El post anterior se centró en los desafíos que afrontan los equipos de mantenimiento para conseguir que sus instalaciones sean seguras, eficientes y fiables y cumplan la regulación vigente. Vimos, además, los numerosos riesgos ocultos que hacen que estos desafíos sean mayores. Concluimos que los sistemas de distribución eléctrica inteligentes te permiten una visión más amplia y profunda de las instalaciones.
En este post, veremos las tecnologías digitales específicas que te ayudan a conseguir los objetivos de continuidad de servicio y eficiencia más rápidamente, a la vez que hacen que tu trabajo sea más fácil.
La digitalización nos envuelve
Casi todos los aspectos de nuestra vida se han digitalizado. Por ejemplo, tu coche. Si tienes un modelo bastante reciente, cada uno de sus movimientos y operaciones se monitoriza, se muestra en una pantalla y, en algunos casos, se controla automáticamente. Estos avances han provocado que la conducción sea más segura, más fiable, más eficiente y esté de acuerdo con la legislación vigente. Además, ha hecho que la conducción sea más fácil y agradable.
La complejidad con la que trabajan estos vehículos es casi impensable sin la digitalización. Imagina solucionar un problema sin contar con un escáner diagnóstico de los dispositivos que lo componen. Eso mismo ocurre con los sistemas de distribución eléctrica, los cuales son cada vez más complejos. Algunos de los motivos del incremento de su complejidad son:
- Mayor número de cargas conectadas a la infraestructura eléctrica de las instalaciones. Cargas cada vez más sensibles.
- Mayor número de cargas inductoras de posibles problemas de calidad de energía.
- Generación y almacenamiento energético local que requieren supervisión para asegurar la máxima continuidad del servicio.
La complejidad anteriormente descrita junto con la sofisticación de la infraestructura eléctrica hace que sea imprescindible dotarla de la sensórica digital adecuada, de sistemas de control avanzados y de capacitación analítica, para detectar, diagnosticar y corregir incidencias, antes que puedan causar fallos críticos en el sistema.
Conectividad
A diferencia de los coches actuales, los sistemas de distribución eléctrica no vienen de digitalizados de fábrica. La buena noticia es que los equipos de protección, control y supervisión eléctrica ya han iniciado el camino de transformación.
Por ejemplo, los cuadros eléctricos, tando los de nueva fabricación como los existentes, ya pueden equiparse con dispositivos y sensores conectados. Estas conversiones de cuadros estándares a cuadros comunicantes e inteligentes son bastante asequibles, teniendo en cuenta los amplios beneficios y el ROI de la digitalización.
La tendencia global en relación a la Internet of Things es permitir más conectividad e inteligencia en mayor tipología de dispositivos: desde interruptores automáticos o centrales de medida, hasta analizadores de calidad de energía o sensores de temperatura en barras.
Se puede elegir entre una numerosa variedad de estándares de comunicación, desde la accesibilidad inalámbrica hasta el rendimiento de alta velocidad de Ethernet. Los protocolos de comunicación abiertos y no propietarios hacen que sea más fácil que nunca conseguir que todos estos dispositivos hablen y compartan información.
Las mentes tras todo esto
Los dispositivos inteligentes incorporados a los sitemas de distribución eléctrica realizarán numerosas mediciones, registros y análisis que se almacenarán en la nube y se compartirán con diferentes aplicaciones accesibles vía dispositivos móviles, gracias a tecnología IoT.
De esta forma, el personal de operaciones y mantenimiento podrá acceder fácil y rápidamente a información importante como los datos y alarmas más relevantes de su instalación.
Por encima de todo esto, está el potente software que agrega y analiza los datos de una o más instalaciones. Estas aplicaciones , que pueden residir en la propia instalación o en la nube, concentran todo el potencial de la digitalización: lo que te permite ver cada rincón de tus sistemas eléctricos, supervisar cada proceso, obtener alertas de riesgo y aprovechar cada oportunidad para mejorar la eficiencia energética, así como el rendimiento de los equipos.
Un sistema de distribución eléctrica completamente digitalizado te ayudará a optimizar la seguridad, tanto para el personal como para los equipos, a la vez que mejoras la fiabilidad y aseguras la continuidad de servicio. Conseguirás así las herramientas para maximizar la energía y la eficiencia del ciclo de vida, mientras se habilita el mantenimiento preventivo.
Esto simplifica el registro y seguimiento de energía y emisiones. Y para instalaciones con recursos limitados, una plataforma basada en la nube puede actuar como puerta de entrada al soporte de 24 horas de servicios expertos.
Para saber más sobre la digitalización de la distribución eléctrica, descargarte el whitepaper ‘Bringing critical power distribution out of the dark and into a safer, more reliable, and efficient future’.
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