Uno de los aspectos más importantes para hacer llegar la energía a cualquier instalación eléctrica es tener conexiones seguras. Eso implica un buen diseño, una buena instalación, pero también un mantenimiento constante.
Primero, una instalación adecuada
Los equipos eléctricos, como los interruptores automáticos, con frecuencia están diseñados con conexiones de tornillo para permitir una conexión bien apretada con los cables o barras. Estos equipos siempre incluyen especificaciones del fabricante para aplicar el par de apriete requerido y lograr conexiones sólidas. Los instaladores y cuadristas conocen estas especificaciones, pero a veces les resulta difícil llevarlas a cabo.
Tanto apretar demasiado como de forma insuficiente puede dañar la conexión de diferentes maneras. Sabiendo que la instalación adecuada representa un desafío continuo, Schneider Electric desarrolló una punta que se rompe para limitar el par de apriete, para su uso en algunas de sus líneas de productos.
Esta herramienta elimina la necesidad de una llave dinamométrica calibrada y al mismo tiempo garantiza un apriete adecuado de las conexiones del cable.
Pero el hecho es que apretar adecuadamente la conexión es solo el primer paso. Con el tiempo, los cables sufren el fenómeno de la fluencia: reconfiguran lentamente sus secciones transversales con el tiempo en reacción a la presión de conexión inicial.
Por lo general, esto produce una disminución de la presión en la conexión, lo que puede conducir a la oxidación, lo que a su vez aumenta la resistencia eléctrica de la conexión, por lo que empieza a calentarse más.
Los efectos térmicos de calentamiento y enfriamiento que ocurren cuando el flujo de corriente en el cable aumenta y disminuye respectivamente, aceleran aún más la fluencia y la conexión se afloja.
La conclusión es que el sobrecalentamiento en los puntos de conexión es indicativo de un mal funcionamiento. Una forma de evitar el aflojamiento que conduce al sobrecalentamiento es comprar solo productos de alta calidad ensamblados a partir de componentes de alta calidad, incluidos los terminales para cable.
La solución en un dispositivo
Para combatir este aflojamiento inevitable, Schneider Electric ha desarrollado una tecnología de compensación de fluencia llamada EverLink™, que se ha incorporado a varias de sus líneas de productos de interruptores automáticos y contactores.
EverLink introduce un elemento de resorte en la conexión que mantiene la presión de conexión adecuada durante años a pesar de la deformación en el cable y las tensiones térmicas normales creadas por el flujo de corriente.
En algunas aplicaciones, el elemento de resorte, como se muestra en la Figura 1, rodea el tornillo, y en otras el elemento de resorte es parte del borne de conexión. En ambas configuraciones, el resorte se carga a medida que se aprieta la conexión durante la instalación del cable.
Después de la instalación inicial, para la cual se ha confirmado el par adecuado utilizando una llave dinamométrica o bien la punta de ruptura, el elemento de resorte asegura que no se afloje la conexión con el tiempo.
Gracias a su capacidad de mantener la presión mediante un resorte, la tecnología EverLink de Schneider Electric garantiza que se mantenga el contacto total en las conexiones eléctricas incluso cuando se produce la fluencia del material.
Utilidad de las imágenes termográficas
El hecho de que las conexiones eléctricas debilitadas se calienten es malo para la seguridad y la eficiencia, pero permite localizar una conexión problemática desde una distancia segura sin hacer contacto, y generalmente mucho antes de que ocurra un fallo.
La tecnología de imagen termográfica ha recorrido un largo camino en los últimos años. Hoy en día, las pequeñas cámaras infrarrojas portátiles, como se muestra en la Imagen 1, permiten a los usuarios obtener rápidamente una lectura de temperatura precisa simplemente apuntando a un objeto.
El software generalmente proporciona una imagen mejorada y codificada por colores para que los usuarios puedan determinar muy fácilmente qué está caliente y qué no.
La termografía es solo una forma de identificar conexiones problemáticas, pero quizás sea una de las formas más fáciles y rápidas de hacerlo. Aquí hay algunas consideraciones a tener en cuenta:
- La captura de imágenes termográficas no requiere ningún contacto con el terminal, por lo que se puede hacer sin desconectar el cuadro o circuito revisados.
- Para obtener una imagen precisa de la integridad de la conexión, el circuito debería haberse energizado a plena intensidad durante algún tiempo antes de la prueba para que se haya estabilizado térmicamente.
- También deben observarse otros signos de aumento de temperatura. La decoloración del material (del aislamiento de los cables o del material del equipo, por ejemplo) o los olores pueden indicar un aumento anormal de la temperatura y la necesidad de volver a apretar.
- Las campañas de inspección con cámara termográfica son tan eficaces que pueden reemplazar de manera eficaz a las campañas periódicas de apriete tradicionalmente necesarias.
- Cuando se descubren conexiones aflojadas, deben volver a apretarse con el par de apriete especificado en la instalación original.
Vale la pena señalar nuevamente que para que una inspección de imagen termográfica sea eficaz, es necesario que la instalación se estabilice térmicamente y funcione a su máximo consumo eléctrico.
Esto requiere repetir sistemáticamente las inspecciones en diferentes momentos porque no todas las áreas de un edificio están en plena carga al mismo tiempo.
Además, si la inspección se realiza al comienzo del aflojamiento de un conector, la resistencia en esa conexión puede no degradarse lo suficiente como para generar un calentamiento significativo, y en este caso, la cámara termográfica no detectará el terminal aflojado.
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