Los Certificados de Ahorro Energético (CAE) se han consolidado como un mecanismo eficaz para impulsar la eficiencia energética en España. Este sistema permite a los usuarios finales transformar los ahorros energéticos obtenidos a través de medidas de mejora en un valor económico tangible. En el ámbito de la automatización y el control de edificios, los sistemas BACS (Building Automation and Control Systems) representan una de las vías más relevantes para generar y certificar estos ahorros.

¿Qué es un Certificado de Ahorro Energético (CAE)?
Un Certificado de Ahorro Energético es un documento electrónico que acredita la consecución de un ahorro energético final equivalente a 1 kWh tras la aplicación de una medida de eficiencia energética. Estos certificados permiten a los usuarios finales monetizar su ahorro energético, recuperando parte del coste de las inversiones realizadas.
El sistema de Certificados de Ahorro Energético se articula en torno a un proceso estructurado en cuatro fases principales. En primer lugar, se lleva a cabo la implementación de medidas de eficiencia energética, que consisten en la ejecución de proyectos capaces de generar un ahorro de energía medible. Estas acciones pueden incluir la mejora de sistemas de iluminación, el refuerzo del aislamiento térmico o la sustitución de equipos por otros más eficientes. Posteriormente, se genera el CAE: cada kilovatio hora (kWh) ahorrado se convierte en un certificado electrónico que acredita oficialmente ese ahorro. En una tercera fase, los CAE pueden ser certificados y vendidos en el mercado a los denominados sujetos obligados o delegados, quienes los emplean para cumplir con sus compromisos legales de ahorro. Finalmente, las empresas energéticas pueden cumplir sus obligaciones anuales mediante la adquisición de estos certificados o a través de aportaciones directas al Fondo Nacional de Eficiencia Energética.
El funcionamiento del sistema CAE depende de la interacción de tres figuras principales. Los sujetos obligados son las empresas energéticas responsables de alcanzar los objetivos de ahorro energético que marca la normativa. Los sujetos delegados son entidades que colaboran con las anteriores para facilitar la obtención de los certificados. Por último, los propietarios de ahorro son las personas o entidades que ejecutan inversiones en eficiencia energética y generan los ahorros que pueden transformarse en CAE, generalmente usuarios finales o propietarios de instalaciones.
CAE aplicados a sistemas BACS
En el ámbito de la automatización de edificios, los sistemas BACS pueden acogerse al sistema de Certificados de Ahorro Energético a través de dos modalidades. La primera se basa en medidas estandarizadas recogidas en la ficha TER050 del catálogo nacional. Esta opción contempla la instalación o mejora funcional de un sistema BACS en edificios terciarios y requiere cumplir varios criterios técnicos: una evaluación funcional conforme a la norma UNE-EN ISO 52120-1, la obtención de al menos una clase funcional B y la justificación del ahorro mediante valores predefinidos expresados en AETotal kWh/año.
Para su tramitación, es necesario presentar la ficha TER050 firmada por el representante legal, una declaración responsable del propietario, facturas detalladas de la inversión, un informe fotográfico del antes y el después de la actuación, un certificado de eficiencia energética posterior a la intervención y una declaración responsable de clase BAC emitida por la empresa instaladora.
La segunda modalidad corresponde a los proyectos singulares de ahorro energético, regulados por el Real Decreto 36/2023. Esta vía se aplica cuando la actuación no encaja en una medida estandarizada y permite integrar el sistema BACS dentro de un proyecto global de mejora energética que puede incluir climatización, fachada o autoconsumo. En este caso, se exige un expediente técnico completo que describa las medidas implementadas, el cálculo del ahorro basado en una línea base con verificación posterior por ejemplo, siguiendo el protocolo IPMVP, y una verificación independiente del ahorro con una mayor carga documental.
La aplicación de los Certificados de Ahorro Energético a sistemas BACS ofrece una serie de beneficios concretos. Estos certificados contribuyen a mejorar la eficiencia energética de los edificios, a reducir su huella de carbono y a acortar los tiempos de retorno de la inversión. Además, permiten definir de forma precisa las medidas que deben aplicarse en cada caso, facilitando una planificación más eficiente y un seguimiento documentado del ahorro conseguido.
Los Certificados de Ahorro Energético constituyen una herramienta clave para impulsar la eficiencia y la digitalización en el sector terciario. En este contexto, los sistemas BACS se consolidan como una solución esencial gracias a su capacidad para monitorizar, controlar y optimizar el consumo energético en los edificios. Su correcta integración permite no solo certificar ahorros reales, sino también contribuir al cumplimiento de los objetivos nacionales de eficiencia y a una gestión energética más inteligente y sostenible.

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