Hemos visto el desarrollo del IIoT, así como los desafíos que va encontrar en su camino. Por último, vamos a ver una arquitectura compleja basada en IIoT y en la que podremos observar todo su impacto.
Cuando una fábrica inteligente empieza a implementar control inteligente y sistemas de optimización de activos gestionados por operarios adaptados a las nuevas habilidades, los proveedores de automatización han de responder con la implementación del IIoT en todos los niveles de la jerarquía de automatización.
Debemos tener en cuenta que con el incremento de la electrónica embebida, la inteligencia conectada migrará hasta niveles más bajos de la jerarquía de automatización, hasta el nivel de control, sensores y accionadores. Como resultado, los sistemas de tecnología operacional (OT) se unirán a los sistemas de tecnologías de la información (IT) y la jerarquía de automatización evolucionará hacia una arquitectura más plana e impulsada por la información.
Es verdad que las implicaciones a largo plazo del IIoT aún no están del todo claras, pero las tecnologías y arquitecturas empleadas actualmente han de ser flexibles, adaptables al cambio y capaces de integrar sistemas heredados. Las arquitecturas y enfoques monolíticos y muy jerárquicos ya no funcionarán en el futuro.
En base a lo dicho hasta ahora, podemos ver una arquitectura en dos capas, entre las cuales la información fluye con semántica transparente y descubre mecanismos basados en los estándares industriales.
Por un lado, podemos ver una capa sensible en relación al tiempo para poder llevar a cabo control a tiempo real. En esta destaca el hecho de que las tecnologías que incluye son fundamentalmente las mismas tecnologías IIoT usadas en la capa de la empresa en la nube per optimizadas para las comunicaciones en tiempo real.
Los dispositivos OT de esta capa – sensores, accionadores y controladores – están preparados para trabajar en la nube y son capaces de interactuar de forma transparente con los sistemas IT de la segunda capa.
Por otro lado, encontramos una capa en la nube donde los sistemas de la compañía (ERP, MOM, PLM, SCM, CRM, etc.) y las funciones de nueva generación como la gestión de activos o de energía interoperan las unas con las otras y con los sistemas de la capa anterior.
Con esta arquitectura de ejemplo podemos ver la necesidad de interconexión entre los diferentes dispositivos y sistemas para logran una arquitectura segura, fiable y eficiente.
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