Los alcances de emisiones -Emissions Scopes, en inglés- es el protocolo más extendido de medición y clasificación de emisiones producidas por las organizaciones, dividiéndolas en emisiones directas e indirectas y subclasificándolas a su vez en emisiones de alcance 1 (todas las emisiones directas); emisiones de alcance 2 (emisiones indirectas que provienen de la compra de electricidad, calor, vapor, etc.); y, emisiones de alcance 3 que comprende el resto de emisiones indirectas, tanto aguas arriba -por tus proveedores- como aguas abajo -por tus consumidores-. La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética establece que las empresas estarán obligadas en 2023 a reducir su huella de carbono. Hasta el momento, el registro de la huella de carbono era voluntario para la mayoría de las empresas, sin embargo, tras la entrada en vigor de la ley, cada vez son más las empresas que deberán hacerlo de forma obligatoria. En este artículo ahondamos en la huella de carbono y analizamos en mayor profundidad en los distintos alcances y en algunas de las medidas que podéis abordar desde vuestras organizaciones para reducirlos.
¿Qué son los alcances de emisiones? Definición, origen y herramientas de cálculo
El Estándar Corporativo del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (Greenhouse Gas Protocol Corporate Standard -GHG-) en el que se recogen los alcances, fue desarrollado conjuntamente por WRI (World Resource Institute) y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), es la herramienta más habitual para la contabilización a nivel mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por las organizaciones. Las emisiones colectivas de una empresa, también conocidas como su huella de carbono, se determina aplicando una variedad de multiplicadores basados en los potenciales de calentamiento global de los GEI a las actividades de emisión de la organización.
El Protocolo de Gases de Efecto Invernadero reconoce las actividades que producen las emisiones de una organización como directas o indirectas. Las emisiones directas provienen de fuentes de propiedad o controladas por la empresa u organización, como por ejemplo sus oficinas centrales o fábrica. Las emisiones indirectas son las que resultan de la actividad de la empresa, pero esta no las tiene en propiedad ni las controla directamente, es el caso por ejemplo de las emisiones de una aerolínea que utilizan sus empleados para sus viajes, las emisiones que se han generado para la producción del acero que luego utiliza en sus productos, o las emisiones que generarán a futuro los coches que ha fabricado.
El Protocolo categoriza además las emisiones directas e indirectas en tres alcances diferentes:
- Alcance 1: todas las emisiones directas
- Alcance 2: las emisiones indirectas que provienen de la compra de electricidad, vapor, calor, etc.
- Alcance 3: el resto de las fuentes de emisiones indirectas
Entremos en detalle en cada uno de ellos.
Emisiones de Alcance 1
El Alcance 1 abarca todas las emisiones directas que resultan de las operaciones de una empresa. Incluye todas las emisiones que están bajo el control de la empresa, como la combustión de combustibles en la propia empresa, su flota de vehículos, los equipos de procesamiento interno, etc.
Al ser propiedad y estar bajo el control de la propia empresa el alcance 1 es uno de los primeros puntos en los que deberemos centrar nuestra atención cuando como empresa te embarcas en tu jornada de descarbonización. La eficiencia y la optimización de los procesos son un primer quick win para reducir las emisiones en el lado de la demanda. Reemplazar los equipos por otros más eficientes o la introducción por ejemplo de un BMS que permitan monitorizar y mejorar la eficiencia de las operaciones nos ayudará a reducir nuestras emisiones de alcance 1. En el caso de las industrias, la correcta combinación de sensores inteligentes, dispositivos conectados, controles avanzados de procesos pueden aportarnos hasta un 30% de ahorro de energía según la Agencia Internacional de la Energía.
Otra medida a implementar, cuando queremos atajar las emisiones de alcance 1, es el reemplazo de combustibles altamente contaminantes. Por ejemplo, el carbón emite 90,7 Kg de dióxido de carbono por millón de BTU[i], mientras que el gas natural solo 53 Kg, cifra que se reduce aún más en el caso de los biocombustibles.
