En un panorama en el que se puede optar por productos falsificados, comunmente conocidos como productos pirata, muchas veces como consumidores ignoramos o no pensamos si realmente nos afectan los “factores de mercado” que las empresas reclaman por pérdidas sobre sus ventas.
Esto puede pensarse por si se tiene un beneficio en el bolsillo, como consumidores, al ser productos que encontramos “más barato”. La realidad es que sí nos afecta y no sabemos cómo nos impacta.
¿Cuáles son estos “factores de mercado” a los que no damos importancia?
El primero, es la falsificación o mejor conocido como “la piratería”. De acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC), la piratería es la “reproducción no autorizada de materiales protegidos por derechos de propiedad intelectual (como derecho de autor, marcas de fábrica o de comercio, patentes, indicaciones geográficas, etc.) hecha con fines comerciales, y comercio no autorizado de los materiales reproducidos» 1. En otras palabras imitación o copia.
El segundo es la competencia desleal. El Código de Comercio en su articulo 6 bis menciona que “Los comerciantes deberán realizar su actividad de acuerdo a los usos honestos y se abstendrán de realizar actos de competencia desleal que creen confusión, o induzcan al público a error” 2.
¿Cómo afectan “la piratería” y la competencia desleal?
La piratería y competencia desleal nos afecta a todos por igual. A la autoridad recaudatoria le representa aproximadamente una pérdida del 60%3, a la industria eléctrica $30 mil millones de pesos4 y al consumidor un gran riesgo para su seguridad y salud5.
Cuando nos enfocamos en el consumidor observamos que, como principal actor de esta cadena, es quien se expone al peligro, ello porque solemos aminorar el factor económico vs calidad/beneficio y se prefiere realizar un ahorro por no ser considerado como algo esencial o prioritario en su gasto.
Sin embargo, cuando el consumidor toma la decisión de adquirir un producto “pirata” o involucrado en la competencia desleal, normalmente es por el desconocimiento de los problemas que le pueda ocasionar, desde lo más sencillo como es un gasto doble ya que el producto no tendrá el mismo rendimiento que un producto original, hasta la pérdida de la vida por ser un producto sin calidad.
¿Qué hacer?
Lo mejor es siempre realizar una compra informada, porque se refleja en productos originales y adquirido a través de canales autorizados y formales.
Por eso, la autoridad en conjunto con las empresas, proporciona herramientas que permiten a los consumidores conocer si los productos son originales o no, como la campaña que del Intituto Mexicano de la Propiedad Indutrial (IMPI) sobre #EligeElOriginal6 y los boletines de PROFECO que alertan sobre las faltas a las normas oficiales mexicanas (NOM).
En Schneider Electric trabajamos y nos aseguramos de cumplir con toda la normativa, lineamientos y legislación aplicable en cada uno de los productos, para que los consumidores tengan la certeza de que están adquiriendo, no solo una marca, sino seguridad y calidad en los productos.
Asimismo, colaboramos con la autoridad y la industria para crear mecanismos que permita a los consumidores identificar los productos originales.
Si deseas conocer más sobre el cumplimiento de las normas oficiales mexicanas en materia de seguridad eléctrica, te invito a consultar esta página.
About the author
Lucía Maribel Villafranca Zúñiga, Legal Counsel
Originaria de Reynosa, Tamapulipas, México, Lucía Villafranca es Licenciada en Derecho con LLM del ISDE en España. Actualmente es responsable del mercado gris y piratería para México y Centroamerica, así como Legal Counsel en Schneider Electric.
Es apasionada por la historia y novelas históricas, idealista, consciente del ambiente e incluyente.
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