Cada vez más, existe una creciente demanda de confort, tanto en los hogares como en cualquier tipo de edificio, lo que también se aplica en el ámbito de la climatización. Los usuarios finales, tanto residenciales como empresariales, demandan más facilidad de uso, tecnologías intuitivas, y por supuesto la máxima seguridad y eficiencia.
Siguiendo esta tendencia, contar con edificios más inteligentes se ha convertido en una de las claves para la diferenciación de la oferta entre promotores y constructores. Tendencia que se complementa con las certificaciones en sostenibilidad como BREEAM, LEED o VERDE por su contribución al medio ambiente.
Cómo las nuevas tecnologías permiten mejorar la eficiencia energética de los edificios
En este contexto, aquella tecnología que sea abierta y flexible, es decir, compatible con múltiples proveedores, y escalable, capaz de adaptarse ante cualquier eventualidad y a medida que crece el tamaño del proyecto, será la única capaz de dar una solución a las actuales exigencias. Más concretamente, son los dispositivos del Internet de las Cosas (IoT) los que mejor encajan en esta propuesta de valor, aportando elementos de innovación tecnológica orientados a automatizar la iluminación, la climatización, la seguridad o la eficiencia energética.
En todo ello, destacan soluciones como el Sistema de Gestión de Edificios (BMS) EcoStruxure Building de Schneider Electric, capaz de gestionar un edificio de forma integral desde una única plataforma. Esto permite controlar la distribución eléctrica, los sistemas anti-incendios o la energía del edificio -o de más de un edificio, como puede aplicarse en las cadenas hoteleras, por ejemplo-, desde cualquier dispositivo, desde cualquier lugar y en tiempo real. Además, proporciona información de valor y analíticas claras que facilitan la toma de decisiones a partir de los datos obtenidos sobre la actividad real del edificio, lo que permite optimizar el uso de su energía y obtener ahorros significativos.
Los dispositivos IoT reducen hasta un 44% el uso de energía en las habitaciones de hoteles
Centrándonos en el ejemplo del sector hotelero, el gasto energético puede llegar a suponer el 30% de los gastos operacionales de cualquier instalación, por lo que un correcto aislamiento o la promoción del uso responsable por parte de los huéspedes son elementos que pueden contribuir a su reducción. Pero, sin duda alguna, el elemento clave a la hora de mejorar la eficiencia energética son actualmente las nuevas tendencias en conectividad, digitalización e IoT. Es decir, aquellas soluciones capaces de controlar y automatizar la climatización, tanto en las habitaciones como en las zonas comunes de los edificios.
La implementación de este tipo de sistemas requiere, a menudo, embarcarse en grandes proyectos. Para ello pueden realizarse “pruebas de concepto” o simulaciones a pequeña escala de tales soluciones tecnológicas, que permiten analizar los resultados y asumir el cambio de forma segura, cómoda y fiable para los propietarios y los huéspedes.
Los hoteles tienen ciertas particularidades, pues usan un 50% más de energía que un edificio residencial del mismo tamaño y hasta 2,5 veces más energía que un edificio de oficinas. Sin un programa de monitorización y mantenimiento, pueden llegar a tener pérdidas de hasta un 8% al año y hasta del 12% si no cuentan con sistemas de control. De ello se deduce que, como edificios, son los candidatos perfectos para beneficiarse de las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías.
El sector hotelero se beneficia de las ventajas de las tecnologías predictivas para controlar el gasto energético
La monitorización en tiempo real, el sistema de alarmas o el análisis de la energía evitan condiciones que conducen a fallos y paradas de los equipos, permitiendo supervisar el consumo y los costes de electricidad, gas y otros recursos, asignando un gasto por edificio, departamento o proceso.
Además, el software ayuda a descubrir pérdidas de energía y capacidades del sistema desaprovechadas, mostrando nuevas posibilidades de aumentar el rendimiento y la vida útil de los equipos.
En este sentido, Schneider Electric propone soluciones con las que poder aprovechar el potencial de los últimos avances en tecnologías del IoT y a productos inteligentes conectados, como sensores o actuadores, que ofrecen datos a las plataformas de software para su control y supervisión y, al mismo tiempo, los analizan para poder realizar un mantenimiento predictivo de las instalaciones, permitiendo adelantarse a los hechos.
Puesto que tales plataformas están ligadas al sistema de distribución eléctrica, el dato inicial acaba por convertirse en una oportunidad potencial de ahorro y de negocio, por ejemplo, reduciendo entre un 25% y un 44% el uso de energía en las habitaciones.
De este modo, el ejemplo del sector hotelero se constata como un gran beneficiario de las ventajas que las nuevas tecnologías ofrecen a la hora de controlar el gasto energético de los sistemas de climatización, al mismo tiempo que mejoran el confort y la experiencia de los huéspedes.
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