Los sistemas de distribución eléctrica y de automatización están evolucionando y convergiendo para impulsar una mejor eficiencia en todos los sectores. La integración de estos sistemas permite a las industrias, especialmente las que trabajan con un uso intensivo de energía, ahorrar dinero en toda la cadena de valor, seguir siendo competitivas, y proporcionar información y apoyo para optimizar las operaciones en toda la organización.
Tradicionalmente, la distribución eléctrica y los sistemas de automatización se obtuvieron, diseñaron y operaron de forma independiente entre ellos. Esto está cambiando, a medida que los mundos de la energía y la automatización se desarrollan en un entorno más digital y conectado. Por ejemplo, asegurar que un equipo de automatización, muy sensible al suministro energético, siga operando requiere un potente programa de monitorización de la energía. Por el contrario, los sistemas de automatización pueden potenciar la fiabilidad de la energía y el ahorro de costes gracias a la mejora de la velocidad y la precisión de los procesos.
El eje de esta convergencia es la digitalización. Ahora, utilizando dispositivos inteligentes y herramientas avanzadas, los sistemas de energía y automatización de las instalaciones críticas pueden comunicarse entre sí y cooperar para un rendimiento óptimo.
Los sistemas de automatización industrial cierran la brecha entre la complejidad y las capacidades humanas mediante el uso de dispositivos de control y tecnologías para la automatización de las operaciones. Gracias a ellos, tenemos la capacidad de tomar mejores decisiones y de forma más rápida al proporcionar información operacional, fomentar un uso más eficiente de los recursos para maximizar los activos y la producción, simplificar las tareas e integrar la implementación de estrategias de planta. Los sistemas de automatización también aumentan el valor de producción, reducen los costes, mejoran la seguridad y ayudan a las empresas a cumplir con las regulaciones.
Los sistemas de gestión de la energía también se han vuelto más sofisticados tecnológicamente para mantenerse al día con las necesidades cambiantes de los sistemas de distribución eléctrica. Lo cual es cada vez más difícil, ya que estos sistemas de gestión ahora deben manejar cargas más complejas y sensibles. Cumplir con estos retos requiere sistemas inteligentes, que permitan responder más rápidamente a las oportunidades energéticas, optimicen la fiabilidad y la calidad de la energía, y mitiguen los riesgos en entornos críticos. Todo ello gracias a una información y analíticas procesable. Estas herramientas influyen no solo en cómo se consume la energía, sino también en cómo se gestiona, lo que puede ayudar a reducir las pérdidas de energía, ahorrar dinero y mejorar la eficiencia energética.
Lo que está claro es que integrar los sistemas de energía y automatización usando la conectividad que proporciona el IoT puede reunir las mejores características de ambos sistemas, lo que mejora los procesos y proporciona una energía más segura, más confiable, eficiente, sostenible y conectada.
Añadir comentario