Te presento a Marta, amante del café recién tostado. Cada mañana, antes de entrar en la oficina, disfruta de la tranquilidad que se respira a primera hora del día en su cafetería de confianza. Se sienta siempre en la misma mesa, la de la esquina del fondo; coge el periódico y empieza a ojearlo mientras espera que le traigan el café y el mini bocadillo de queso. No hace falta ni que lo pida, Marta es una clienta recurrente y saben perfectamente lo que quiere.
Imagínate la decepción de Marta cuando ayer no pudo continuar con su rutina preferida. Un empleado había dejado el congelador abierto toda la noche, estropeando toda la comida. Ella trabaja en seguridad y monitorización de instalaciones, por lo que no puede evitar preguntarse: ¿es que la puerta no tiene un sensor de contacto? ¿no se monitoriza la temperatura? ¿no hay alarmas? Un congelador comercial contiene productos de mucho valor. ¿No cuenta con un control remoto y un sistema de notificación? Ante esas preguntas, y sabiendo el resultado final, solo puede suponer que la respuesta es no.
Existe un paralelismo entre esta situación y la falsa creencia de que, porque el equipo informático haya ganado en resistencia y la virtualización sea preponderante, no hay necesidad de monitorizar el entorno IT. Es razonable pensar eso, pero en realidad puede tener consecuencias devastadoras. La monitorización y la alerta en tiempo real sigue siendo básica para cualquier instalación IT.
Hay datos que respaldan esta afirmación. En 2016, un 11% de todos los apagones en data centers eran atribuibles a daños por agua o altas temperaturas. Pensad en ello: incluso con ciber amenazas como DoS, ataques MITM y conspiraciones Phishing que demandan casi todo nuestro tiempo y atención, uno de cada diez apagones en data centers eran causados por condiciones ambientales fácilmente evitables. Afortunadamente, existen formas simples y eficientes de prevenir tales apagones, por una fracción del tiempo y del coste que, normalmente, requiere luchar contra las ciber amenazas. Una estrategia de monitorización ambiental básica incluirá sensores de temperatura en cada rack IT, sensores de humedad en cada tercer rack y detectores de fugas a lo largo de la habitación. Para monitorizar un data center, implementar un gran detector de fugas “tipo cuerda” te permitirá proteger una fila entera o el plenum contra el daño por líquidos, usando un único dispositivo sensor. Para monitorizar una instalación IT en Edge o un armario de conexiones, normalmente es suficiente usar detectores de líquidos más pequeños, por encima y por debajo del rack.
Muchos entornos informáticos modernos dependen de un equipo IT convergente que, normalmente, se preconfigura fuera en un único rack y, después, se traslada al data center. En un entorno dinámico como ese, los sensores de temperatura y humedad inalámbricos proporcionan mucha flexibilidad y ahorros de costes, al eliminar todos los problemas del cableado. Un beneficio añadido de los sensores inalámbricos respecto a las rígidas estructuras de cableado es la posibilidad de moverlos a lo largo de todo el espacio IT a medida que las condiciones de calefacción y refrigeración de la estancia cambien.
Está claro que los data centers, las instalaciones IT Edge e, incluso, los armarios de conexiones estándares se pueden beneficiar mucho de un sólido sistema de monitorización del entorno. Es demasiado el riesgo que supone olvidarse de un dispositivo tan simple y asequible, sin mencionar el daño a la credibilidad y la imagen que puede ocasionar. Al romper con la falsa creencia de la resiliencia de los equipos IT, puedes impedir que el congelador de tu propia cafetería meta la pata.
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