Las Etiquetas Ecológicas de tipo III son declaraciones ambientales de producto que proporcionan de forma cuantitativa los datos ambientales de un producto o servicio a lo largo de todo su ciclo de vida. A diferencia de las etiquetas de tipo II, tal y como explicábamos en el blog ¿Cómo evaluar la sostenibilidad de un producto o servicio?, toda la información que proporcionan ha sido verificada por un tercero. En este nuevo artículo os explicamos la información que incluyen, indicadores y qué debéis considerar para comparar las etiquetas ecológicas tipo III de los productos de fabricantes de materiales eléctricos, electrónicos y HVAC.
Aunque todas las Declaraciones Medioambientales de Producto suelen tener una información similar, según el operador del programa —el organismo encargado de desarrollar, aprobar y publicar las reglas de reporte para cada categoría y las específicas de cada producto— pueden existir pequeñas diferencias. Nos centraremos en este caso en la más común en sector eléctrico, electrónico y HVAC, las conocidas como PEP[1].
¿Qué información contiene el PEP?
La ficha del PEP (por sus siglas en inglés Product Environmental Profile) incluye los siguientes apartados: producto y pequeña descripción; función o unidad funcional; materiales incluyendo los del embalaje; la información medioambiental adicional de las cinco fases del ciclo de vida -fabricación, distribución, instalación, utilización y fin de ciclo-; y, el impacto medioambiental en las distintas fases, con un indicador clave: la contribución al calentamiento global.

Incluir los EPD – conocidos como PEP en el caso de sector EEE y HVAC- como parte de los requisitos de un proyecto nos permite disponer de la información que necesitamos para poder comparar y elegir el de menor impacto medioambiental. Para hacer bien esta comparación hay aspectos importantes, especialmente comparando productos de distintos fabricantes.
- Los datos de los PEP no son exactos, los estándares permiten al fabricante un margen de +/- 5% de margen de error. Si comparas dos productos y la diferencia entre sus indicadores no supera el 10%, deberías considerarlos iguales.
- Si estableces la comparación a partir del total de la huella de carbono, a que a no ser que el análisis del ciclo de vida se haya hecho de la misma forma puede tener diferencias significativas.
- La huella de carbono del periodo de utilización puede estar en distintos factores de emisiones. Todos los productos eléctricos tienen pérdidas eléctricas que generan emisiones, en el caso de productos como los SAIS o los aires acondicionados es habitual que gran parte de sus emisiones se concentren en esta etapa del ciclo de vida. Por ejemplo, si cogemos como referencia el factor de emisión de los países de la UE este en noviembre 2023 estaba en 0,231 Kg CO2e/kWh, mientras que, si cogías el de Francia en ese mismo período, bajaba hasta 0,025 Kg CO2e/kWh.
Otros puntos importantes para tener en cuenta cuando establecemos una comparación y que recogen en muchísima más profundidad el Energy Management Research Center en su Guía para evaluar la sostenibilidad de un producto, son la importancia de que se utilicen perfiles similares de uso, etc.

Hay aspectos que van más allá de los recogidos en las declaraciones y que son importantes en nuestra decisión de compra. El primero es la durabilidad del producto, cuánto tiempo el producto nos da servicio de forma correcta con una degradación y gastos de mantenimiento mínimos. En este sentido, cuanto más larga sea la vida útil, más atrasaremos el impacto medioambiental de fabricar, distribuir e instalar uno nuevo. Deberemos tener en cuenta, por ejemplo, que un producto sea modular y podamos reemplazar solo una de sus partes. El segundo aspecto, es la posibilidad de reparación y la facilidad con la que se puede hacer. Por último, un aspecto que cada vez coge más relevancia, la posibilidad de que una vez no necesitemos el producto o queramos reemplazarlo podamos enviarlo a su fabricante para que puedan reutilizarse todos los componentes que sea posible, y para aquellos que no lo sea, garantizar un correcto reciclado.
[1] PEP es el término utilizado por la P.E.P association, responsable del PEP ecopassport Environmental Declaration Program.
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