
El análisis predictivo es la aplicación clásica del Internet de las Cosas (IoT). En su forma más simple, se conectan sensores (de temperatura, vibración, etc.) a activos (equipos, edificios, camiones), se envían los datos a la nube y se aplica el análisis predictivo para identificar y prevenir posibles fallos. Con la tecnología actual, es relativamente fácil de lograr. Puede hacerlo creando sus propios componentes con una biblioteca de componentes o recurriendo a un proveedor externo como SAP o AVEVA. Incluso puede optar por ejecutar estos conjuntos de herramientas en una nube privada, pública o híbrida.
Otra opción es utilizar los servicios digitales del proveedor del equipo. Huelga decir que, aunque usted conoce su proceso mejor que nadie, el proveedor del equipo también conoce el suyo mejor que nadie. Vemos el debate sobre qué camino tomar en este momento en el sector de la minería y los metales, especialmente en lo que respecta a las flotas móviles de proveedores como Caterpillar. No hay debate sobre si se necesita el análisis predictivo, solo sobre si se utiliza el servicio CAT, se realiza el desarrollo propio o se recurre a un tercero.
Últimamente, hemos visto pruebas contundentes de que, en el sector eléctrico, contratar al proveedor de equipos ofrece beneficios significativos. En un caso práctico, el usuario logró evitar gastar un millón de euros gracias a las posibles reparaciones y sustituciones de sus transformadores. Y la semana pasada escuché otra historia muy convincente.
Se trataba de uno de nuestros clientes que había optado por la opción de la «nube privada». Recopilaban una gran cantidad de datos, pero no sabían cómo analizarlos. Schneider Electric intervino y configuró una conexión de nube a nube junto con nuestro servicio digital EcoStruxure Asset Advisor, y casi de inmediato descubrieron varias advertencias sobre el estado de los activos que desconocían. Además, recibieron recomendaciones prácticas y un análisis completo que les proporcionó una mayor comprensión de cómo realizar los cambios y modificaciones necesarios.
En resumen: saber que hay un problema es importante, pero también lo es saber qué hacer al respecto. Todos estos ejemplos son argumentos sólidos para acudir a un especialista en busca de una solución, aunque no sea la única opción. Puede optar por soluciones propias o de terceros cuando corresponda, pero no olvide el valor añadido que puede obtener del proveedor de equipos originales. Podría ser la predicción correcta para su operación.
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