En esta serie de blogs, abordaremos el cómo preparar edificios comerciales para el regreso al lugar de trabajo, y la forma en la que la tecnología de edificios inteligentes contribuye a una operación más eficiente y efectiva en la nueva normalidad. También profundizaremos en los pasos a realizar para garantizar el bienestar de los ocupantes.
Con los eventos recientes, ahora más que nunca es necesario propiciar un entorno interior saludable para empleados, clientes y ocupantes. Durante la pandemia y después de ella, los sistemas de gestión de edificios (BMS) desempeñarán un papel clave para proporcionar aire limpio y saludable, así como comodidad térmica. Un BMS que no funcione correctamente tendrá un efecto negativo en la calidad del aire dentro del edificio.
El personal encargado de las instalaciones deberá seguir un conjunto formal y estructurado de buenas prácticas para asegurarse de que el BMS funcione correctamente. Esto garantizará que la calidad del aire interior (IAQ) y la comodidad térmica estén optimizadas. Una combinación de las nuevas tecnologías y servicios puede ayudar a los equipos de las instalaciones a simplificar estos requisitos y a asegurarse de que se tomen las decisiones correctas para tener un edificio saludable y con eficiencia energética para los inquilinos que regresan.
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Auditoría y Evaluación
El primer paso es que el sitio sea auditado y evaluado cuidadosamente. La auditoría creará un «mapa» para definir las capacidades actuales, identificar brechas y enumerar las acciones específicas a realizar por el propietario del edificio, el gerente y cualquier servicio contratado.
Es durante esta auditoría que deben analizarse las capacidades de los sistemas de ventilación. Así se determinará si es posible adaptarlos para cumplir con las recomendaciones más recientes de organizaciones como ASHRAE, incluyendo:
- Promover el aumento de aire fresco
- Limitar los sistemas de recirculación y recuperación de calor
- Introducir filtros de grado superior, por ejemplo MERV-13 (EN-F7) y MERV-14 (EN-F8)
- Monitorear más de cerca la humedad (entre 40% y 60% rH)
Todas estas recomendaciones deben ser consideradas y estudiadas. Es durante esta etapa que la colaboración con otros expertos y proveedores de controles es esencial. Esto asegura que la estrategia de control y las metas deseadas sean alcanzables.
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Actualizar secuencias y confirmar
Una vez que se haya realizado la auditoría y se haya acordado la estrategia, será necesario modificar la lógica de control. Se proporcionarán nuevos puntos de ajuste del control para el flujo de aire, después de que se haya balanceado el sistema. Serán necesarios cambios en la apertura de las compuertas de retorno y aire nuevo, junto con nuevos umbrales de alarma, etc.
Se recomienda proporcionar una función global como parte de los cambios de secuencia de controles. Esto permitirá que los sistemas de ventilación funcionen con ‘nueva normalidad’, pero también volverán al modo ‘normal’ según sea necesario.
Este nuevo modo permitirá:
- Maximizar la cantidad de aire fresco que entra al sistema (ASHRAE recomienda dos cambios de aire por hora de aire exterior) y limitar el aire recirculado de los espacios ocupados.
- Quitar el control de la demanda, es decir, control de ocupación y control basado en CO2 para los sistemas de ventilación, ya que es más importante proporcionar el objetivo de cambios de aire por hora para beneficio de la salud pública. Es importante seguir monitoreando y registrando la ocupación y CO2 para poder recopilar más información y optimizar el sistema con el tiempo.
- Ajustar los requisitos de flujo de aire, por ejemplo, control mediante variadores de velocidad, para satisfacer las tasas de cambio de aire requeridas para el espacio y tener en cuenta el impacto que producen los filtros que se vuelven más sucios.
- Limitar la capacidad de los usuarios para cambiar o anular los comandos del BMS. Se recomienda tener controles restringidos respecto de quién tiene permiso para controlar los puntos de ajuste en el equipo de las instalaciones. Cualquier cambio debe coordinarse cuidadosamente con la administración del inmueble, considerando su impacto en el control de infecciones.
En esta etapa, la nueva puesta en marcha de los sistemas (con sus reajustes) aportará múltiples beneficios. Esto puede incluir ahorros por eficiencia energética. También asegurará el correcto funcionamiento de las señales de control y secuencias de control, y que las variables se registren y que entren en tendencia.
Vale la pena aprovechar esta oportunidad para conectar el BMS a analíticos basados en la nube. Esto proporcionará detección avanzada de fallas para garantizar que los sistemas sigan funcionando según su diseño.
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Monitoreo del bienestar de los ocupantes
Los empleados querrán asegurarse de que las instalaciones se mantienen al nivel óptimo de circulación de aire cuando eligen regresar al trabajo. Los avances en la tecnología de sensores ahora hacen posible llevar al primer plano una cómoda visión de 360 grados. Esto ayudará a los gerentes de los edificios a tomar decisiones y ser proactivos. También ayudará a ofrecer transparencia a los ocupantes y empleados, de manera que puedan ver como las instalaciones se han transformado en un lugar de trabajo seguro.
Algunas de las tecnologías que se pueden usar incluyen:
- Sensores del IoT fáciles de instalar y alimentados por baterías que miden parámetros clave de comodidad como: temperatura, RH, CO2, compuestos orgánicos volátiles (VoC), niveles de luz, etc. Estos sensores envían los datos a un agregador central con conectividad celular. Los datos se recopilan con el tiempo para ayudar a generar conocimientos profundos y un registro de IAQ en el edificio.
- Los gerentes de edificios pueden usar estos datos para revisar las condiciones de comodidad y seguridad. Por ejemplo, si la humedad en el edificio se mantiene entre 40% y 60%, puede reducir el riesgo de infecciones. El monitoreo también puede detectar si una limpieza excesiva está causando un aumento en los niveles de VoC o si la falta de circulación de aire en algunas áreas está causando la acumulación de CO2.
- Los servicios de asesoría remota pueden ayudar a clasificar cada espacio en los diversos factores de IAQ que afectan la comodidad. Esto puede ayudar al gerente de las instalaciones a simplificar la identificación de espacios o áreas que requieren atención. Los parámetros de IAQ se registrarán de modo que las condiciones cambiantes en un día típico puedan rastrearse y analizarse.
- Los datos de los sensores visualizados y analizados mediante servicios de asesoría se pueden enviar a una plataforma para los empleados. Con un kiosco o una aplicación móvil, los empleados pueden acceder a los puntajes de comodidad del edificio o piso, lo que les ayuda a garantizar las condiciones de bienestar en el lugar de trabajo.
Soluciones como éstas pueden ayudar a acelerar la transición de organizaciones que aspiran a cumplir estándares de edificios saludables, como las lideradas por Well, Fitwel y LEED. Estos estándares por lo general requieren un monitoreo activo continuo de IAQ y las condiciones de comodidad en un edificio.
En una próxima publicación, analizaremos cómo la medición continua de las condiciones y el ajuste de los controles de edificios pueden ayudar a mantener el bienestar de los ocupantes, mientras equilibran la salud del edificio con la eficiencia energética. Conoce más acerca de nuestras soluciones conectadas de EcoStruxure Building, incluido Workplace Advisor, diseñadas para ayudarle a administrar eficazmente la utilización del espacio, las comunicaciones y crear edificios saludables que operen con eficiencia durante el regreso al lugar de trabajo.
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