¿Por qué hablar de sostenibilidad en la era de la nueva normalidad?

nueva normalidad

Es tiempo de evaluar los diferentes avances que como sociedad y organizaciones hemos logrado en materia de sostenibilidad y, a la vez, fortalecer nuestros esfuerzos hacia la reducción del CO2, el impulso de la economía circular y la protección de la biodiversidad.

No podemos desconocer los grandes avances que el mundo ha tenido en los últimos diez años. Ha sido un tiempo en el que organizaciones, naciones y empresarios hemos comprendido la importancia de establecer protocolos y medidas para fomentar la implementación de modelos de gestión amigables con nuestro entorno.

Hoy, temas como el cambio climático y la reducción de los gases de efecto invernadero tienen una relevancia cada vez más importante en la agenda de las principales cumbres y reuniones de líderes de todo el mundo; todo esto como respuesta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que se han fundamentado en la necesidad de garantizar la calidad de vida de los habitantes del planeta.

Es claro que la situación ambiental en nuestra región sigue siendo crítica y es mucho lo que se debe hacer para garantizar su equilibrio en el futuro: entre el año 2018 y 2019, la deforestación en el Amazonas llegó a los 9.762 km², mientras que la polución en ciudades como Bogotá y Medellín alcanzó cifras nunca antes vistas. En dichas metrópolis se ha declarado la alerta roja ambiental en varias oportunidades en aras de mitigar los efectos de la contaminación y garantizar la calidad del aire.

¿Qué podemos hacer desde la industria para ofrecer soluciones en el mediano y corto plazo?

Según la ONU, las emisiones de carbono deberán tener una reducción del 45% en 2030 con el fin de alcanzar la meta de cero emisiones netas en 2050. Además, de acuerdo con la misma entidad, entre los años 1998 y 2017, las catástrofes asociadas con los efectos del cambio climático cobraron la vida de 1,3 millones de personas y generaron pérdidas económicas estimadas en 3 billones de dólares.

Hoy el mundo nos plantea una gran oportunidad, en cuanto la sociedad y la industria se están transformando; una era de grandes cambios en la que se fijan los protocolos con los que las personas y las organizaciones desarrollarán sus actividades en esta «nueva normalidad», un término que toma cada vez más relevancia y que incluye las medidas sanitarias, económicas y sociales que adoptaremos de cara a los tiempos de resiliencia.

¿Qué elementos se deben tener en cuenta para que la industria pueda superar los desafíos que plantea la nueva normalidad en términos de sostenibilidad?

Hasta ahora, se ha hablado sobre la forma en que los colaboradores podrán ejercer de forma remota; sin embargo, es poco lo que se ha dicho sobre el impacto que estas medidas tienen en la sostenibilidad, un factor muy importante, cuando la historia ha ratificado que todas las situaciones que afectan al entorno, como el cambio climático, tienen una incidencia directa con el patrimonio de las naciones y la sociedad.
  • Flexibilidad: las organizaciones en capacidad de anticipar y asumir la transformación cuentan con un diferencial, al poder responder a la nueva dinámica de negocios. Como referencia, podemos tomar el sector de la salud donde se están implementando nuevas tecnologías para la atención remota, y se han incluido procesos de transformación en infraestructura e instalaciones de los hospitales con el fin de brindar un servicio más efectivo y especializado a los casos prioritarios.
  • Innovación: una situación que invita a la industria a replantear sus procesos, su acercamiento a la sostenibilidad y la forma en la que hace uso de la energía. Una gran ejemplo son las edificaciones, pues en el 2019 cerca de 220 proyectos habían completado su certificación LEED o EDGE, que los acredita como iniciativas sostenibles. A pesar de esto, la mayoría de edificios no cuentan con tecnologías que garanticen mitigar el impacto ambiental y soluciones para reducir hasta en un 50% el consumo energético. En este sentido, las organizaciones deberán contemplar fuentes de energía basadas en la electricidad, pues ofrecen una alternativa más limpia frente a otros modelos como el carbón o los combustibles.
  • Trabajar en un futuro sostenible: un trabajo coordinado entre gobiernos e industria nos llevará a sentar los cimientos de modelos de negocio digitales, eficientes, productivos y sostenibles.
  • La transición hacia un modelo sosteniblepropiciar modelos de generación renovables como parques eólicos y sistemas fotovoltaicos, que garantizan la prestación del servicio de energía, reducen gastos y optimizan los recursos operativos.
  • Acelerar inversiones en tecnologías digitales: innovar hacia modelos digitales para alcanzar niveles de eficiencia energética óptimos y ecosistemas más conectados.
  • Amplificar la estrategia de teletrabajo en la organización: configurar sistemas y plataformas tecnológicas que le permitan a los colaboradores desarrollar sus tareas con mayor facilidad.

En ese sentido, la estrategia de sostenibilidad de las empresas debe focalizarse en buscar la digitalización y en implementar medidas necesarias para mitigar los efectos del cambio climático en el mundo.

Hoy nos enfrentamos a dos grandes transformaciones tecnológicas que hacen posible una mayor aceleración: la transición energética y digital, que nos permiten repensar y ser mucho más eficientes de lo que solíamos ser.

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