Equilibrar la seguridad y la eficiencia: el mundo de alto riesgo de las plataformas petroleras offshore
En la costa de África, una de las siete grandes compañías petroleras opera una plataforma petrolífera del tamaño de tres campos de fútbol. Aislada en el océano, esta estructura con aspecto de ciudad depende de su red eléctrica autosuficiente alimentada por el oro negro que extrae.
Pero en cada plataforma petrolífera hay un peligro latente. Es altamente inflamable y vulnerable a la más mínima chispa. Incluso el más mínimo percance eléctrico podría provocar una catástrofe. El equilibrio entre la generación de energía y la seguridad es muy delicado. El sobrecalentamiento no detectado, si no se controla, puede dañar equipos críticos como los cuadros eléctricos, lo que provoca tiempos de inactividad y afecta las operaciones. Estos eventos pueden interrumpir significativamente las operaciones y requerir costosas reparaciones o reemplazos. Más allá del sobrecalentamiento, cualquier tiempo de inactividad en una plataforma petrolífera representa una enorme pérdida financiera. Minimizar estas interrupciones es clave para mantener la eficiencia y la rentabilidad.
La búsqueda de seguridad y eficiencia incomparables
Impulsada por el imperativo de salvaguardar vidas y evitar la ruina financiera, la compañía petrolera se embarcó en una misión para reinventar su enfoque de gestión de redes eléctricas. Su visión era clara:
- Fortalecer la integridad de los activos y reforzar la seguridad de los trabajadores;
- Reducir los casos de fallas eléctricas y los tiempos de inactividad operativos resultantes;
- Minimizar la fuerza laboral en el sitio, reduciendo la exposición humana a los peligros.
Este caso de uso explora el camino hacia el logro de estos objetivos a través de un cambio estratégico en la gestión de redes eléctricas.
Prevención del sobrecalentamiento y riesgos de seguridad en circuitos eléctricos de alto voltaje para operaciones en plataformas marinas
Cada vez que se enciende el circuito eléctrico, existe la posibilidad de que se produzca una chispa. Mantener un suministro de energía ininterrumpido al proceso puede ser un desafío. Los disyuntores y contactores desempeñan un papel crucial en la protección de toda la red eléctrica y el equipo, asegurando la detección cuando ocurren eventos inesperados y la protección de la red eléctrica. Un problema en este proceso es el sobrecalentamiento inesperado de las conexiones debido a la instalación incorrecta del equipo. Esto puede causar una fuga térmica, lo que lleva a una explosión o un corte de energía.
Tradicionalmente, la red eléctrica de la plataforma, un centro neurálgico vital de la energía, era una bestia domesticada mediante medidas reactivas. Los métodos tradicionales, como las inspecciones periódicas con cámaras térmicas, eran meros parches, que ofrecían una previsión limitada y estaban plagados de riesgos de electrocución. La red, un laberinto de circuitos de alto voltaje, era una danza constante con peligro, donde el sobrecalentamiento podía significar un desastre.
A pesar de estos enormes desafíos, el panorama del mantenimiento de la red eléctrica está experimentando un cambio revolucionario. En esta nueva era de la información y la tecnología, están surgiendo soluciones innovadoras que abordan y transforman estos riesgos en oportunidades para una mayor seguridad y eficiencia.
Implementación del plan de servicios digitales y sensores térmicos de Schneider Electric para la gestión proactiva de la red eléctrica
Nunca ha habido una manera de mantener la red eléctrica de forma proactiva. Pero esto ha cambiado en la era de la información. La tecnología del siglo XXI ha desarrollado sensores diminutos pero poderosos. Estos sensores térmicos recogen datos de la red eléctrica. Esta digitalización de la vigilancia de la red eléctrica permite a las empresas predecir y prevenir vulnerabilidades en su red. En última instancia, esto aumenta su seguridad y evita la pérdida de ingresos por cortes de energía.
Los datos son recopilados por sensores térmicos instalados en lugares críticos de la red eléctrica. Estos guardianes de dos centímetros, alimentados por la corriente que controlan, son la primera línea de defensa de la red. Recopilan diferentes tipos de datos y utilizan el aprendizaje automático para crear un modelo predictivo de cómo debería comportarse el equipo eléctrico. Por ejemplo, puede predecir la temperatura media de una conexión en función de la corriente que fluye a través de ella. Todos los datos se recogen en un panel de control y son monitoreados por un equipo remoto de expertos llamado Connected Services Hub. Y aquí reside el poder de prever lo invisible.
Cualquier anomalía en los datos indica que la salud del equipo eléctrico podría estar desviándose. Schneider Electric evalúa constantemente la criticidad de las amenazas para la salud determinando el impacto de la falla del equipo en la red. Los resultados son interpretados por expertos eléctricos, que pueden decidir si una amenaza para la salud es un falso positivo, si la alarma es redundante o si es necesario advertir al cliente.
En 2021, el Connected Services Hub detectó una anomalía: un fusible se estaba calentando peligrosamente, 16 grados por encima de lo normal. Esta anomalía, invisible para el ojo humano, era una bomba de relojería. Se actuó rápidamente y se evitó lo que podría haber sido un infierno a punto de estallar. El culpable: un fusible mal ensamblado, un defecto que antes habría pasado desapercibido, ahora atrapado por la atenta mirada de la vigilancia digital.
Maximizar la seguridad y la eficiencia: lograr un mantenimiento proactivo y la reducción de riesgos con la digitalización en plataformas offshore
Con el Plan de Servicio habilitado digitalmente, el cliente alcanzó sus objetivos de
1.) garantizar la integridad de los activos y una mayor seguridad para los trabajadores,
2.) reducir las fallas eléctricas, el tiempo de inactividad no planificado y los costos de mantenimiento, y
3.) reducir la cantidad de personas en el sitio.
Al digitalizar la supervisión de su red eléctrica, ahora tienen una forma de prevenir de manera proactiva que ocurran incidentes. Además, los sensores térmicos y el Plan de Servicio habilitado digitalmente lograron:
Mitigar el sobrecalentamiento del equipo y, en última instancia, el incendio;
Minimizar el tiempo de inactividad de la producción;
Optimizar la vida útil de los activos;
Optimizar el apagado completo del campo (FFSD) con recomendaciones de mantenimiento basado en la condición.
Esta nueva forma de abordar el mantenimiento de la red eléctrica aprovecha todo lo que ofrece la digitalización y revoluciona la forma en que las industrias de alto riesgo pueden operar de manera más segura y eficiente. La transformación del mantenimiento reactivo al proactivo, posibilitada por la tecnología innovadora de Schneider Electric, no solo mejora la seguridad operativa, sino que también garantiza la continuidad en entornos de alto riesgo.
Este estudio de caso es un testimonio del poder de la digitalización para abordar desafíos complejos y establecer un nuevo estándar para las prácticas de la industria. A medida que avanzamos, queda claro que aprovechar las tecnologías avanzadas en la gestión de redes eléctricas no es solo una ventaja estratégica, sino una necesidad para garantizar la seguridad, la sostenibilidad y la rentabilidad en un panorama industrial cada vez más complejo y exigente.
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