Multitud de países en todo el mundo avanzan ya definitivamente hacia la reducción de sus gases de efecto invernadero (GHG, en sus siglas en inglés), reduciendo así su huella de carbón. Al menos 40 países incluyen informes obligatorios de emisiones para cumplir con acuerdos internacionales como el Protocolo de Kioto, el Acuerdo de París y, más recientemente, el Tratado Kigali HFC, firmado por 170 países.
Ahora, las ciudades se han propuesto impulsar ellas mismas las reducciones de GHG. Por ejemplo, en 2016 la capital de Australia, Canberra, y el Territorio Capital Australiano (ACT) establecieron la ambiciosa meta de depender al 100% de energía renovable en 2020. De forma similar, a comienzos de 2017 el alcalde neoyorquino Bill de Blasio anunció la expansión del programa NYC Carbon Challenge, añadiendo 22 nuevos propietarios e inquilinos comerciales comprometidos con reducir las emisiones GHG de sus edificios en un 30% en 10 años.
Para impulsar a las ciudades en sus objetivos, las empresas deberían analizar sus Data Centers y aplicar algunas de las últimas tecnologías economizadoras. Justamente eso está haciendo el banco de inversión Goldman Sachs. En 2013, la empresa aceptó el NYC Carbon Challenge, comprometiéndose a reducir en un 40% sus emisiones con respecto a niveles de 2006.
La compañía alcanzó su meta en 2015, llegando a una reducción del 42% en emisiones de carbono por metro cuadrado. Lo hizo en parte gracias a consolidar oficinas antiguas en una sola instalación certificada LEED Gold, equipada íntegramente con iluminación LED y sensores de presencia. La empresa también instaló variadores de velocidad y motores electrónicamente conmutados (EC en sis siglas en inglés) en sus refrigeradores y controladores para que sus sistemas de climatización pudieran operar según la ocupación real del edificio, y no simplemente según un umbral de temperatura predefinido.
Ese es un ejemplo de distinción importante que aplica tanto a Data Centers como a edificios comerciales. Un edificio lleno de gente requerirá más climatización que uno vacío; a medida que cambia el nivel de ocupación, la tecnología de variadores puede asegurar una capacidad de refrigeración que cumpla los requisitos de cada momento con mayor precisión.
De forma parecida, un Data Center ocupado con economizadores de aire usará aire exterior para refrigerar el flujo de aire del centro tanto como pueda, sin mezclar flujos de aire, protegiendo así el Data Center de la contaminación exterior. Los innovadores sistemas de refrigeración por evaporación pueden aprovechar los variadores para ejecutar un modo de funcionamiento mecánico mixto «trim cooling” , aprovechando al máximo las horas posibles de economizador ,como se explica en este post anterior.
Las soluciones de velocidad variable no son la única forma de controlar la temperatura de un Data Center más dinámicamente, ahorrando así energía. Por ejemplo, un enfriador puede compensar con respecto a un punto de referencia, cambiando continuamente la temperatura del agua suministrada según las condiciones reales del Data Center. Del mismo modo, un ventilador de velocidad variable se puede controlar en base a diferenciales de presión asociados a sistemas de contención de aire para igualar el flujo de aire expulsado con el requerido por la instalación, sin importar su carga de trabajo.
Todos estos métodos se añaden al gran ahorro energético en refrigeración de Data Centers, que normalmente ocupa la mayor parte del consumo energético a parte de los servidores. Los Data Centers se convierten en un objetivo primordial en el camino a la reducción de nuestra huella de carbono y nuestras emisiones GHG.
Aun así, no todos los sistemas de refrigeración podrán dar este nivel de ahorro. Descubre lo que pueden hacer nuestros sistemas visitando la web de nuestro Economizador de Aire EcoflairTM, donde encontrarás recursos y white papers gratuitos. Echa un vistazo también a nuestro modelo interactivo para Ecoflair y otras soluciones de climatización.
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