Los beneficios de la digitalización aumentan cuando se combinan con la electrificación. La electrificación desplaza los combustibles fósiles, pero también nos permite mayor monitorización y precisión. Además, la electricidad es más rentable y está disponible hoy en día, especialmente en la industria ligera. Aunque la industria ligera tiene una huella energética inferior a la de su homóloga más pesada, también puede beneficiarse más de la electrificación. Un estudio reciente de la AIE estima que la electrificación tiene la capacidad de proporcionar el 70% del ahorro energético potencial total en el sector.
Para aquellas emisiones de alcance 1 que no podamos eliminar, existen mecanismos que permiten compensar emisiones, invirtiendo en proyectos que reducen o absorben esas emisiones. Algunos de los tipos de mecanismos de compensación de emisiones más habituales son por ejemplo proyectos de captura de gas en vertederos, la silvicultura o proyectos que reemplacen combustibles a favor de alternativas menos intensivas en carbono.
Emisiones de Alcance 2
El Alcance 2 incluye todas las emisiones indirectas de gases de efecto invernadero resultando de la compra y consumo de electricidad, calor, vapor o refrigeración.
Este tipo de emisiones se generan físicamente por un tercero que es quién se encarga de la generación, que después se transportarán y consumirán por un usuario final -de ahí que se le atribuyan a ese usuario. El consumo indirecto de energía adquirida se separa del resto de emisiones indirectas porque a menudo representa una parte considerable de la huella de carbono de una empresa.
Aunque indirectas, las emisiones de alcance 2 pueden ser fácilmente controlables por las compañías que apuestan por un consumo 100% renovable. Las empresas pueden utilizar una combinación de certificados de atributos energéticos (EACs), generación de renovables in situ y microgrids, acuerdos de compra de energía (PPAs), tarifas verdes, e incluso compensaciones de carbono.
En los últimos años hemos visto como las empresas han acelerado la descarbonización de su alcance 2, con la adopción de ambiciosos compromisos en consumo de energías renovables. La iniciativa RE100 es un buen ejemplo, más de 300 compañías entre las que se incluyen Apple, Google, Walmart, IKEA y también Schneider Electric se han comprometido a que la totalidad de su consumo de electricidad sea 100% renovable. En España, forman parte del RE100 entre otras BBVA, CaixaBank o Coca-Cola European Partners.
Emisiones de Alcance 3
Las emisiones de alcance 3 comprenden el resto de las emisiones indirectas, tanto las que se generan aguas arriba para que la empresa pueda llevar a cabo sus operaciones, como aguas abajo, a partir de la utilización y reciclado de sus operaciones. Aunque son el resultado de las operaciones de la empresa, provienen de fuentes que no son de su propiedad ni están controladas por la empresa. Algunos ejemplos incluyen las emisiones generadas por los proveedores, desplazamientos de los empleados y viajes de negocio, eliminación de residuos, etc. En la mayoría de las ocasiones, especialmente en entorno industrial, el alcance 3 es donde se acumula gran parte de las emisiones.
¿Cómo reducir las emisiones de alcance 3? Desde reemplazar viajes de negocios por reuniones virtuales, a reducir el consumo de materiales, priorizando además los que tengan menor huella y favorecer proveedores que estén trabajando a su vez en la reducción de su propia huella de carbono. Aguas abajo, deberemos tener muy en cuenta el diseño de nuestros propios productos y servicios, así como su reciclado y fin de vida, para minimizar las emisiones.
El alcance 3 coge especial relevancia, no solo por su peso en la huella de carbono, sino porque todo apunta que en los futuros desarrollos de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética incluirá la obligatoriedad de reportar el alcance 3 para las empresas de mayor tamaño.
[i] BTU – British Thermal Unit es una medida comúnmente utilizada para la medición de la cantidad de energía térmica liberada o transferida en procesos de calefacción, refrigeración o generación de energía.
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