A finales de setiembre China anunció la puesta en marcha parcial del radiotelescopio FAST, que con 500m de diámetro desbancaba al de Arecibo (305 m diámetro) como el más grande del mundo. Pero no es únicamente el tamaño de este radiotelescopio lo que lo hace tan fascinante, sino la tecnología que lleva implícita.
Antes de intentar conocer el funcionamiento de este radiotelescopio, debemos señalar que la forma ideal de un radiotelescopio es la de un paraboloide, no una semiesfera. Esto es debido a que cualquier onda que llegue paralela a su eje de simetría y se refleje en su superficie converge a un único punto, la focal de la parábola, siendo un gran punto a favor frente a la focalización de las señales en una semiesfera. Así, para poder seguir apuntando a la zona del espacio con la que se está trabajando y compensar la rotación terrestre, sería necesario poder orientar la semiesfera completa. Ya sea con 500m o 305m de diámetro esto es algo impensable.
La solución de Arecibo
Para evitar la distorsión provocada por la geometría del radiotelescopio, se ha sumado a la semiesfera un complejo sistema de espejos que focalizan la información sobre un receptor que se va reorientando en tiempo real. A pesar de la complicada combinación de movimiento y espejos la posibilidad de lectura de señales del radiotelescopio no es más de 20º desde el cenit.
¿Cómo incrementará la posibilidad de recepción de señales hasta 40º FAST?
Aunque parezca inimaginable, FAST convertirá una superficie de 300 m de diámetro de semiesfera a paraboloide. Además se podrá orientar en tiempo real para compensar el movimiento de la tierra dentro de su diámetro de 500m.
Para conseguir este cambio de forma, se usan 2225 actuadores que modifican la posición malla del telescopio y láseres que comprueban la posición de la misma en 1000 puntos diferentes de su superficie.
¿Lo emulamos?
La coordinación de toda este aparamenta y la gestión de la información generada debe ser una tarea titánica. Pero queremos imaginar qué necesitaríamos para ponerlo en marcha. Si tenemos en cuenta los requerimientos más básicos que puede necesitar una instalación de este tipo, necesitaríamos como mínimo 2225 motores con su feedback y aproximadamente mil lecturas de posición aparte, lo que nos lleva a no menos de 30 controladores de la gama top de Pac Drive, capaces de coordinar 99 motores en 2ms. Con estas cifras, podríamos empezar a emular este complicado y excitante sistema.
Desde la visión de ingeniero, coordinar este tipo de equipo, gestionar y tratar la información recogida es intrigante y apasionante. El futuro de la astronomía depende también de los OEMs.
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