El BMS, por sus siglas en inglés Building Management System, es un sistema de gestión de edificios que, en palabras simples, conjunta software y hardware trabajando coordinadamente para crear edificios inteligentes. Al instalar un BMS, le otorgamos al edificio “sentidos” y “cerebro”, proporcionándole inteligencia propia para poder coordinar los diversos sistemas que se encuentran en él, como lo son el sistema de aire acondicionado, el sistema de iluminación, el sistema de agua, etc.
¿De qué sirve que nuestro edificio sea inteligente?
Cuando un edificio tiene un BMS, desencadena un nuevo nivel de eficiencia y beneficios que indicaremos a continuación:
1) Mayor valor
Un edificio inteligente podrá contar con un certificado calificado por los estándares mundiales en aspectos de eficiencia en el uso de agua, eficiencia energética, calidad ambiental interna, etc. Al tener un monitoreo y control de estos aspectos, los administradores del edificio tienen la capacidad de tomar decisiones basadas en datos. Con esto es posible mejorar parámetros y aspectos que desemboquen en una mayor eficiencia. Un edificio inteligente es por consiguiente verde, seguro y eficiente. Esto mantiene a los ocupantes cómodos y satisfechos con su estancia, lo que eventualmente se traducirá en mayores ingresos.
2) Mayor comodidad para los ocupantes
El objetivo primordial de un edificio es proporcionar un espacio para que las personas puedan realizar distintas actividades, como trabajar, estudiar, alojarse o habitar. Es por ello que la comodidad de los ocupantes es un aspecto fundamental a considerar por los dueños y administradores de un edificio.
Un edificio destinado a actividades empresariales (oficinas), al contar con un ambiente de calidad puede aumentar la productividad de los empleados en hasta 11%. En un edificio dedicado a la hospitalidad, la experiencia del huésped puede afectar directamente, de forma positiva o negativamente, la reputación de un hotel. Si sumamos aquellos edificios ocupados por el sector salud (hospitales, por ejemplo), un ambiente cómodo y adecuado propiciará la recuperación de los pacientes y evitará infecciones. Para ayudar a mejorar la comodidad de los ocupantes es importante monitorear los aspectos que generan una calidad adecuada en el ambiente. Un BMS otorga precisamente esas herramientas que permiten un monitoreo y control en todos los aspectos.
3) Mayor eficiencia energética
Nuestra vida cotidiana depende muy profundamente de la energía. Con la urbanización, la demanda energética esta creciendo de manera exponencial. Esto, aunado al crecimiento inminente de la población, obliga a que los edificios sean más eficientes en gestión energética. Sin embargo, esto último aún está altamente desaprovechado, ya que muchos edificios carecen de un sistema de gestión. Debemos empezar a preparar los edificios para el futuro, de manera que se puedan obtener datos de su operación en tiempo real. Al poder observar tendencias de consumo diarias, mensuales y anuales, se podrán tomar decisiones informadas en pro de la eficiencia y así preparar a nuestros edificios y ciudades para un consumo de recursos más eficiente y responsable.
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