Tecnología y agricultura cruzaron su camino hace ya tiempo, con un siglo XX marcado por importantes avances tecnológicos en este campo. Sin embargo, todavía quedaba pendiente resolver uno de los mayores riesgos a los que tienen que hacer frente los agricultores: la meteorología. La creciente preocupación por la sostenibilidad futura del planeta no ha hecho más que añadir mayor volatilidad y riesgo a la ecuación.
Empecemos por el inicio: ¿cuál es la diferencia entre “el clima” y “el tiempo? La principal diferencia la encontramos en la línea temporal. El clima es bastante más estático y los cambios –suceden de manera gradual permitiendo una mejor adaptación. Cuando pensamos en “el tiempo”, sin embargo estamos hablando de qué estará pasando fuera ahora o mañana, basándonos en el conocimiento que tenemos del pasado. Se podría resumir en una frase: “El clima es lo que esperas, el tiempo es lo que realmente tienes”. Y, como nos vienen alertando desde hace tiempo los mejores meteorólogos de Schneider Electric, los últimos cambios en el clima han contribuido a aumentar notablemente la volatilidad de “el tiempo”.
El reto tecnológico ahora para la agricultura es ser capaz de prever mejor la meteorología y que gracias al potencial que nos brindan las tecnologías conectadas poder actuar en tiempo real sobre nuestros cultivos y ganar visibilidad sobre lo que ocurrirá a corto plazo. No hay tecnología que nos permita ajustar las condiciones meteorológicas a nuestras necesidades, pero sí que la tecnología nos permite ya acceder a información y pronósticos muy precisos que nos ayudan a tomar mejores decisiones. Y mejores decisiones, a la práctica, es menor gasto de agua, mayor seguridad y mucha más eficiencia y productividad de nuestros cultivos.
La información es poder, y, en el caso de la agricultura además es eficiencia y sostenibilidad, que es al fin y al cabo lo que buscamos. A principios de diciembre conectamos más de 4000 estaciones meteorológicas dispersas en distintas áreas rurales de los Estados Unidos para conseguir una visión holística de sus patrones meteorológicos. Gracias a la plataforma WeatherSentry somos capaces de procesar los millones de datos que proporcionan segundo a segundo estas estaciones y ofrecer información entre un 40% y un 63% más precisa que cualquier otra fuente de información meteorológica disponible.
El IoT va a revolucionar también la producción sostenible de alimentos y nos va a dar la oportunidad de acercarnos un poquito más a la respuesta a uno de los mayores retos a los que tiene que hacer frente el planeta.
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