Los armarios de redes o de cableado surgieron, en su momento, porque todas las líneas telefónicas de un edificio debían unirse en un mismo punto de conexión con un anticuado sistema telefónico PBX (Private Branch Exchange). Las PBX permitían a los empleados de las compañías compartir la línea exterior (asumiendo que no todo el mundo estaba al teléfono a la vez). Normalmente, estos armarios estaban en la esquina del edificio o en un rincón de cada planta en caso de edificios de varios pisos.
Los armarios permanecieron igual durante años, hasta que Internet empezó a ser popular y entonces empezaron a albergar grandes dispositivos de entrada y routers para redes de datos. Cuando el ancho de banda y la velocidad de las redes de datos empezaron a aumentar, fue posible y habitual manejar telecomunicaciones o comunicaciones de voz en estas redes de datos, lo que se conoce como Voz sobre Protocolo de Internet (VoIP). Las compañías empezaron a sacar sus viejas PBX analógicas y el nombre de armario de cableado fue cambiado por armario de redes.
En la última década, más o menos, los armarios de redes se han convertido en un elemento cada vez más crítico, porque a medida que las empresas trasladan más aplicaciones a servicios basados en la nube, confían en el equipo alojado en los armarios para mantener a los empleados de su plantilla conectados. La protección de la energía, las baterías auxiliares, la refrigeración, la monitorización medioambiental y la gestión remota son todos elementos de primordial importancia para asegurar un acceso coherente y fiable a unos servicios en la nube fundamentales para los negocios. Incluso los empleados que trabajan de forma remota, a menudo, son dirigidos a través de conexiones VPN internas, apoyadas por el equipamiento del armario de redes.
Hoy contemplamos el nacimiento de una nueva ola de tecnología que habita en estos armarios. Los servidores son instalados en Edge para adquirir datos y procesar las aplicaciones del Internet of Things (IoT). Pensad en un sistema de seguridad que monitoriza mediante reconocimiento biométrico y facial, que usa cámaras de muy alta definición y procesa multitud de datos. Los servidores hiperconvergentes se instalan en estos armarios para operar aplicaciones de escritorio virtual, en las que 200 ordenadores o portátiles pueden ser reemplazados por un único servidor de 2U.
Preveo que pronto empezaremos a ver que casi todas las empresas instalarán aplicaciones en la nube pública redundantes, y que ubicarán localmente en estos armarios de redes. De esta manera, si tu conexión a la nube pública central se pierde o una latencia la entorpece, el negocio puede seguir funcionando como siempre.
Para saber más sobre Edge Computing en general y sobre sus aplicaciones a tu negocio, puedes consultar nuestro White paper gratuito “The Drivers and Benefits of Edge Computing”.
Conversación
Gonzalo
6 años ago
Información oportuna, para analizar un cambio de marca
Jorge Jiménez
6 años ago
Correcto Gonzalo, no sólo de marca, diría que de tecnología, todo va muy rápido y todo se conecta y debemos preveerlo si no queremos tener problemas en el futuro.
Saludos