La demanda energética no para de crecer. En las dos últimas décadas, el incremento de la economía global, sumada al éxodo rural y a la superpoblación mundial, han puesto en evidencia la obsolescencia de nuestros sistemas energéticos, que ya no pueden atender esta imparable demanda.
Para agravar aún más el problema, cuatro tendencias actuales afectarán sustancialmente el futuro de la distribución de la energía:
- Se prevé que la demanda de electricidad se duplique en 2040, siendo la mayor parte dedicada a los mercados asiáticos.[i]
- En 2020, habrá diez veces más dispositivos conectados que personas.[ii]
- A pesar de que el 82% del potencial de la eficiencia energética está sin explotar [iii], el mantenimiento de equipos y los gastos operacionales siguen representando gran parte de la inversión en mantenimiento de edificios.
- Las renovables representarán el 70% de la generación de energía en 2040 [iv].
Todas estas tendencias están creando una disrupción masiva en los sistemas de gestión de la energía, llevándonos a una realidad inalterable: la distribución energética debe evolucionar.
El reto de las empresas
Afortunadamente para el planeta, ha habido cambios radicales en la forma en que la energía se genera y se utiliza. Por ejemplo, si se compara con hace solo unos años, vemos enormes avances en:
- Generación de la energía a partir de múltiples fuentes de energía
- Descentralización de las redes
- Fuentes renovables y descarbonizadas
- Gestión de la distribución eléctrica
Pero toda esta innovación supone también un reto para las empresas. Los edificios y las instalaciones son los mayores consumidores de energía. Los activos energéticos concurren en significativos costes operativos, pero los sistemas tradicionales de distribución y monitorización que los ejecutan no son capaces de gestionar esta naturaleza más dinámica y multidireccional de la energía. A no ser que cambiemos de dentro hacia fuera la manera cómo funcionan los edificios, la evolución de la energía no será capaz de alcanzar todo su potencial.
Haz evolucionar tus instalaciones
Ya hemos hablado anteriormente sobre el enorme impacto que está teniendo la digitalización en el mundo en general, y lo mismo puede decirse de edificios e instalaciones. Son cinco las tendencias clave que hemos podido identificar en los últimos años:
- La ubiquidad del IoT– Cuanto más puedan conectarse entre ellos los dispositivos de un edificio, más podrá optimizarse su uso.
- Mayor automatización de sistemas– Adoptando sistemas de edificios e industrias autónomas, se puede maximizar la eficiencia de las instalaciones sin tener que recurrir a la intervención humana, que ralentiza el proceso.
- Convergencia de sistemas técnicos– A medida que queden desfasados los sistemas de gestión autónoma, la gestión energética convergerá con otros sistemas para simplificar y optimizar el “reporting” y el mantenimiento.
- Descentralización generalizada– Al reducir su dependencia de cualquier fuente de energía, las instalaciones pueden aumentar su flexibilidad y productividad a la vez que reducen riesgos en la cadena de suministro.
- Crecimiento de la red en malla– Gracias a una comunicación eficiente, fiable y sin cables, los edificios pueden contar con una red de comunicación rápida y efectiva, incluso aunque crezca el número de puntos de adquisición de datos.
Claramente, cuanto más sólida sea la digitalización de un edificio y sus sistemas, mayor será su capacidad de adaptarse a la evolución de la energía, volviéndose además más eficiente y cómoda.
El camino hacia la digitalización
Es obvio que la digitalización es el futuro de la distribución energética en edificios e instalaciones. La cuestión es: ¿cuál es su presente?
Aquí expongo algunos puntos que puedes ejecutar para ayudar a evolucionar inmediatamente tu edificio, pudiendo ver así la necesidad global de sistemas mejores, más eficientes y más sostenibles:
- Instalar productos conectados– Instala solo dispositivos que se puedan conectar a tus sistemas de gestión energética para tener información exhaustiva y en tiempo real. Por ejemplo, nuestros Smart Panels dotan al equipamiento eléctrico con la capacidad de presentar la información en tu ordenador o dispositivo móvil en tiempo real, permitiéndote identificar sobrecargas e ineficiencias de forma proactiva, dejando de estar pendiente de alarmas poco precisas, y reduciendo costes. Esto puede ser tan fácil como añadir un dispositivo wireless llamado PowerTag a un interruptor del circuito, que monitorizará al instante el consumo energético.
- Utiliza un software de gestión de la energía – Si conectas tus dispositivos a un software de gestión, puedes analizar tus datos para obtener una mayor comprensión de tu red eléctrica. Perfecto para instalaciones medias y grandes, adquiere y organiza todos los datos recogidos en la red de tu instalación para que puedas maximizar el tiempo de actividad/disponibilidad, reducir los costes operacionales y aumentar la rentabilidad. En edificios pequeños, todo esto puede realizarse con una simple y económica app llamada
- Información más valiosa– Gracias al uso de analytics, apps, software y servicios disponibles, puedes encontrar maneras de maximizar la disponibilidad, aumentar tu eficiencia, mejorar la seguridad, y minimizar costes. Por ejemplo, con , empresas de todo tipo pueden mejorar el rendimiento de sus edificios, garantizando la viabilidad del negocio a la vez que optimizan sus costes operativos y de mantenimiento.
El futuro de la energía ya ha empezado
Con estos pocos pasos clave para mejorar los sistemas energéticos de tu edificio o instalación, tu negocio estará preparado para el nuevo paradigma energético y será parte activa de la solución global de la energía.
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