni único, sino que depende de la situación de cada edificio y de las medidas que podamos implementar.

El ecosistema actual del autoconsumo

En el contexto actual de transición hacia una energía más sostenible, el autoconsumo se ha convertido en una tendencia creciente. El autoconsumo se refiere a la generación y consumo de energía renovable en el mismo lugar, como hogares o empresas, lo que permite reducir la dependencia de fuentes de energía convencionales y disminuir la huella de carbono.

En este ecosistema de autoconsumo, uno de los desafíos clave es la variabilidad de la generación de energía renovable. Las fuentes como la solar y la eólica dependen de factores ambientales, como la luz solar y la velocidad del viento, lo que puede generar fluctuaciones en la producción de energía. Aquí es donde entra en juego la hibridación con tecnologías de almacenamiento.

La saturación de los “tejados” provoca que se busquen nuevas medidas para continuar el camino de la descarbonización. La hibridación implica combinar diferentes tecnologías cómo puede ser el almacenamiento de energía para maximizar la eficiencia y estabilidad del sistema de autoconsumo. Una opción común es la combinación de sistemas de baterías con paneles solares. Esto permite almacenar el exceso de energía producida durante períodos de alta generación y utilizarla cuando la producción es baja.

Los sistemas de almacenamiento permiten desacoplar la generación y el consumo, lo que significa que se puede utilizar la energía almacenada durante la noche o en días nublados. Además, la hibridación también puede ayudar a mitigar los picos de demanda, ya que la energía almacenada se puede utilizar cuando la demanda es alta.

La implementación de la hibridación de almacenamiento en el ecosistema de autoconsumo trae consigo varios beneficios. En primer lugar, aumenta la autosuficiencia energética, ya que se puede cubrir una mayor parte de las necesidades con energía local renovable. En segundo lugar, reduce los costes de energía a largo plazo al aprovechar al máximo la energía generada y minimizar la dependencia de la red eléctrica, la tecnología de almacenamiento nos permite conseguir ahorros de varias formas maximizando el autoconsumo, realizando arbitraje tarifario con los diferentes periodos de precios de la energía o evitando sobrepasar el termino de potencia contratado.

¿Por qué la gestión activa de la energía es la solución?

¿En qué consiste la gestión activa de nuestra energía? Monitorizar nuestros consumos y activos energéticos, para así controlarlos y optimizar el uso de la energía solar activos energéticos. ¿Qué activos podemos controlar? Principalmente cargas flexibles como pueden ser, baterías para almacenamiento de energía eléctrica, el consumo de climatización de nuestro BMS (Building Management System) o la carga del vehículo eléctrico.

Para hacer una gestión activa de la energía, tanto en edificios residenciales como terciarios, es crucial contar con una buena herramienta de monitorización y control que nos ofrezca información en tiempo real y automatice nuestros activos energéticos.

El sistema de control EcoStruxure Microgrid Advisor, cuenta con una plataforma web que nos muestra los datos de producción solar, consumo eléctrico, estado de la batería, potencia contratada, precio de la energía y otros indicadores relevantes; a la vez que es capaz de gestionar y mandar órdenes a los equipos para optimizar la instalación y mandar las señales adecuadas en cada momento para lograr el mayor impacto económico posible.

Además, el sistema de control debe ser capaz de integrar diferentes dispositivos y sistemas, como los inversores fotovoltaicos, el algoritmo regulador del vertido, el consumo eléctrico total de la instalación, el cargador del vehículo eléctrico o los sistemas de almacenamiento disponible. De esta forma, podremos controlar todos los elementos desde una única interfaz y automatizar su funcionamiento según las condiciones de la red, precios de la energía y la producción solar en tiempo real.

La gestión activa de la energía es una oportunidad para mejorar el rendimiento de nuestras instalaciones fotovoltaicas y contribuir a la transición energética. Si quieres saber más sobre cómo puedes optimizar tu autoconsumo y reducir tu huella de carbono, no dudes en contactar con nosotros. Somos expertos en soluciones integrales de autoconsumo y gestión energética para todo tipo de edificios. Estaremos encantados de asesorarte y ofrecerte un presupuesto personalizado.

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