El sector energético está innovando para dar respuesta a los diferentes desafíos presentados por el momento de transición que está viviendo. En estas circunstancias, vienen a nuestra mente los sucesos que se han suscitado a principios de este mes y como la microgrid ha sido una respuesta útil y eficaz.
La microgrid es un sistema de suministro de energía local e independiente que, habitualmente, se basa en múltiples fuentes de energía. Esta isla energética puede ayudar considerablemente a la optimización de la distribución de energía dentro del sistema eléctrico actual.
Problemática actual
A principios de octubre, el cierre proactivo de la red dejó a millones sin electricidad en el área de la Bahía de San Francisco. Y hace solo un par de días, un «ciclón bomba» se encargó de acabar con toda la energía del área.
En EUA, la combinación de factores como condiciones climáticas extremas, más una infraestructura que adolece por los años que pasan y sumando que la creciente demanda de energía se ha convertido en una complicación dada a la red inestable. En instalaciones con necesidades críticas, es momento preciso de actuar.
Es por eso por lo que, la microgrid, es una solución práctica y probada para las interrupciones de la red. Y es aquí donde surge la pregunta: ¿Por qué no se instalaron previamente? Tenemos dos mitos que tenemos que clarificar que han evitado el uso de microgrid en instalaciones:
Mitos alrededor de una microgrid.
- Costo muy elevado.
Es una realidad que el tema de costo fue una complicación en tiempos pasados, debido a que se tenían precios muy altos y estaban lejos del alcance del mercado. Estos costos provocaron que las microgrids tuvieran precios elevados y fueran muy difíciles de conseguir. Para la fortuna de todos, esto ha cambiado recientemente. El costo de instalación ha bajado aproximadamente un 70% durante esta década. Esto ha facilitado en ofrecer soluciones de microgrid de manera sencilla y que, además, son mucho más costeables de instalar y aportar.
- ¿Realmente es necesario un microgrid?
Por supuesto que es necesario. El funcionamiento se mejora y entre sus beneficios está el reducir pérdidas y liberar la red principal. Con esta solución, los gestores protegen operaciones y se introduce un sistema que facilita el cambio entre la conexión a la red y la desconexión, optimizando y asegurando una potencia fiable para cargas críticas. También notemos que, la resistencia se incrementa mediante la habilidad de la microgrid para aislarse de la red principal y ser autosuficiente.
En términos generales, la microgrid puede contribuir a la transición energética respondiendo de manera práctica y accesible a la mejora de la resistencia, la fiabilidad, la accesibilidad, la independencia, la sostenibilidad, la seguridad, la rentabilidad, así como en la búsqueda del equilibrio entre respuesta y demanda o en programas de balanceo de red.
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