En mi último post expliqué cómo las baterías de iones de litio (Li-ion) están a punto de traer grandes cambios a los SAIs para centros de datos pequeñosy medianos. Cambios que ofrecerán ventajas como la capacidad de contar con mucho más almacenamiento de energía en un mismo espacio o incluso en espacios más pequeños que los actuales, así como una vida útil más larga. En este post, examinaré cómo la tecnología Li-ion beneficia los SAIs que protegen los grandes centros de datos y otras instalaciones críticas.
Como se explicó en un artículo anterior, las baterías de iones de litio pueden suministrar la misma cantidad de energía que las baterías de plomo-ácido reguladas por válvulas (VRLA) que se usan comúnmente en los SAIs, pero con mucho menos espacio, peso, impacto ambiental y necesidad de refrigeración. En algunos centros de datos esto significa poder prescindir de las salas de baterías donde se alojan las baterías sólo para mantenerlas a una temperatura de trabajo recomendada.
Las salas de baterías son comunes en SAIs de centros de datos grandes, y probablemente continuará siendo así si siguen usando SAIs estáticos asociados con baterías, la solución más rentable para el almacenamiento de energía a corto plazo. Pero desde hace años, las empresas han estado considerando nuevas arquitecturas para abordar algunos retos como, por ejemplo:
- Reducir la huella ambiental de las baterías VRLA
- Reducir el mantenimiento en grandes equipos, como el tener que reemplazar regularmente las baterías.
Una manera de abordar estas cuestiones implica alguna variación con respecto a un SAI rotativo o «dinámico», que reduce los gaps de energía de corto plazo, reemplazando las baterías. Estos sistemas, también conocidos como DRUPS (Diesel Rotary UPS -generadores rotativos de alimentación ininterrumpida), ahorran espacio y mantenimiento, pero proporcionan un backup mucho más corto en comparación con las baterías (segundos vs. minutos). Además, implican otros retos en cuanto al mantenimiento de componentes mecánicos.
Las baterías de iones de litio pueden cambiar ese panorama. Los SAIs estáticos basados en las próximas generaciones de baterías Li-ion serán aún más pequeños que los DRUPS, ya que la necesidad de espacio será una tercera parte del de las VRLA. Al mismo tiempo, las baterías Li-Ion requerirán una menor inversión en refrigeración, ya que generan menos calor. No necesitarán un reemplazo regular como las baterías de VRLA; de hecho, durarán tanto como los propios SAIs. Además, la química detrás de las baterías de Li-ion las hacen mucho más predecibles de manejar, e incorporan un sofisticado sistema de administración de baterías, lo que permite un mantenimiento más eficaz.
En otras palabras, los grandes SAIs estáticos con baterías de iones de litio aportarán todos los beneficios de la tecnología de SAIs estáticos a la vez que abordan los inconvenientes de sus baterías tradicionales, es decir, su espacio, la huella ambiental, el mantenimiento durante su vida útil y los requisitos de refrigeración. En resumen, los SAIs estáticos serán más competitivos que nunca para grandes instalaciones.
Los beneficios crecerán más y más con el tiempo, porque ahora estamos en las primeras etapas de la tecnología de baterías de iones de litio y veremos mejorar cada vez más su rendimiento (por ejemplo, para autonomías cortas y de alta potencia) a la vez que los costes bajan, o ambas, a un ritmo rápido. Los SAIs rotativos, por otra parte, probablemente mejorarán sólo al ritmo de otras grandes máquinas, es decir, lentamente.
Además, puedo imaginarme fácilmente que los SAIs basados en Li-ion algún día desempeñarán nuevas funciones para las instalaciones. A medida que surgen más y más Smart Grids, alimentadas a veces por fuentes de energía renovables, la tecnología Li-Ion puede utilizarse para almacenar energía renovable, para usarla durante picos de consumo. Este tipo de tecnología ayudará a los clientes a lidiar más eficazmente con los momentos de mayor demanda y reducir o evitar pagar cargos importantes por la demanda de energía. Esa es una función que no pueden realizar los SAIs basados en baterías VRLA, debido a sus limitadas capacidades.
No es exagerado afirmar que las baterías de Li-ion pueden transformar fácilmente los SAIs estáticos y extender sus aplicaciones. Hoy en día, estas instalaciones son vistas como útiles y necesarias, pero algo engorrosas y muy necesitados de recursos en cuanto a huella ambiental, coste y mantenimiento, y además dedicadas a un solo propósito. Mañana pueden convertirse en sistemas mucho más flexibles y valiosos, al transformarse en centros de almacenamiento de energía que se integran con la Smart Grid y con las energías renovables de la instalación.
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