La innovación en tecnología industrial, en forma de máquinas inteligentes, fábricas inteligentes, servicios en la nube y análisis avanzados de datos, ha empezado a transformar talleres y fábricas en todo el mundo. El beneficio a corto plazo de implementar sistemas de esta clase se ha materializado, principalmente, en forma de mejora de la eficiencia.
Sin embargo, un aumento de la eficiencia no tiene porque comportar una ventaja competitiva. Si la visión del beneficio potencial que se adopta es unidimensional, las posibilidades de diferenciarse estratégicamente a largo plazo son relativamente pequeñas. Al fin y al cabo, que una empresa determinada mejore su eficiencia desplegando un par de soluciones digitales no significa que los competidores no puedan hacer lo mismo, llegando al cabo de un tiempo a igualar sus condiciones.
Si se busca la ventaja competitiva real, tanto OEMs como usuarios finales industriales deberán maximizar el impacto de los avances digitales, combinándolos en una estrategia única de transformación digital. Un factor de éxito crítico para aprovechar oportunidades digitales es la combinación de distintas tecnologías de forma tal que se generen nuevos modelos de negocio.
El enfoque clásico de la automatización de máquinas se basa en datos generados localmente. En cambio, los nuevos entornos de máquinas inteligentes permiten aprovechar todos los datos históricos, contextuales, operativos, de proceso, de entorno y de diagnóstico disponibles. Una vez recogidos y con las herramientas correctas, los expertos pueden interpretar su información y utilizar la información de valor para monetizar procesos. Esto se consigue al cruzar información de procesos con datos de valor sobre la eficiencia, la fiabilidad de las máquinas y la interconexión. Este cruce de conocimiento permite innovar y desarrollar nuevos productos y servicios.
El valor real de la digitalización
La mayoría de stakeholders no dudan del valor que encierran los datos, normalmente entendidos como fuente de eficiencia y de mejoras en productividad. Cuando hablamos de digitalización, sin embargo, la definición de valor se extiende y abarca, tanto a corto como a largo plazo. Utilizando la adquisición avanzada de datos, por ejemplo, el fabricante de maquinaria puede alcanzar una mejor comprensión del uso que dan sus clientes a sus máquinas. Con esta información se puede establecer mayor intimidad con el usuario final, lo que se traduce en un mayor negocio a largo plazo…
Siguiendo con el ejemplo de los fabricantes de máquinas OEM, un nuevo modelo de negocio podría consistir en centrarse en facturar a través de servicios recurrentes, en lugar de vender las propias máquinas. En los años 60, Xerox dio el ejemplo perfecto al revolucionar el negocio de las fotocopiadoras. En 1959, la tecnología de la xerografía era novedosa y, por tanto, muy cara. Las “copias Xerox” transformaron el trabajo de oficina al hacer posible crear copias en papel sin entrar en contacto con sustancias químicas. En lugar de vender la fotocopiadora, Xerox decidió alquilarla a un coste bajo y cobrar un extra por copia si se excedían las 2000 al día. La empresa proporcionaba los suministros, el servicio y el soporte técnico, permitiendo al cliente cancelar el alquiler con hasta 15 días de antelación. Al principio, las empresas no producían más de 20 copias al día de media. Pero en breve se disparó la demanda de este tipo de copias, y todo negocio pasó a necesitar una de sus máquinas. El modelo de negocio que habían inventado les salió muy rentable. Durante los siguientes 20 años, Xerox creció a ritmos de más del 40% anual.
En el actual mundo digitalizado, en el que casi todo puede ofrecerse como un servicio, los nuevos modelos de negocio se preparan para transformar la industria. Descubre más sobre cómo la digitalización puede impulsar el rendimiento de tu negocio descargándote el libro blanco “Business Models for Smart Machines”.
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