Los centros de datos lideran la sostenibilidad con emisiones de carbono Cero Netas para el futuro

En el tiempo que llevo trabajando en el sector de los centros de datos, he visto cómo los centros de datos recibían alabanzas de parte de todos los sectores de la sociedad. Por un lado, las personas que disfrutan de un estilo de vida cada vez más automatizado digitalmente celebran que haya centros de datos que les permiten tener acceso a aplicaciones y a la información en tiempo real. Por otro lado, las empresas que se dedican a vender soluciones y servicios digitales a esos mismos consumidores también aprecian los centros de datos porque les permiten llegar a mas clientes y estar mas cerca de ellos. Por último, los Gobiernos dependen de más de 30.000 centros de datos en todo el mundo que dan servicios a sus ciudadanos y cada vez serán mas.

Por lo tanto ¡todo el mundo está de acuerdo en que los centros de datos son imprescindibles para nuestra sociedad!

Cuando el mundo empezó a moverse hacia la digitalización y se necesitaron centros de datos más grandes, algunas ciudades desarrollaron programas para atraer estas nuevas infraestructuras. La construcción de centros de datos proporcionó puestos de trabajo locales. Las ciudades ofrecieron exenciones fiscales y suministros de electricidad y de agua subvencionados y de bajo coste. Esto permitió que los centros de datos crecieran exponencialmente y por lo tanto el consumo de estos creció de forma proporcional. Su tamaño pasó de medirse en megavatios (millones de vatios) a decenas de megavatios, y ahora algunos incluso se miden en cientos de megavatios. Así que, viendo el impacto futuro que esto podría tener en la sociedad y gracias a el compromiso y la visión de las empresas del sector, se hizo un llamamiento para que los centros de datos fueran más sostenibles.

Los centros de datos en el punto de mira por su consumo energético

Los centros de datos pasaron a estar cada vez más en el punto de mira, a medida que la curva de crecimiento se aceleraba. En abril de 2008, se publicó un estudio conjunto del Uptime Institute y McKinsey & Company en el Uptime Symposium de Orlando. El estudio demostró que el consumo energético en los centros de datos top tier se estaba disparando, con un crecimiento anual del 24% y, en la fecha de publicación, el uso de energía en los centros de datos era casi el 0,5% del consumo energético mundial. El informe afirmaba que, si esas tendencias seguían sin control, las emisiones de gases de efecto invernadero de los centros de datos se cuadruplicarían en 2020. Para mejorar la eficiencia energética en los centros de datos corporativos a gran escala, el informe Uptime recomendaba tres soluciones:

· Obligar a incluir el verdadero coste total de propiedad en las nuevas compras

· Madurar e integrar rápidamente la gestión de los activos

· Nombrar un «Zar de la Energía» interno con el cometido de duplicar la eficiencia energética de las IT para 2012.

Tras releer el informe, observé algunas cuestiones interesantes:

1. La atención se enfocaba en los centros de datos empresariales, ya que el Edge Computing estaba justo empezando a despegar.

2. Los softwares de gestión eran inmaduros y, por otro lado, las analíticas y la Inteligencia Artificial se consideraban tecnologías de «ciencia ficción».

3. Los centros de datos de la época se medían lo mínimo, si es que se hacía, por lo que era imposible realizar cualquier analítica útil.

4. El informe no tuvo en cuenta el importante efecto que la virtualización de servidores iba a tener en la reducción del consumo de energía de las IT.

5. El término «Zar de la Energía» no tenía pies ni cabeza, ya que rápidamente se convirtió en CSO (Chief Sustainability Officer). El título se popularizó tan rápido que la función emergente de Chief Security Officers (encargada de la ciberseguridad) tuvo que crear el acrónimo CISO (Chief Information Security Office) porque CSO ya estaba cogido.

«¿Hablas conmigo?»

Se rumorea que este informe impulsó a Greenpeace a centrar su atención en los centros de datos de los gigantes mundiales de Internet (muchos de ellos con sede en Estados Unidos) a partir de 2009. A su favor, los gigantes de Internet ya estaban centrados en mejorar drásticamente la eficiencia de los centros de datos con enfoques como los SAIs de súper alta eficiencia, la refrigeración gratuita o de alta eficiencia, y la adopción masiva de la virtualización de servidores. Cuando Greenpeace abrió sus investigaciones, el sector pareció vivir una escena de la película Taxi Driver de 1976, en la que Robert DeNiro pregunta: «¿Hablas conmigo?». Sí, Greenpeace criticó de forma muy pública a los gigantes mundiales de Internet en sus informes Clicking Clean. Estos informes se actualizaban periódicamente y presentaban un «índice de energía limpia» y un sistema de clasificación que utilizaba datos de las empresas o información disponible públicamente. El índice reflejaba la cantidad de energía limpia (eólica, solar, hidráulica) que la empresa utilizaba de media para alimentar sus centros de datos. Al principio se centró en los gigantes de Internet con sede en EE.UU., sobre todo porque las empresas tecnológicas europeas, en su mayoría, estaban muy por delante en materia de energías renovables, y el auge de los centros de datos chinos era todavía muy incipiente.

