Los centros de datos con cargas de trabajo de inteligencia artificial (IA) utilizan aceleradores y procesadores de alta potencia, generando una cantidad importante de calor. La refrigeración por aire de estos chips no resulta lo suficientemente práctica para mantener su fiabilidad, rendimiento y eficiencia energética, por lo cual necesitan de refrigeración líquida.
Los 3 elementos primordiales en un ecosistema de refrigeración líquida son la captura de calor dentro del servidor, el CDU o unidad de distribución de refrigeración y, finalmente, el método del intercambiador de calor al exterior.
Si como personal de TI no estás familiarizado con estas implementaciones, conviene hacerse primero las siguientes preguntas:
¿Cómo se introduce el agua fría y se extrae la caliente? ¿Cómo saber si necesitas una CDU? ¿Qué debes hacer para seleccionar la arquitectura adecuada de refrigeración?
Unidades de distribución de refrigeración, clave para centros de datos para IA
Fundamentalmente, una arquitectura de refrigeración líquida puede describirse con los siguientes elementos:
- Captación de calor dentro del servidor
- Mediante un líquido en contacto directo con los componentes, o un refrigerante o agua bombeada a través de placas frías.
- Tipo de CDU
- Este sistema desempeña 5 funciones clave (control de temperatura, del flujo, de presión, tratamiento de fluidos, intercambio y aislamiento de calor).
- Método de intercambio de calor al exterior
- Son los métodos para transferir la energía térmica al exterior mediante un sistema de intercambio.
Elegir la arquitectura adecuada de refrigeración es un proceso que puede simplificarse en dos pasos independientes.
Primero se necesita escoger un método de intercambio de calor y posteriormente la capacidad de la CDU y el factor de forma.
Dicha selección depende de muchos factores, pero principalmente 4 son los que consideramos clave:
- La compatibilidad de la infraestructura de refrigeración existente.
- El tamaño de la implementación (cantidad de bastidores que admite la arquitectura).
- La velocidad a la que puede realizarse la implementación (desde el diseño hasta la construcción y el primer funcionamiento).
- La eficiencia energética.
Cada vez hay más servidores que requieren sistemas de refrigeración líquida para soportar las cargas de trabajo. Por lo tanto, es ideal implementar un sistema eficaz que mantenga su rendimiento, a la vez que reduzca el consumo de agua y niveles sonoros.
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