Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el blog global de Schneider Electric.
La crisis actual es un momento decisivo para la sociedad moderna. Es un claro recordatorio de nuestra vulnerabilidad e interdependencia frente a las amenazas globales. Considerémoslo un punto de inflexión para construir un futuro más resistente y sostenible.
Un claro recordatorio de nuestras vulnerabilidades
La crisis ha expuesto la vulnerabilidad de los humanos
En cuestión de semanas, hemos vivido una crisis de salud sin precedentes. Su velocidad y escala de infección ha sorprendido a todos. Pero a través de los tremendos esfuerzos mundiales del sector salud que han salvando vidas en la línea del frente y aquellos que mantienen una infraestructura crítica de tiempo de actividad para que podamos mantenerse conectados, finalmente estamos comenzando a ver nuevos casos de infecciones que se aplanan en partes del mundo. Mientras nos preparamos para el futuro, las mejoras en la infraestructura serán cruciales para superar las crisis futuras.
La crisis ha expuesto la fragilidad de nuestras economías
Esta crisis ha obligado a nuestra sociedad a tomar medidas drásticas. Estas medidas desencadenaron una crisis económica mundial sin precedentes, hundiendo a la economía mundial en una recesión con profundas consecuencias. Las solicitudes de desempleo llegaron a 22 millones en los Estados Unidos en cuatro semanas. Y las proyecciones del Fondo Monetario Internacional indican que la economía puede contraerse a una escala que no hemos visto desde la Gran Depresión. A medida que planificamos una recuperación, planeamos nuestro futuro posterior a la crisis podría ser un momento decisivo.
Un punto de inflexión para construir un futuro más resistente y sostenible
El mundo que surgirá de esta crisis se verá diferente. Todo lo que hagamos después de la crisis debe centrarse en construir un futuro más resistente y sostenible.
La crisis ha puesto de manifiesto que la salud es primordial
- La crisis ha expuesto serias brechas en nuestro sistema de salud, tanto en países desarrollados como emergentes. Incluso los países con una infraestructura sanitaria líder y el mayor número de camas por cada 1.000 personas enfrentan desafíos debido a la crisis de salud. También se ha demostrado que una cadena de suministro demasiado extendida para medicamentos, materiales de salud, sin mencionar el equipo de protección personal, podría amenazar los mejores planes de mitigación de pandemias debido a la escasez de suministros.
- Para prepararse para el próximo desastre de salud, las inversiones masivas deben ir hacia los sistemas de salud. Esto significa priorizar las inversiones en infraestructura de salud pública, como hospitales, agua potable y sanitización. Y a medida que se espera que el envejecimiento de la población (mayores de 60 años) crezca de 962 millones en 2017 a 2,1 mil millones en 2050, la infraestructura de salud actual necesita escalar rápidamente.
La crisis ha acelerado dramáticamente la transformación digital de nuestras sociedades
- Durante la crisis, hemos experimentado un avance rápido en digitalización. Las videoconferencias nos ha mantenido conectados a pesar del bloqueo. La continuación de las clases fue posible con plataformas en línea como Google Classroom (que vio un increíble crecimiento de usuarios de 50 millones a 100 millones de marzo a abril). La mayoría de las empresas han adoptado algún tipo de teletrabajo. Del mismo modo, los propietarios y operadores de edificios están aprovechando las herramientas digitales que permiten el monitoreo fuera del sitio para priorizar las operaciones de mantenimiento remoto cuando el acceso a sus instalaciones está severamente restringido.
- Post crisis permite aprovechar este impulso para una mayor resistencia y sostenibilidad. Las emisiones de transporte, que actualmente representan el 23% de las emisiones globales de carbono, pueden reducirse aprovechando las herramientas digitales. Y una mayor digitalización puede ayudar a las empresas a prepararse para futuras interrupciones. Esta nueva vida digital requerirá inversiones en nuevas infraestructuras digitales y una revolución en el backbone eléctrico que lo respalda para la resistencia.
La crisis nos ha enseñado una valiosa lección sobre la noción de «aplanar la curva»
- “Aplanar la curva”: es un mensaje simple y claro. Actuar ahora o enfrentar consecuencias complicadas. A medida que avanzamos hacia la «nueva normalidad», este es el momento decisivo en el que podemos aplicar este principio a nuestra lucha contra el cambio climático. Los próximos diez años son críticos para determinar si nuestra batalla se ganará o se perderá. Las soluciones están disponibles ahora, necesitamos urgentemente acelerarlas y ampliarlas.
- A medida que los gobiernos buscan formas de reconstruir la economía y trabajar hacia un futuro resistente y sostenible, ahora es el momento de comprometernos con una transición a energía limpia. Esto significa una transición totalmente eléctrica a las energías renovables y un enfoque totalmente digital para construir escala y lograr eficiencias.
- La crisis de salud nos ha enseñado que la cooperación global es necesaria para enfrentar los desafíos globales. La batalla climática no se puede ganar sola. Necesitamos trabajar juntos para «aplanar la curva» para el cambio climático.
La atención médica, la digitalización y el cambio climático deben ser nuestras prioridades
La crisis actual está obligando a nuestra sociedad a tomar una pausa dura. Por un lado, este episodio ha expuesto nuestras vulnerabilidades ante las amenazas globales. Por otro lado, nos ha ofrecido a muchos de nosotros una oportunidad única de reducir la velocidad y pensar en cómo podríamos evitar catástrofes similares. A medida que planificamos un futuro resistente y sostenible, debemos centrar nuestros esfuerzos en mejorar nuestros sistemas de atención médica, acelerar la digitalización y continuar nuestra lucha contra el cambio climático. ¡Aprendamos de la crisis actual y hagamos de esto una oportunidad para un futuro mejor!
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