Los centros de datos son la piedra angular de la infraestructura digital actual. Alojan aplicaciones esenciales, almacenan grandes cantidades de datos y soportan una amplia gama de servicios de los que dependen empresas e individuos. Por lo tanto, garantizar una energía fiable y resiliente es fundamental.
Esto es especialmente cierto para los grandes centros de datos, donde cada milisegundo de tiempo de actividad es crucial, y el tiempo de inactividad puede resultar en pérdidas financieras que superan el millón de dólares la hora. Si la energía falla durante el procesamiento crítico de datos, las consecuencias pueden ser catastróficas, llevando a pérdidas financieras significativas y potencialmente dañando la reputación de una empresa. Para evitar tales resultados, los sistemas de energía de los centros de datos deben centrarse en la fiabilidad y la resiliencia, asegurando que los servidores permanezcan operativos y los procesos continúen sin interrupciones.
Las tecnologías digitales proporcionan información sobre el rendimiento y la salud de los equipos, mejorando la fiabilidad y la resiliencia de los sistemas de energía de los centros de datos.
Para mantener la operatividad incluso en circunstancias desafiantes, debemos entender las diferencias entre fiabilidad y resiliencia y cómo impactan en las operaciones de los centros de datos.
La fiabilidad se centra en construir sistemas robustos que maximicen el tiempo de actividad mediante la inmunidad a las interrupciones, mientras que la resiliencia enfatiza la capacidad de estos sistemas para responder y recuperarse de interrupciones y condiciones adversas, como fallos de hardware, desastres naturales, ciberataques o cortes de energía. La fiabilidad asegura una operación continua, mientras que la resiliencia mantiene la continuidad del negocio. Dado que las empresas de hoy enfrentan crecientes demandas y desafíos, es importante entender y mejorar estos dos aspectos críticos de los sistemas de energía.
Examinemos estos conceptos en más detalle, observando sus indicadores clave de rendimiento (KPIs) y el éxito en el mundo real, ilustrando cómo los sistemas de energía resilientes y fiables aportan un valor significativo.
La base de las operaciones continuas
La fiabilidad es la columna vertebral de cualquier infraestructura energética robusta. Es la promesa de que las luces permanecerán encendidas, los servidores seguirán funcionando y el negocio operará sin interrupciones.
Las estrategias para mejorar la fiabilidad incluyen la redundancia y la integración de diversas fuentes de energía para crear sistemas de respaldo que puedan tomar el relevo en caso de fallo, de modo que no exista un único punto de fallo. Esto puede incluir líneas de energía secundarias, transformadores adicionales o generadores en paralelo. Estas fuentes de energía distintas—grupos electrógenos, paneles solares y almacenamiento en baterías—añaden otra capa de seguridad al proporcionar medios alternativos de energía durante cortes o demandas máximas.
En un entorno de alta demanda como un centro de datos, la fiabilidad se mide mediante KPIs como:
- Tiempo de producción en funcionamiento
- Tiempo medio entre fallos (MTBF)
- Tasa de inactividad de las máquinas
Los centros de datos buscan una alta disponibilidad, a menudo cuantificada en términos de «nueves» (por ejemplo, 99,995% de tiempo de actividad). Lograr estas métricas de fiabilidad y disponibilidad requiere un diseño robusto, mantenimiento proactivo y monitorización continua.
Reaccionar y adaptarse rápidamente a las interrupciones
La resiliencia se centra en la rapidez y eficacia con la que un sistema puede recuperarse de eventos imprevistos para minimizar el impacto en las operaciones y la continuidad del negocio.
Las estrategias de resiliencia incluyen el mantenimiento predictivo, la monitorización basada en condiciones y los diagnósticos remotos.
- El mantenimiento predictivo utiliza análisis de datos para anticipar y abordar posibles problemas antes de que provoquen fallos en el sistema.
- La monitorización basada en condiciones supervisa la salud y el rendimiento del equipo en tiempo real, ayudando a identificar la estrategia de mantenimiento óptima y alertando rápidamente cuando sea necesaria una intervención.
- Los diagnósticos remotos permiten una evaluación e intervención rápidas, reduciendo el tiempo de inactividad y acelerando la recuperación.
En los centros de datos, la resiliencia se mide mediante KPIs como:
- Costes por Pérdida de Servicio (LOSC)
- Tiempo Medio Entre Fallos (MTBF)
- Número de Interrupciones
- Tasa de Inactividad de las Máquinas
Estas métricas ayudan a las organizaciones a entender la capacidad de su sistema para soportar y recuperarse de las interrupciones, asegurando que los servicios permanezcan disponibles a pesar de los desafíos.
