Sentando las bases para lograr la transformación digital en el sector del agua

A medida que aumenta la demanda mundial de agua, el sector se enfrenta a una dura batalla contra el aumento de los costes energéticos, la creciente presión por la sostenibilidad y una normativa cada vez más estricta. Con unos costes energéticos que pueden representar hasta el 40% del gasto operativo, las empresas de servicios públicos están sometidas a una enorme presión para reducir las emisiones de Alcance 2 y alcanzar los objetivos de neutralidad en carbono.

Las herramientas avanzadas como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) solo son tan eficaces como los datos en los que se basan. Sin una medición precisa y acceso oportuno, incluso las mejores tecnologías se quedan cortas. Para transformar de verdad el sector del agua, primero hay que dominar lo básico: porque antes de correr, hay que aprender a andar.

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¿La parte positiva? Hay pasos sencillos que pueden suponer grandes mejoras. La digitalización y las innovaciones en eficiencia energética pueden reducir hasta un 50% el consumo de energía. Las tecnologías más punteras, como la IA, el ML y los gemelos digitales, prometen avances revolucionarios en eficiencia y sostenibilidad, pero todo comienza con unos primeros pasos básicos que sientan las bases.

El reto de empezar por lo básico

Muchas empresas de agua están explorando la IA y los gemelos digitales para afrontar los retos operativos. Aunque estas tecnologías tienen un enorme potencial, a menudo se perciben como soluciones mágicas. Sin embargo, como he escuchado en conversaciones con operadores de todo el mundo, muchas organizaciones no hacen un seguimiento de las métricas fundamentales necesarias para aplicar estos sistemas avanzados.

Por ejemplo, la submedición energética. Muchas instalaciones solo monitorizan el consumo energético a través del contador principal, sin saber cuánta energía consume cada proceso o equipo individual. Es como intentar reducir tu factura de la luz sin saber si el consumo se debe al aire acondicionado o al frigorífico. Lo mismo ocurre con la medición oportuna de la calidad del agua a la entrada y a lo largo del proceso. Esta medición es esencial para garantizar la calidad del efluente, un foco creciente de la regulación. Sin visibilidad en tiempo real de las variaciones en el influente, los operadores corren el riesgo de sufrir ineficiencias o incumplimientos. Y, sin embargo, estos datos críticos a menudo no se miden o se registran con tan poca frecuencia que resultan inútiles.

Construyendo una base sólida para la transformación digital en el agua

Para las empresas de agua, lo principal es hacerse las preguntas correctas

  • ¿Qué decisiones queremos tomar?
  • ¿Qué información necesitamos para tomarlas?
  • ¿Disponemos ya de esos datos en nuestros sistemas? Si no, ¿cómo podemos acceder a ellos?

Estas preguntas suelen revelar un obstáculo crítico (que algunos operadores llaman informalmente «la cárcel del SCADA»), donde los datos operativos están atrapados. Aquí, los datos no son accesibles para su análisis o para la toma de decisiones más amplias debido a silos tecnológicos, preocupaciones por la ciberseguridad o limitaciones en el diseño del sistema.

Abordar estas preguntas fundamentales y desbloquear los datos necesarios puede ayudar a las empresas de agua a mejorar la eficiencia operativa y sentar las bases para una transformación digital significativa.

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La medición: la columna vertebral de la mejora operativa

La frase “lo que se mide, se gestiona” es común en el mundo empresarial e industrial, y es igual de relevante para el sector del agua.

Para mejorar, primero hay que medir. Piensa en el consumo de combustible de tu coche, o en el consumo energético si conduces un vehículo eléctrico. Podrías esperar al final del mes para calcular costes y hacer pequeños ajustes, pero las fluctuaciones de precio podrían enmascarar las mejoras reales. Aun así, así es como muchas plantas gestionan el consumo energético: de forma reactiva, en lugar de contar con información en tiempo real.

Ahora imagina poder ver la eficiencia mientras conduces y recibir información inmediata sobre cómo afecta tu forma de conducir al consumo. Ajustarías rápidamente tus hábitos para mejorar el rendimiento. Lo mismo ocurre en las operaciones del agua: cuando los operadores pueden ver cómo sus decisiones en tiempo real afectan a la eficiencia, pueden optimizar inmediatamente procesos como la programación de bombas o la intensidad de la aireación. Una mejor visibilidad permite tomar decisiones operativas más inteligentes y guiar las inversiones de capital a largo plazo, priorizando la eficiencia energética.

Esta capacidad para medir y actuar en tiempo real es especialmente crucial para gestionar los costes energéticos y las emisiones. Muchas empresas tienen dificultades con los costes y las emisiones de Alcance 2, pero saber dónde optimizar es un reto sin datos detallados, como cuánta energía se consume por litro de agua bombeada, tratada o desalada. En un ejemplo real, una planta de tratamiento implementó la submedición energética y descubrió que un proceso de filtración representaba el 30% de su consumo total. Sustituyeron el equipo antiguo por una alternativa de alta eficiencia y ajustaron los horarios operativos, logrando una reducción del 15% en ese proceso y un 8% menos de coste energético global.

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El poder de la visualización

Disponer de datos medidos con precisión y accesibles es solo el primer paso; su verdadero impacto reside en su uso. Una de las herramientas más potentes para las empresas de agua es la visualización. Esta convierte datos complejos en formatos intuitivos, con información práctica que ayuda a los operadores a centrarse en lo que realmente importa. Estos paneles pueden mostrar en tiempo real el uso de energía, la calidad del influente o la intensidad de los procesos, permitiendo reducir el consumo energético entre un 5 y un 10% casi de inmediato.

¿Por qué funciona la visualización? Porque los seres humanos reaccionamos a lo que vemos. Igual que un reloj de actividad nos motiva a hacer más ejercicio al mostrarnos el progreso, un panel con la intensidad energética o la variabilidad de la calidad motiva a tomar mejores decisiones. Revela ineficiencias, resalta tendencias y permite intervenir a tiempo. Muchas empresas aún no aplican estos enfoques simples y básicos de forma eficaz, optando por paneles complejos y abrumadores sin un enfoque claro.

Estableciendo las bases para la transformación digital en el agua

Antes de lanzarse a una transformación digital, hay que empezar por los cimientos:

mediciones clave que identifiquen los problemas y señalen los siguientes pasos. Una vez establecida esta base, las empresas de agua pueden avanzar hacia tecnologías más sofisticadas como la IA y los gemelos digitales; pero el orden importa. Sin mediciones precisas ni visualización, incluso los sistemas más avanzados pueden tener dificultades para ofrecer resultados.

¿Listo para desbloquear el potencial de tus datos y dar los primeros pasos hacia la transformación digital?  Visita la web de soluciones para agua de Schneider Electric.

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