Los dispositivos conectados, la industria 4.0, el valor de los datos…son tendencia hoy en el sector industrial y las empresas de su cadena de valor están trabajando a marchas forzadas para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado con el objetivo final de seguir ofreciendo valor a sus clientes y, por supuesto, mantener el crecimiento de su negocio.
En este contexto lleno de nuevos conceptos y estrategias, se encuentra un concepto que acompaña al sector industrial desde su origen: la eficiencia operativa. No hay duda de que las compañías han buscado siempre la eficiencia en sus procesos y en sus máquinas para poder optimizar sus inversiones, tanto en tiempo como en dinero, y mejorar sus beneficios. En este sentido, uno de los indicadores que se usa de manera generalizada cuando hablamos de máquinas o líneas de producción es el Overall Equipment Efficiency (OEE por sus siglas en inglés).
Para obtener el porcentaje que corresponde a este indicador se trabaja con tres factores diferentes directamente ligados con la máquina: la productividad, la disponibilidad y la calidad del producto obtenido. Gracias al OEE puede saberse cómo de eficiente es el uso que se le da a la máquina asegurando la calidad del producto final.
Debe tenerse en cuenta que cuando una empresa empieza a trabajar con este indicador, suele encontrar que sus máquinas tienen una eficiencia operativa alrededor del 40%, un porcentaje que puede llegar hasta el 85% con una buena estrategia de mejora sobre el equipo impactando, además, directamente en su ROI.
¿Cómo mejorar tu OEE en un 85%?
Para lograr alcanzar todo este margen de mejora es imprescindible combinar los tres factores – productividad, disponibilidad, calidad – con la información que proporciona la máquina por sí misma (por ejemplo, estado, errores o consumo total, entre otros). Este es el único modo de acotar la raíz del problema de la baja eficiencia de la máquina y solucionarlo.
Así, aunque visualizar el OEE ya aporta una información muy útil para conseguir optar a la optimización del uso del equipo, es imprescindible contar con dispositivos inteligentes y software que permitan a la empresa acceder a toda la información que la máquina puede proporcionar y escuchar atentamente, analizar los datos e implantar las mejoras necesarias para optimizar su uso consiguiendo lo que se ha venido a llamar “World Class Efficiency” y que podría traducirse como excelencia en la eficiencia.
Conseguir esta mejora en la eficiencia es sin duda importante para el crecimiento del usuario final industrial de todos los sectores, pero en el caso del fabricante de maquinaria empieza a dibujarse como requisito para mantener su cuota de mercado y ampliar su cartera de servicios. En definitiva, el OEM es quién puede sumar toda esa inteligencia y control a sus máquinas de manera que puede ofrecer la información necesaria al cliente final que le permita mejorar su eficiencia operativa, ya sea en la propia planta o como un servicio de consultoría externo.
Además, el fabricante de maquinaria puede aprovechar el conocimiento albergado en la máquina, así como su análisis para ofrecer servicios de alto valor añadido para sus clientes, como pueden ser la formación, asesorías para mejoras en la producción o incluso mantenimiento predictivo, entre otros. Servicios que suponen entre un 5 y un 20% del valor generado y de los cuales el fabricante puede capturar parte del valor para obtener un beneficio económico claro y directo.
De lo expuesto, puede concluirse que conseguir la excelencia en la eficiencia con un OEE alrededor del 85% es un objetivo perseguido tanto por fabricantes de maquinaria como usuarios finales industriales ya que su beneficio es indiscutible. Además, en el caso del OEM, supone un paso más en la mejora de sus servicios y una estrategia de crecimiento para explorar basada en unos conceptos seguros y compartidos. Y la única clave para conseguir todo esto es contar con máquinas inteligentes que ofrezcan datos seguros y fiables que permitan un análisis rápido y unas acciones posteriores fiables.
Con el objetivo de contar con los datos necesarios que para conseguir los objetivos expuestos en este post, la máquina ha de ser capaz de transmitir los datos de actividad de manera cibersegura, gracias a PLC con capacidad de cifrado de la información, como el Modicon M262. Por otra parte, la información emitida por las máquinas se ha de contener en una plataforma de servicios basada en cloud como EcoStruxure Machine Advisor. Gracias a este sistema podrás monitorizar los datos de rendimiento y analizar en detalle el comportamiento de tus máquinas en todo el mundo de forma remota y segura.
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