Por ejemplo, si ocurre un desastre natural o un fallo inesperado del equipo, un sistema de energía resiliente puede diagnosticar rápidamente el problema, aislar las áreas afectadas y restaurar las operaciones normales con mínima demora. Esta capacidad de respuesta rápida es crucial para mantener los servicios críticos y evitar pérdidas financieras significativas.
El papel de la digitalización y el análisis predictivo en la fiabilidad y la resiliencia
Integrar tecnologías digitales crea una red conectada e inteligente con capacidades de recopilación y análisis de datos en tiempo real. Proporciona información sobre el rendimiento y la salud de los equipos. El análisis predictivo también puede usar estos datos para anticipar problemas potenciales y abordarlos proactivamente, evitando fallos antes de que ocurran.
Los dispositivos conectados y los sensores IoT monitorizan continuamente varios parámetros del sistema de energía. Estos dispositivos recopilan datos sobre temperatura, humedad, vibración y otros factores críticos y los transmiten a sistemas de gestión centralizados. Los algoritmos pueden identificar patrones de datos y predecir fallos potenciales, permitiendo un mantenimiento oportuno y evitando costosos tiempos de inactividad.
Los gemelos digitales, réplicas virtuales de los sistemas de energía, contienen la arquitectura del sistema, placas de identificación de activos e información de hojas de datos. Pueden usarse para mejorar aún más el análisis predictivo simulando diferentes escenarios y estrategias de mitigación. Esto ayuda a planificar y optimizar los calendarios de mantenimiento, mejorar el diseño del sistema y gestionar eficazmente las expansiones o mejoras del sistema. Al aprovechar estas tecnologías, las empresas pueden asegurar que sus sistemas de energía sigan siendo fiables y resilientes, adaptándose rápidamente a las interrupciones y manteniendo una operación continua.
Los servicios de consultoría mejoran el rendimiento del sistema
Los servicios de consultoría mejoran la fiabilidad y la resiliencia de los sistemas de energía a través de conocimientos expertos y soluciones personalizadas:
- La consultoría proactiva implica evaluaciones y valoraciones regulares para identificar problemas potenciales en una fase temprana. Esto ayuda a las empresas a tomar decisiones informadas sobre actualizaciones y mantenimiento, asegurando operaciones continuas y fiables.
- La consultoría reactiva aborda los problemas a medida que surgen, con una intervención experta rápida para diagnosticar y resolver problemas. Esto minimiza el tiempo de inactividad y ayuda a un rápido retorno a las operaciones normales.
En estos escenarios, los servicios de consultoría aprovechan las herramientas digitales y los datos en tiempo real para proporcionar información precisa y oportuna. La combinación de la experiencia in situ con análisis avanzados permite a las empresas optimizar sus sistemas de energía para un máximo rendimiento y resiliencia.
Éxito en el mundo real
Compass Datacenters, reconocida como una de las 5.000 empresas de más rápido crecimiento según Inc. Magazine, diseña y construye centros de datos para algunos de los mayores proveedores de hiperescala y cloud del mundo. Su colaboración con Schneider Electric implica un acuerdo multianual de $3 mil millones para fabricar soluciones modulares prefabricadas para centros de datos. Esta asociación asegura una alta disponibilidad y una rápida recuperación de las interrupciones al integrar las cadenas de suministro y aprovechar tecnologías innovadoras. El resultado es una infraestructura de centros de datos escalable, fiable y resiliente que satisface las crecientes demandas de la IA y otras tecnologías.
Las soluciones de Schneider Electric permiten a Compass Datacenters desplegar rápidamente centros de datos manteniendo altos estándares de fiabilidad y resiliencia. Este enfoque incluye sistemas avanzados de monitoreo y gestión que permiten el análisis de datos en tiempo real y el mantenimiento optimizado. Como resultado, Compass puede abordar proactivamente problemas potenciales antes de que impacten en las operaciones, lo que ayuda a asegurar un servicio continuo para sus clientes.
Asegurando operaciones continuas: Un recordatorio final
Mientras que la fiabilidad se centra en mantener operaciones continuas y minimizar el tiempo de inactividad, por sí sola no garantiza la resiliencia. De la misma manera, un sistema resiliente puede adaptarse y recuperarse rápidamente de las interrupciones, pero sin fiabilidad, aún puede enfrentar interrupciones frecuentes. Los sistemas de energía robustos deben integrar ambos conceptos; las tecnologías digitales, el análisis predictivo y los servicios de consultoría proporcionan las herramientas para equilibrar estos dos aspectos críticos.
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