Inaugurando el 2017, destacamos las principales actuaciones que la Unión Europea llevó a cabo durante el último cuatrimestre de 2016 y que son claves en lo que esperamos que ocurra este recién estrenado año. Cerrando noviembre, la Comisión Europea presentó el paquete energético “Clean Energy for All Europeans”, que incluía varias propuestas tanto legislativas como no legislativas, relativas a Eficiencia Energética, mercado energético, energía renovable y gobernanza. Y, también las muy esperadas revisiones de la Directiva de Eficiencia Energética y la Directiva de Rendimiento Energético de Edificios, de las que hablamos en este post.
¿Qué destacar de este nuevo paquete de medidas? Básicamente, la gran cantidad de puntos que cubre y el impacto que tendrán y, por supuesto, su objetivo principal: establecer la estrategia energética de la Unión Europea basándose en la seguridad, la competitividad y la sostenibilidad.
De manera muy escueta y para que os quedéis con las grandes líneas de los puntos que se abordan en “Clean Energy for All Europeans”:
- Revisión de la regulación del Mercado Eléctrico Interno
- Revisión de las Reglas Comunes para la Directiva del Mercado Eléctrico
- Directiva Revisada para la Agencia de Cooperación de los Reguladores Energéticos
- Propuesta de nueva regulación sobre prevención de riesgos eléctricos
- Revisión de la Directiva de Energías Renovables
- Propuesta de marco de trabajo para la Gobernanza de la Unión Energética centrándose en innovación, sistema de transporte inteligente, precios energéticos y financiación
Con este conjunto de medidas, la Comisión Europea da una continuidad real al Paquete de Energía y Clima de 2007, que en su momento estableció los objetivos del sector energético europeo, el famoso 20/20/20.
La estrategia energética de la Unión Europea del futuro es también una estrategia 3D, en la que la Descentralización de las fuentes; la adopción de medidas para Descarbonizar y reducir emisiones y la Digitalización de la energía van a ser claves en su diseño y desarrollo.
En este sentido, también destacan los objetivos 2030 propuestos por la Comisión, que serán determinantes para los siguientes procesos decisores:
- 27% de renovables, vinculante a escala comunitaria
- 30% de eficiencia energética, vinculante a nivel UE
- 40% de reducción de emisiones de gas de efecto invernadero
Del análisis de cada uno de los puntos incluidos, observamos tres ejes principales:
- Más eficiencia energética. Tanto derivada de la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética – que se centra en el incremento del objetivo del 27% al 30% – como de la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios, centrada en Eficiencia Energética activa.
- Mayor flexibilidad energética. La Comisión ha incluido diferentes propuestas que buscan apoyar la descentralización y la libertad de los usuarios para acceder a fuentes de energía más flexibles. Así como dar respuesta a los agentes que solicitan actuar en relación a la demanda, la autogeneración y precios dinámicos. En este punto, destaca el cambio de rol de los operadores de los sistemas de distribución, que podrán y deberán tratar con la flexibilidad.
- Más poder para Bruselas. En las propuestas, se desgranan las vías que pone la Comisión para contar con una organización más fuerte del mercado energético a nivel europeo. Intentando organizar mejor la industria de las renovables, armonizar las condiciones de las capacidades nacionales de los mercados y coordinando los mercados regionales.
El esperado paquete de medidas muestra la preocupación de la Comisión Europea por el desarrollo e implementación real de la Eficiencia Energética, pero también por el refuerzo y versatilidad del mercado energético europeo.
Aunque todavía hay que esperar a la ratificación y adopción por parte del Parlamento Europeo y de los países miembros y por supuesto, habrá que ver cómo cada país acabará haciendo la trasposición. 2017 se presenta con esperanza para aquellos que apostamos por una Unión Europea con una sólida estrategia energética.
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