Allá va un dato sorprendente: los edificios son los que consumen más de un tercio de la energía utilizada en todo el mundo. El 42% del consumo mundial de energía se produce en edificios. Y emiten una cantidad de dióxido de carbono igual de relevante, según la Agencia Internacional de la Energía. Con todo esto, si no se toman medidas para mejorar la eficiencia energética de los edificios, la demanda de energía del sector aumentará en un 50% para 2050.
Queda evidente que la gestión ambiental en general, y la energética en particular, son elementos clave para el desarrollo energético de las empresas.
Herramienta estratégica
Todas los edificios que quieren “hacer sus deberes” en cuanto a eficiencia energética, podrían y deberían certificarse con la norma UNE-EN ISO 50001, que certifica a las organizaciones que tengan implantado un sistema de gestión energética conforme a unos requisitos determinados.
El objetivo de la ISO 50001 es proporcionar a las empresas los sistemas y procesos necesarios para mejorar su rendimiento energético, teniendo en cuenta la eficiencia energética, el uso que se hace de la energía, el consumo y la intensidad energética de los procesos asociados. Esto proporciona dos beneficios:
- Por un lado, nos puede ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2)
- Por otro lado, la adopción de la norma resulta beneficiosa desde el punto de vista empresarial y económico, ya que puede generar ahorros energéticos por valor de 600.000 millones de euros en el mismo periodo.
La mayor parte de la energía de los edificios, entre el 54% y el 71%, se utiliza en sistemas de calefacción, refrigeración e iluminación. Hoy en día, la mayor parte de los edificios de nueva construcción deberían incorporar sistemas automatizados de gestión (BMS), los cuales permiten el control centralizado de calefacción, refrigeración y ventilación (HVAC), pero muchos siguen sin aprovechar todo el potencial de esta tecnología para supervisar también el sistema eléctrico. La tecnología Smart Panel emplea dispositivos que miden la calidad y la cantidad de energía que fluye a través de los distintos cuatros inteligentes hasta el consumo final. De esta forma, es posible supervisar y maximizar la eficacia de las operaciones diarias, mientras se minimizan las pérdidas de energía. Además, permiten visualizar la forma en que los distintos sistemas afectan al sistema eléctrico y cómo interactúan, lo que favorece la detección de posibles problemas y, por tanto, la toma de decisiones, para contribuir también con este nuevo indicador a potenciar el ahorro.
Y si hablamos de soluciones de última generación, EcoStruxure Power permite aprovechar al máximo las nuevas oportunidades creadas por los dispositivos inteligentes y la digitalización, lo que redunda en una mayor fiabilidad, seguridad, conectividad, y siempre priorizando la eficiencia y la sostenibilidad. Por ejemplo, en su capa de Edge Control cuenta con el EcoStruxure Power Monitoring Expert, un paquete de software de gestión de la energía abierto, interoperable y escalable, que permite el seguimiento de las condiciones de la energía en tiempo real para ayudar a mejorar la eficiencia y la fiabilidad.
Entre un 20 y un 30% del consumo de electricidad de un edificio se debe a los motores, lo que supone que también pueden ser un área de actuación efectiva a la hora de maximizar la eficiencia energética de un edificio: la regulación de motores mediante variadores de velocidad es otra propuesta para lograr la eficiencia, especialmente en sistemas de climatización, ventiladores, bombas, compresores, regulación de presión en el suministro de agua, etc., donde es posible adaptar la carga de trabajo de los sistemas a la demanda de la instalación. Sin embargo, poner en marcha cualquier motor mediante un variador de velocidad permite reducir hasta 3 veces el pico de consumo eléctrico generado durante el arranque. Por lo tanto, se obtiene un importante ahorro de energía. Regular la presión del aire y la temperatura de esta manera, por ejemplo, puede aportar hasta un 20% de ahorro energético.
El caso de Bac de Roda
En línea con su Programa de Empresa, con énfasis en la eficiencia, Schneider Electric se propuso como objetivo a nivel mundial lograr un 10% de ahorro energético en toda la empresa el año 2014. En España, decidimos iniciar el proceso de certificación de diferentes sedes con la ISO 50001-2001, comenzando por nuestra sede corporativa, en el distrito 22@ de la ciudad de Barcelona y siguiendo con otras instalaciones, centros de producción y de logística.
La sede de Bac de Roda dispone de 11 plantas, con una superficie útil total de 10.778 m2, y acoge a casi 400 trabajadores. Gracias a la participación de Schneider Electric en el proceso de diseño del edificio y a la implantación de Planes de Acción Energéticos, la integración de soluciones de ahorro de energía ya era notable antes del proceso de certificación ISO 50001, pues ya disponíamos de un SCADA de control del edificio (BMS SmartStruxure), de diferentes sistemas de medida y de soluciones de gestión energética avanzada integradas en la tecnología Smart Panel que aporta datos permanentemente a la plataforma “cloud” Resource Advisor.
El primer paso fue definir un equipo de gestión energética liderado por el Departamento de Servicios de Energía y Sostenibilidad. Después, consultores del mismo departamento auditaron el edificio para conocer el consumo y el uso de las instalaciones, así como sus posibilidades de mejora.
Se determinó que los consumos más significativos de energía se producían en los sistemas de climatización, que representan el 56,1% de la energía total consumida; en las cargas de IT, que suponen el 17,4%; y en los sistemas de iluminación, que consumen el 13,8% de la energía total del edificio. Teniendo esto en cuenta, se decidió tomar medidas para lograr un ahorro más rápido, con especial énfasis en tres áreas: supervisión energética, sistemas de climatización y sistemas de iluminación.
Destacaré algunas de las acciones realizadas:
– La instalación de equipos de medida eléctrica, de frío y de calor, que proporcionan datos a la plataforma de supervisión energética mediante los diferentes cuadros inteligentes distribuidos en diversas zonas. Esto permite controlar los consumos por plantas, tipo de día y franja horaria.
– Optimizamos la energía según el calendario laboral y la franja horaria. Por ejemplo, a las 19:00 se desconectan los sistemas de iluminación y climatización, pero cada usuario individual puede controlar la luz y la climatización de su zona en particular.
– El Sistema de Control permite controlar a distancia todos los Fan-Coils del edificio, unos 340, lo cual permite visualizar posibles alarmas e incidencias en la climatización.
– La instalación de detectores de presencia y crepusculares.
– La instalación de iluminación LED en el alumbrado.
– Se programa la iluminación perimetral del edificio, que se activa o desactiva en función de la incidencia del sol en cada fachada.
La sede de Schneider Electric en España dispone ahora mismo de una estrategia energética estructurada que ha permitido obtener cerca de un 30% de ahorro energético en sus instalaciones en 2014, superando ampliamente el objetivo inicial del 10%.
Quiero destacar, eso sí, la importancia en este proceso de contar con un equipo de supervisión y de realizar revisiones constantes que permitan detectar posibles desviaciones y corregirlas rápidamente. Pero sobre todo resultan fundamentales el compromiso y la concienciación, desde la Dirección hasta la totalidad de los usuarios y trabajadores de la empresa. Esta toma de conciencia queda afianzada y “sellada” por la norma ISO, como prueba de que toda la empresa y su plantilla creen en la importancia de la eficiencia energética.
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