El año pasado, utilizamos los recursos ecológicos equivalentes a 1.75 tierras. Este año estamos solo un poco por debajo, habiendo consumido 1.6. Esto únicamente por que la pandemia obligó a la humanidad a reducir el consumo de recursos. Ahora, la crisis económica y de salud pública nos presenta la oportunidad de enfocarnos en construir el futuro que queremos. Uno donde la humanidad prospere dentro de los límites de nuestro único planeta. Esto es lo que denominamos «prosperidad de un planeta».
La vulnerabilidad de la humanidad se reveló en respuesta a la pandemia en todo el mundo. La necesidad de esforzarse por lograr la prosperidad de un planeta tiene que ser una prioridad para quienes toman las decisiones. El desafío es superar la crisis actual, pero también estar preparados para otras que podrían venir, en un mundo cada vez más moldeado por el cambio climático y la limitación de recursos.
Piensa en el exceso de consumo de bienes ecológico como si fuera un excesivo gasto financiero, pero con una diferencia significativa: La deuda financiera siempre se puede eliminar, mientras que los recursos ecológicos se toman prestados de un sistema con el que no podemos negociar. Mientras tanto, las presiones sociales aumentan: La transparencia en tiempo real, habilitada por nuestro mundo digitalizado, puede resaltar las prácticas injustas o poco éticas y arruinar reputaciones de la noche a la mañana.
Los esfuerzos de sustentabilidad corporativa, llevados a cabo para asegurar una licencia para operar en el futuro, ya no son suficientes. La sustentabilidad estratégica debe convertirse en la brújula de cualquier negocio con ambiciones a largo plazo, con una propuesta de valor que aborde vivir bien un solo planeta (en lugar de en 1.6 planetas).
El marco se proporciona a través de estas preguntas directas:
- ¿Mi negocio ayuda a la humanidad a prosperar en un planeta?
- ¿Mi cadena de suministro está ayudando a remediar el cambio climático o a mejorar la eficiencia de los recursos?
- ¿Mis productos y servicios benefician al mundo? porque si no lo hacen, mi empresa pronto se volverá irrelevante.
No permitas que tus mercados se marchiten
Mientras que los analistas financieros usan un conjunto de métricas clave para evaluar la salud de las empresas, el tiempo también ha llegado de basarse en métricas que evalúen la prosperidad de un planeta a lo largo de dos ejes:
- La capacidad de prosperar (bienestar de la humanidad) puede evaluarse a través del Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas.
- La medida en que operamos dentro de las limitaciones planetarias puede rastrearse con la Huella Ecológica.
En conjunto, ambos indicadores definen el espacio seguro para que las personas vivan bien, dentro del presupuesto de recursos del planeta, y ayudan a dar un seguimiento de si estamos avanzando para lograrlo. Las empresas que pueden ayudar a sus clientes a acercarse más a este espacio son las que serán cada vez más necesarias en el futuro.
La contabilización de la huella ecológica (realizada por nuestro socio mundial Global Footprint Network) es fundamental para evaluar la prosperidad de un planeta. Permite comparar la demanda de recursos contra la regeneración de la naturaleza.
Las implicaciones son claras: Para preservar la paz y mantener los logros humanos, la humanidad debe invertir la tendencia de aumento del déficit ecológico. Operar dentro del presupuesto de recursos de la Tierra es la condición mínima para la prosperidad de un planeta. De otra forma, la única alternativa es la miseria de un planeta, donde la inseguridad de los recursos socava las economías enteras y enfrenta a las naciones, acelerando las desigualdades.
Un marco concreto en el que todos prosperemos
La forma en la que todos prosperaremos depende de cómo se conduzcan nuestros negocios. En su investigación, Global Footprint Network y los ingenieros de Schneider Electric descubrieron que, si se aplica en todo el mundo la tecnología existente de Schneider y sus socios, podría ayudar a mover el Día de Sobrecapacidad de la Tierra 21 días. Ahora imagínate lo que podemos hacer todos juntos.
El mercado se está moviendo. Cada vez es mayor el conocimiento de los riesgos ambientales y de los recursos. Durante los últimos cinco años, los cinco riesgos mundiales más importantes identificados por el Foro Económico Mundial han incluido las amenazas ambientales. Las empresas cuyas estrategias se basen en esas realidades físicas tienen una probabilidad mucho mayor de soportar las tormentas de volatilidad del mercado cuando esos riesgos se manifiesten.
Sin embargo, no se trata sólo de trabajar a escala mundial; a nivel local, debemos tomar medidas, cada uno de nosotros debe liderar con el ejemplo.
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