En los primeros dos artículos de esta serie, hemos analizado la aplicación del PREE (Programa de Rehabilitación Energética de Edificios) y del Programa MOVES II (Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible) en el sector residencial y de pequeño terciario. A continuación, analizaremos su impacto en el segmento gran terciario de los edificios.
El gran terciario, un segmento muy crítico
Cuando hablamos de segmento gran terciario nos referimos a aquellos edificios que son grandes consumidores de energía, ya sea por su gran tamaño; porque son electrointensivos debido a que, por su actividad, necesitan consumir mucha energía, o porque se trata de compañías con multitud de pequeños edificios repartidos en el territorio.
Un ejemplo perfecto son los hospitales. En este caso, podemos identificar cuatro grandes prioridades: calidad energética, continuidad del servicio, automatización y eficiencia energética en las instalaciones de climatización, iluminación, etc. y maximización de los datos para poder analizarlos y actuar de la forma más adecuada. Así, sus gestores deben mejorar su eficiencia para reducir el consumo de energía y avanzar hacia la transición ecológica – entre 1995 y 2021, el consumo energético de los hospitales ha crecido un 36% -, pero también tienen que garantizar la seguridad, tanto de sus equipos médicos como de sus pacientes. Es decir, no pueden permitirse que el refrigerador en el que guardan las medicinas se quede sin suministro y estas se estropeen ni que se produzca un apagón en medio de una operación.
También pertenecen al gran terciario los centros de datos, para los cuales una parada puede suponer, de media, horas o días para volver a levantar el servicio y un coste medio de cerca de 200.000 euros. O los edificios multisite – edificios de una misma compañía distribuidos en el territorio-, que necesitan maximizar los datos de una forma centralizada.
La respuesta, la digitalización
Todos estos desafíos tienen una misma solución: la digitalización. Buen ejemplo de ello es EcoStruxure. La plataforma IoT abierta, escalable e interoperable de Schneider Electric está formada por tres capas: Productos Conectados – que, además, de realizar su función principal envían datos a las capas superiores -; Edge Control – que realiza el tratamiento de los datos en tiempo real – y Apps, Analíticas y Servicios – que recoge los datos en un tiempo adecuado para que un equipo de expertos los analice y realice informes con el objetivo de conseguir eficiencias energéticas y operativas.
Como decíamos, se trata de una plataforma escalable, por lo que, según sean las necesidades concretas de cada edificio, permite añadir diferentes módulos para abordarlas. Como el software Power Monitoring Expert, certificado por la ISO 50001, que monitoriza los consumos energéticos para poder tomar mejores decisiones y, así, generar eficiencias energéticas y operativas y que permite optar a ayudas para la mejora de la eficiencia energética como las incluidas en el PREE.
También cabe mencionar el PSO, una herramienta centrada en monitorizar, supervisar y controlar la distribución eléctrica que garantiza la continuidad del servicio, ya que, no solo permite controlar la calidad de la energía, sino que, por ejemplo, en caso de que se produzca un fallo que pueda dejar sin servicio un quirófano, realiza deslastres de cargas automáticamente para que las zonas críticas nunca tengan un fallo de suministro.
El Building Management System (BMS) aplica lógicas de control a las producciones de energía convencional y a las renovables térmicas, tecnologías que el plan PREE potencia y subvenciona.
Finalmente, los softwares tipo Advisor, alojados en servidores, permiten recoger los datos de muchos edificios, tanto en tiempo real como en tiempo adecuado, y centralizarlos. Todas estas soluciones son implementadas por la red de partners EcoXpertTM, formados y certificados por Schneider Electric para encontrar la mejor solución para cada caso de uso.
Como sucede en el caso de los segmentos residencial, pequeño terciario o industrial, el gran terciario también puede beneficiarse de las ayudas impulsadas por el Gobierno español para acelerar la transición ecológica, como el PREE o el MOVES II.
Sin embargo, no podemos olvidar que esta tipología de edificios, por su criticidad, tienen otras necesidades, no subvencionables, que también deben cuidarse por ser una prioridad absoluta, como puede ser la seguridad.
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