A través de mi carrera, he tenido varias oportunidades para compartir mi experiencia como una mujer que se desempeña y desarrolla en un campo que, tradicionalmente, ha sido de predominancia masculina.
Cada una de estas oportunidades resulta en un momento de reflexión interna muy importante, ya que reconozco en ellas una gran responsabilidad para hacer una diferencia en mi entorno, y en alguna medida influir para que más mujeres encuentren oportunidades de inclusión y crecimiento en la industria.
En esta ocasión tuve la oportunidad de compartir sobre esta experiencia de inclusión, con los asistentes a Industrial Transformation México 2022 (ITM). Siendo ITM un foro donde se busca brindar y encontrar formas de mejorar la productividad en el sector industrial, el tema que compartí en la plática fue justamente hablar de la correlación existente entre la productividad y la inclusión de las mujeres.
¿Por qué debería la industria nacional interesarse en la inclusión de más mujeres?
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, las empresas que promueven la inclusión tienen hoy 19% más ingresos en promedio que sus pares que no lo hacen. En este sentido, si nos encontramos en una empresa pública destaca este hecho que, sin duda, atrae el interés de los posibles inversionistas.
Mientras que, si nuestra empresa es completamente privada, de cualquier forma, debe interesarnos el poder lograr mayores ingresos y crecimiento que la consolidarán para el futuro.
Este incremento en la productividad, puede estar asociado a factores diversos. Sin embargo, al considerar que cada día es más difícil encontrar, atraer y retener talento; no podemos sino concluir que la brecha de productividad entre empresas inclusivas y no inclusivas se estará ensanchando.
Tan solo en México, el 52% de la población del país son mujeres. Negar la posibilidad a más de la mitad del talento existente en el mercado, simplemente hace aún más difícil superar el reto que la industria enfrenta en el país.
Ahora bien, si consideramos que en la actualidad 3 de cada 10 empleados en la industria son mujeres; esto nos deja con una enorme oportunidad de accionar elementos que atraigan a las mujeres a brindar su talento al sector industrial.
Además, es más que evidente que la proporción de mujeres se reduce aún más al ver la representación en los roles ejecutivos del sector.
¿Cómo cambiamos?
Si podemos concluir que la inclusión de más talento es importante y deseable para la industria, el siguiente paso es revisar por qué algunas compañías no son exitosas al momento de alcanzar dicha inclusión.
Al menos en mi experiencia, en la mayoría de los casos, el sector industrial no cierra de manera consiente, las puertas al género femenino.
Sin embargo, es cierto que hombres y mujeres colaboradores en el sector, podemos ser portadores de sesgos ocultos; paradigmas que nos impiden visualizar los procesos y sistemas que nos llevan constantemente a tener los mismos resultados: una menor participación de mujeres en el segmento.
En Schneider Electric México, nos hemos dado a la tarea de visibilizar y eliminar estos sesgos, y la forma que desde mi pensamiento ingenieril encuentro para explicarlo y lograr su reproducibilidad, es con el ciclo PHVA (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar).
Planificar
Entender cuál es nuestro punto de partida en términos de la participación de hombres y mujeres en la compañía, a totales y, ¿por qué no? También en los diferentes niveles de la organización.
Con base en ello, pueden establecerse metas, así como métodos que nos lleven no solo a cubrir cuotas, sino a convertir logros.
Un ejemplo son planes de desarrollo enfocados en mujeres, adaptación en las condiciones laborales que vuelvan viables las posiciones, e incluso capacitación a los diferentes niveles de la compañía en materia de inclusión y sesgos ocultos.
Hacer
Una vez que se tiene el plan a implementar, el siguiente paso es asignar los recursos y realizar las acciones definidas. En este aspecto es importante resaltar que la asignación de recursos puede ser en tiempo, asignación de personas que tengan la labor de transformación organizacional, e incluso monetarios que permitan realizar las adaptaciones requeridas.
Verificar
Realizar un seguimiento y corroborar el progresos, para en su caso reajustar el rumbo, es de suma importancia, y esta no es la excepción.
Se pueden tomar indicadores cuantitativos, como el progreso general del llegar a las metas; así como cualitativos, a través de encuestas que den visibilidad y retroalimenten el proceso.
Actuar
Finalmente, al ser este un proceso de mejora continua, es importante que la información del paso anterior se traduzca en acciones que permitan que el proceso se afine y que volvamos a nuestra compañía más inclusiva.
En Schneider Electric impulsamos el desarrollo profesional de las personas. Día a día, estamos creando una cultura incluyente donde la diversidad, conforma el valor de la empresa. En nuestra página de Diversidad e Inclusión puedes conocer más sobre los esfuerzos realizados.
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