¿Cómo maximizas la eficiencia en tu red? Reducir las pérdidas en la red eléctrica requiere estrategias inteligentes que mejoren la eficiencia de tu energía, ya sea activa o reactiva. Planificando, midiendo y mejorandola eficiencia en transmisión y distribución (T&D), así como instalando tecnologías digitales más precisas y conectadas, las eléctricas están dando el paso adelante hacia aumentar su eficiencia energética y reducir costes operacionales.
En el primer post de esta serie, hemos definido por qué operar eficientemente es crucial para cumplir requisitos, integrar recursos de energía distribuida (DER), y ahorrar dinero. Centrémonos ahora en cómo las eléctricas y los operadores de sistema de distribución (DSOs) pueden modernizar sus operaciones para asimilar regulaciones y reducir costes.
Se pueden implementar sistemas de gestión de distribución avanzados (ADMS) para fines como estimar y minimizar pérdidas, gestionar picos de demanda, automatizar la identificación y el aislamiento de incidencias y restaurar el servicio. Un ADMS estimula el impacto que tienen sobre la fiabilidad el suministro, las pérdidas y la gestión de voltaje, con algoritmos que calculan la configuración óptima basándose en datos provenientes de sensores, medidores inteligentes e interruptores. Desplegar un sistema de tipo ADMS reporta numerosos beneficios, incluidos la reducción de pérdidas, la mejora de calidad en el voltaje y un perfil de tensión óptimo.
Gracias a los recursos de energía distribuida, las eléctricas están ampliando su capacidad de mantener sus niveles de voltaje contratados. Los DER, por sus salidas de energía variables, permiten que la red aumente la tensión en un punto mientras disminuye en otro diferente. Puesto que las herramientas clásicas de control de tensión ya no son adecuadas para responder a la nueva demanda y fluctuación, las eléctricas y distribuidoras están implantando nuevas soluciones y sensores para afinar la infraestructura de control de tensión, minimizando pérdidas técnicas y reduciendo costes. Estas nuevas soluciones incluyen sensores inteligentes, sensores virtuales y unidades terminales remotas (RTUs).
Con un sistema de monitorización adaptado a redes europeas, en las que la baja tensión tiene tres fases y un cable neutrón, se pueden recoger datos como las cargas diarias de subestaciones y alimentadores o perfiles de tensión y temperatura, lo que proporciona un análisis detallado del rendimiento de media y baja tensión. Este tipo de monitorización de baja tensión puede adaptarse a más DERs, ya que da solución a problemas como el desequilibrio de carga y se encarga de reducir las pérdidas energéticas, mejorando la salida en subestaciones eléctricas y paliando el efecto Joule en el cableado.
Se estima que las pérdidas oscilan entre los 1.000 y 10.000 € por subestación de media/baja tensión cada año en Europa. Por tanto, la reducción de pérdidas es una prioridad, y fe de ello dan las muchas estrategias planteadas para afrontarlo. Estas incluyen añadir medidores inteligentes y sensores adicionales que identifican la fuente de las pérdidas y las cuantifican, haciendo que los operadores de red puedan implantar mejoras de eficiencia energética.
Las eléctricas han dado pasos de gigante para alcanzar sus objetivos de eficiencia energética a través de la modernización de transformadores ineficientes, que tienen gran potencial de mejora. En los últimos años, la tecnología de transformadores ha visto una grandes avances, incluyendo ahora distintas opciones de transformación que permiten a las eléctricas optimizar OPEX y CAPEX.
Estas estrategias y sugerencias son solo un punto de partida. Si quieres saber más sobre cómo modernizar tus operaciones, a la vez que reduciendo las pérdidas de tu red de distribución, no te pierdas “Smart Distribution Utility Strategies that Maximize Grid Efficiency.”
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