¿Cuál es la mejor manera de mantener un sistema eléctrico?

Una red eléctrica es el elemento vital que impulsa las operaciones de negocio. Los operadores de red y los gerentes de las plantas se enfrentan a un doble problema: el mantenimiento de sus redes para garantizar la alimentación continúa cuando aparecen circunstancias como recortes presupuestarios, entornos problemáticos, y problemas de seguridad.

La reducción de costes a menudo conduce a una reducción de recursos del equipo de mantenimiento y a un enfoque del plan de mantenimiento al tipo correctivo, aumentando el riesgo de paradas no programadas, que se convierten en aumentos de coste por parada de producción y reparación de equipos. Siendo este un plan de mantenimiento arriesgado.

De hecho, la causa principal de fallos del sistema eléctrico es la falta de mantenimiento. Todo equipo eléctrico requiere un mantenimiento regular para optimizar las operaciones, evitar averías y garantizar la continuidad de servicio y la seguridad.

Para complicar más las cosas, el diseño de muchas infraestructuras eléctricas existentes simplemente no puede soportar las cada vez mayores demandas de carga de trabajo. Añadir a que los componentes defectuosos y el uso de equipo pesado, y su programa de mantenimiento – o falta de él – puede dificultar el rendimiento y la vida útil del sistema eléctrico.

La cuestión no es si se producirá un fallo, sino cuándo. La tasa de fallo de equipos eléctricos es tres veces más alta para los componentes que no están cubiertos por un plan de mantenimiento programado, en comparación con los equipos que sí lo están, según un estudio publicado por la compañía aseguradora  Hartford Steam Boiler.

En el desarrollo de un programa de mantenimiento eficaz, hemos de tener en cuenta los riesgos y las ventajas de los diferentes tipos de mantenimiento que tenemos a nuestro alcance:

Matriz de prácticas de mantenimiento según la criticidad del equipo/valor

Mantenimiento correctivo (bajo demanda):

  • Se caracteriza por esperar a que se produzca el fallo de un componente o sistema.
  • Se basa en reparar un equipo sin tener en consideración las causas.
  • No constituye un plan de servicios, por lo que no hay compromiso por parte del proveedor de servicios en dar prioridad a esta intervención.
  • Solo debería tenerse en cuenta en aquellos equipos sin criticidad y de poco valor, sin impacto en las operaciones ni que comprometan la seguridad
  • Los costes de mantenimiento pueden ser bajos, pero el riesgo de pérdidas importantes que puedan afectar a la empresa es alto.

Mantenimiento preventivo:

  • Basado en tiempo y uso de los equipos sin esperar a que estos fallen.
  • Se caracteriza por evitar paradas no programadas.
  • Conlleva la sustitución proactiva de componentes por su uso (aunque no sea necesario).
  • Aumenta la vida de los equipos y mantiene los estándares de seguridad.
  • El alcance puede ir de básico a exclusivo en función de la criticidad y la periodicidad del mantenimiento.
  • Dado que este mantenimiento alarga la vida de los equipos, minimiza el riesgo de paradas no programadas y de averías, y acaba suponiendo un coste inferior al mantenimiento correctivo.

Mantenimiento basado en condiciones:

  • Basado en diagnósticos que comparan el estado actual con el de origen de los equipos mediante la realización de ensayos de fábrica que se replican en la instalación del cliente.
  • Mide desviaciones de origen que permiten aflorar anomalías que no son visibles en el mantenimiento preventivo.
  • Puede dar con las causas que producen desviaciones mecánicas o eléctricas que desembocan en envejecimientos prematuros.
  • Evita la sustitución de los componentes que están en buen estado durante el mantenimiento preventivo.

Mantenimiento predictivo:

  • Basado en la información que el propio equipo recoge mediante sensores.
  • La información es digitalizada y enviada a un sistema que la trata mediante algoritmos para conocer el estado del equipo y anticipar situaciones de riesgo.
  • Normalmente está asociado a un equipo de expertos técnicos que monitoriza los datos e identifica potenciales riesgos para que el cliente solo deba preocuparse de la aplicación de las recomendaciones.
  • El objetivo es dar el mensaje de alerta al equipo encargado de la instalación y las opciones que tienen a su disposición para evaluarlas y llevarlas a cabo con antelación a un fallo potencial.

Un buen plan de servicios debería aportar seguridad y estabilidad presupuestaria al explotador de la instalación mediante una serie de coberturas. Estas coberturas pueden estar categorizadas en 3 grandes bloques:

  • Mantenimiento: basado en condiciones (con diagnóstico) siempre que sea posible o al menos en los considerados críticos. La periodicidad deberá ser ajustada a cada equipo según su status en la red eléctrica en relación a su criticidad en el proceso productivo.
  • Servicios asociados a correctivos: compromiso de reactividad ante fallos de equipos, soporte hotline y diferentes niveles de cobertura para el coste de las intervenciones bajo demanda (tarifa especial, mano de obra o materiales incluidos o ambos).
  • Servicios adicionales: ventajas adicionales del plan de servicios que pueden comprender formaciones al equipo técnico, gestión online de intervenciones e informes, etc.

En resumen: Un programa de mantenimiento estructurado y planificado puede ayudar a optimizar la vida útil de los equipos, controlar el coste total de propiedad, y salvaguardar la vida humana.

Si necesitas justificar la transición del negocio de una práctica bajo demanda a un enfoque de plan de servicio, puedes comenzar con los siguientes pasos:

  • Registrar el número de averías eléctricas y su impacto en los últimos 5-10 años. Cuantificar la cantidad de dinero gastado en la corrección de fallos eléctricos a través del mantenimiento bajo demanda.
  • Ponte en contacto con el fabricante de equipos y solicita un plan de servicio personalizado a la naturaleza de tu negocio. El plan de servicios debe garantizar la intervención y entrega de piezas de repuesto para una acción correctiva inmediata en el lugar en caso de avería.

Invertir en un plan de servicio te permitirá evitar hasta el 67% de posibles averías eléctricas y las pérdidas financieras asociadas. Los planes de servicio ayudan reducir los gastos generales de mantenimiento y prolongan la vida útil de los equipos eléctricos.

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