Una mala calidad de la energía puede causar estragos en la disponibilidad de los sistemas de las empresas, lo que afecta la seguridad y aumenta los costos de operación. Desde una perspectiva de seguridad, imagine una mina que experimenta un apagón, causando fallas en los dispositivos de ventilación o desgasificación. Se debe evacuar inmediatamente la mina para proteger a los mineros ante la falta de oxígeno, pues es posible que haya una explosión repentina. Dependiendo de la industria, la pérdida de ingresos a causa de la inactividad puede ser de millones de dólares al día. En los entornos de manufactura, la infraestructura de procesos también estará en riesgo si ocurre una falla de energía. Un fabricante de plásticos que experimente una interrupción de energía, encontrará un gran problema en poco tiempo: el plástico líquido dentro de la tubería se endurecerá, y requerirá de trabajo intensivo y de una operación de limpieza que consumirá mucho tiempo.
Aunque varios factores influyen en el diseño de un sistema de energía confiable, un elemento clave a considerar es el tipo apropiado de Sistema de Energía Ininterrumpida (UPS, por sus siglas en inglés) que se va a implementar. Dentro del sistema eléctrico general, una de las principales funciones de una UPS es proporcionar un puente de energía temporal de respaldo, para una fuente de energía alternativa de mayor duración (como por ejemplo un generador diésel) cuando el suministro de energía se vea interrumpido.
Hoy en día, en las industrias como la de gas y petróleo, agua/aguas residuales, marítima, minera, nuclear, de generación de energía convencional e industrias de transmisión y distribución de energía; podemos encontrar distintos tipos de UPS: UPS de sistemas estándar (que a menudo se ven en edificios de oficinas y cuartos técnicos) y UPS de sistemas industriales (que se encuentran generalmente en entornos hostiles y más extremos).
Para las organizaciones que buscan maximizar la seguridad y la disponibilidad de los sistemas, y reducir sus costos sin tener que sacrificar la confiabilidad, es importante entender la diferencia entre estas dos implementaciones de UPS tan distintas entre sí, y enfocarse en el costo total de propiedad durante más de 20 o 25 años, en lugar de comparar la inversión de capital de distintos conceptos.
A continuación, presentamos una lista de algunas de las diferencias fundamentales:
- Apariencia física – A menudo los sistemas de UPS industriales están equipados con instrumentos analógicos, y por lo tanto la instrumentación y la interface luce diferente a la de una UPS convencional; debido a su robusta estructura, a la filtración y a otros factores, la UPS industrial también tiende a ser más grande que una UPS comercial con rangos de potencia similares.
- Diseño – Una UPS estándar está diseñada con una variedad de opciones. Estas opciones son suficientes para suplir las necesidades del usuario en un entorno altamente controlado (como un centro de datos, en aplicaciones para la industria ligera) o en un cuarto eléctrico dentro de un edificio. La UPS industrial se puede personalizar y diseñar de acuerdo con la especificación del usuario, y la mayoría de veces viene con un conjunto completo de documentación de diseño detallada que también se construye con base en los requisitos del cliente. Los clientes pueden requerir una lista de materiales detallada para las UPS personalizadas, y en algunas industrias, como la de energía nuclear, por lo general cada componente principal requiere de su propia documentación de calidad.
- Nivel de resistencia ante las condiciones hostiles del entorno – En el caso de una UPS estándar, la temperatura del entorno circundante no debe exceder los 40° Celsius (104° F). El rango de temperatura de una UPS industrial es más amplio, desde -10 hasta 55° C (14 – 131° F). Una UPS industrial debe poder resistir y funcionar en condiciones hostiles de altas temperaturas, de humedad o lluvia; resistir la suciedad o las salpicaduras de agua en lugares como fábricas o minas; y estar certificada para su uso en zonas de mayor actividad sísmica. La UPS industrial también debe estar diseñada para resistir altos niveles de vibración (piense en las operaciones mineras bajo tierra en donde se usa a menudo la dinamita).
- Duración de las UPS – generalmente, una UPS industrial experimenta una vida más larga (20-30 años). Los componentes electrónicos están específicamente diseñados para una vida útil larga, y los proveedores de sistemas de UPS industriales, garantizan la disponibilidad de piezas de repuesto durante ese período prolongado. Una renovación del sistema puede resultar en 20 años adicionales de operación en algunos casos.
- Tiempos de entrega – Los tiempos de entrega de una UPS estándar son relativamente cortos (unas cuantas semanas). En el caso de una UPS industrial, los plazos están sujetos a un cronograma que se ajusta al plan de desarrollo de proyecto de un cliente. Ya que el cliente proporciona especificaciones únicas, cada orden es una UPS nueva y única. Por lo general, éstas tienen ciclos de entrega que son mayores a las de una UPS estándar.
- Contratos de soporte y de servicios – A menudo una UPS industrial se compra con un programa de servicios integral que da soporte a las necesidades de mantenimiento del equipo durante todo su ciclo de vida. Si se modifica una parte no estándar en la UPS y se pone bajo mantenimiento, dicha parte se debe reproducir de forma personalizada. Un contrato de soporte y servicios de una UPS industrial generalmente cubre este tipo de contingencias. Una UPS estándar se actualiza con partes comunes que se encuentran en el inventario.
Tanto la UPS estándar como la UPS industrial, buscan suplir las necesidades de negocio de las industrias alrededor del mundo. Explore una gran variedad de soluciones para encontrar la que mejor se ajuste a la continuidad de su negocio.
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