Resiliencia hospitalaria y fiabilidad de la energía: lo que los Sistemas de Salud deben saber

Aunque sea fundamental para cualquier sector, en medicina la fiabilidad de la energía es, literalmente, una cuestión de vida o muerte.

Como bien saben los proveedores del sector Salud, un apagón o un corte de energía que afecte a una UCI, un quirófano, una sala de procedimientos, un área de almacenamiento de vacunas, etc. puede ocasionar algo mucho más grave que un simple parón en los flujos de trabajo: puede costar vidas.

Según un informe elaborado por el Ponemon Institute/Emerson Network Power, un apagón puede tener un coste medio de 690.000 dólares para las organizaciones del sector de la atención médica.

Y este cálculo no tiene en cuenta la posibilidad de perder vidas (o de potenciales pérdidas por litigios). En un reciente debate internacional de Schneider Electric, formado por responsables de salud, un ponente afirmó que “los costes potenciales de una energía no fiable en la atención médica son inimaginables”.

Somos conscientes de ello, y por eso incluimos la fiabilidad de la energía como una de las siete características de la resiliencia hospitalaria.

Creemos que es una fortaleza básica que, durante las próximas décadas, distinguirá a las organizaciones flexibles y adaptables. “La fiabilidad de la energía es la columna vertebral de una instalación de atención médica”, afirmó ese participante en el debate. En nuestra opinión, también es la esencia de la resiliencia.

La digitalización y la innovación están facilitando el adoptar un enfoque más proactivo de la fiabilidad energética.

Fiabilidad de la energía: pasar de lo reactivo a lo proactivo

A pesar de la naturaleza crítica de la fiabilidad de la energía para la atención sanitaria, en nuestra experiencia, muchas organizaciones del sector (igual que otras empresas de otras industrias) abordan la gestión de la energía de una forma reactiva en lugar de proactiva. Su argumento es: “no hemos tenido ningún problema, ¿por qué deberíamos cambiar?”

La tendencia a reaccionar, en lugar de planificar y anticipar, implica que los hospitales y los sistemas de salud a menudo solo prestan a la fiabilidad de la energía la atención que merece tras un accidente o crisis.

Afortunadamente, la digitalización y la innovación están facilitando el adoptar un enfoque más proactivo de la fiabilidad de la energía. Para prepararse y prevenir el tipo de retos relacionados con la energía que es probable que impacten en las instalaciones – para desarrollar resiliencia – los sistemas de salud deben tener en cuenta tecnologías preventivas y diagnósticas en evolución como las microgrids, la automatización de la energía, el análisis de eventos de energía y el mantenimiento basado en condiciones.

Estas tecnologías pueden ayudar a identificar y resolver problemas y debilidades antes de que esas deficiencias interrumpan el suministro eléctrico y pongan en peligro la seguridad. Además, por lo general se amortizan la primera vez que una organización debe afrontar una crisis.

Herramientas digitales para mejorar la fiabilidad de la energía

Ahora, los gestores de hospitales y sistemas de salud tienen razones de peso para empezar a pensar de forma más proactiva acerca de cómo usar estas tecnologías emergentes de gestión de la energía.

Para empezar, las perturbaciones eléctricas están aumentando, tanto en la red como dentro de las redes eléctricas privadas.

Solo en Estados Unidos, los apagones relacionados con eventos climáticos se han doblado desde 2003 según Climate Central. “Un planeta que se está calentando alimenta tormentas, olas de calor e incendios forestales cada vez más intensos y violentos, que, a su vez, seguirán tensionando y, con demasiada frecuencia, violentando una infraestructura eléctrica altamente vulnerable”, afirman.

Otras causas globales de cortes eléctricos incluyen errores humanos por parte de los operadores de plantas de energía, componentes envejecidos de la infraestructura eléctrica, un mal funcionamiento de los equipos y delitos cibernéticos.

Por ejemplo, el fallo casi simultáneo de dos centrales eléctricas en el Reino Unido producido en agosto de 2019 tuvo como consecuencia una pérdida de energía en Londres y en grandes regiones de Inglaterra y Gales que también afectó a los hospitales.

Cuando esto ocurre, contar con un sistema de alimentación de emergencia (EPSS) bien mantenido puede ayudar a capear el temporal y mantener el centro en funcionamiento. Este EPSS puede construirse alrededor de una microgrid que incluya fuentes alternativas de energía, como las renovables o electricidad y calor combinados.

La energía también está cada vez más contaminada. Como resultado, es más difícil alcanzar y mantener su calidad. La electrónica de potencia presente en los dispositivos digitales genera armónicos que pueden distorsionar gravemente la tensión.

Y, a medida que los equipos y los dispositivos disminuyen en tamaño y se digitalizan, se vuelven más sensibles a los daños causados por una mala calidad de la energía.

Animamos a las organizaciones del sector de la atención médica a investigar qué equipos y aplicaciones digitales pueden ayudarlos a mitigar estos problemas y a mantener la calidad de la energía en toda su red eléctrica.

Hablamos de dispositivos de corrección de la calidad de la energía, de software de gestión de energía especializado y de servicios avanzados respaldados por analíticas cloud y expertos en calidad de la energía.

Estas tecnologías y herramientas predictivas pueden ayudar a brindar a los sistemas de salud la resiliencia necesaria para abordar los desafíos extremos que el futuro presenta. Visita EcoStruxure for Healthcare para más información y lee todos los artículos que tenemos disponibles al respecto.

Escucha la nueva serie de podcasts de Schneider Electric sobre “Everyday Extraordinary Healthcare” centrada en la resiliencia. ¡Escúchalos ya!

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