Uno de los primeros en ser criticado fue Facebook, que colaboró con Greenpeace durante dos años antes de llegar a un acuerdo en 2011. El plan se centraba en invertir y utilizar energías renovables. Este acuerdo sirvió de ejemplo para el resto del sector de los centros de datos. Actualmente, los centros de datos de Facebook son emisores neutrales de carbono y su propio informe de sostenibilidad de 2019 asegura: «Nuestros centros de datos tienen contratada una energía 100% renovable y son un 80% más eficientes en el uso del agua que la media de los centros de datos.»

Mostrando el camino hacia un futuro sostenible y neutral en carbono

Desde este acuerdo pionero, todos los gigantes de Internet han seguido su ejemplo: Apple, AWS, Microsoft y Google. Para limpiar su huella de carbono,

estas empresas (igual que Facebook) han invertido en la generación de energía renovable a través de acuerdos de compra de energía (PPA). Anteriormente, los PPA eran utilizados exclusivamente por las compañías eléctricas para contratar energía renovable. Sin embargo, desde 2008, los responsables de comprar energía en empresas e industrias empezaron a usar los PPA. Desde entonces, las empresas han invertido en varios cientos de megavatios de PPA en todo el mundo, principalmente en energía eólica, pero cada vez más en energía solar, y se les considera una de las razones del crecimiento exponencial de la demanda de renovables.

Este año, Apple se ha comprometido (con un documento de 99 páginas) a ser neutral en carbono para 2030 en su cadena de suministro, en sus operaciones y en sus productos. Sus centros de datos ya son neutrales en carbono. Apple lo logrará reduciendo y compensando las emisiones. Tiene previsto reducir sus propias emisiones de carbono en un 75% en comparación con 2015. Equilibrará el otro 25% mediante «proyectos de eliminación de carbono de alta calidad» para compensar las áreas de sus operaciones en las que actualmente es inevitable emitir carbono.

Photo caption: Granja solar del centro de datos de Apple – YouTube Gerald Waller

Google ha trabajado mucho para descarbonizar sus centros de datos. En 2017, la compañía anunció que había logrado el 100% de energía renovable en todas sus operaciones, incluidos sus centros de datos. Hoy, todos los datos procesados por Google Cloud tienen emisiones de carbono cero netas.

Photo caption: Centro de datos de Google en los Países Bajos con turbinas eólicas

El objetivo de Microsoft no es solo eliminar totalmente el impacto medioambiental de sus centros de datos, sino convertirlos en negativos en carbono. La empresa es neutral en carbono desde 2012, y funciona al 100% con energías renovables desde 2014 (el 60% de sus centros de datos funcionarán con energía renovable para el próximo año). Microsoft ha implantado un precio interno del carbono y cobra a sus departamentos internos un impuesto sobre el carbono. Además, para 2050, Microsoft se comprometió a «eliminar del medio ambiente todo el carbono que la empresa ha emitido directamente o por consumo eléctrico desde su fundación en 1975.» Plantar árboles podría ser una forma, y capturar el aire y almacenarlo en humedales que puedan contener carbono es una forma de eliminar activamente el carbono de la atmósfera, pero Microsoft aún no ha revelado su método, sólo su intención.

Amazon Web Services es el mayor proveedor de Edge Computing. En 2014, su CEO Jeff Bezos anunció un compromiso a largo plazo para alimentar todos los centros de datos de Amazon con energía renovable 100% para 2030. AWS superó el 50% de uso de energía renovable en 2018. En 2019, anunció tres nuevos parques eólicos en Irlanda, Suecia y Estados Unidos. Cuando se completen, se espera que generen 670.000 megavatios hora (MWh) de energía renovable al año, una cifra enorme. La empresa ha revisado su objetivo para 2030 y ha asegurado que podrá alcanzarlo para 2025.

Lograr la sostenibilidad: una iniciativa mundial

Los gigantes mundiales de Internet están dando pasos agigantados en la carrera contra el carbono, pero ¿qué pasa con los gigantes de Asia Oriental, que crecen rápidamente? Greenpeace Asia Oriental y la Universidad de Energía Eléctrica del Norte de China han publicado su primera clasificación de energías renovables en los gigantes tecnológicos chinos, que abarca a empresas como el operador de centros de datos Chindata, Alibaba, Tencent, GDS y Baidu. Según el informe, muchas de las empresas están en el buen camino para reducir y eliminar el carbono.

Fueron 196 los países que firmaron el Acuerdo de París para hacer frente al cambio climático, reduciendo las emisiones de CO2. Los países fijaron su contribución a nivel nacional en porcentajes y en intervalos de 10 años. Se espera que muchos países tengan el objetivo de ser neutrales en carbono para 2050. Como hemos visto, las empresas que operan los mayores centros de datos prevén conseguirlo mucho antes. Las alabanzas hacia los centros de datos ahora pueden adoptar una nueva forma, ya que están mostrando el camino hacia un futuro sostenible y neutral en carbono.

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