¿Por qué el precio de la tonelada de CO2 forma parte de la cuenta de pérdidas y ganancias?

Recuerdo que una de las primeras lecciones que aprendí en la Facultad es que las empresas tienden a maximizar su beneficio económico. Sin embargo, la estructura de una cuenta de pérdidas y ganancias que entonces se estudiaba sólo aludía a las típicas partidas de gasto: materias primas, salarios, proveedores, seguros, impuestos, etc.

No estaba en boga por aquel entonces que el riesgo de las emisiones de CO2 pudiera llegar a monetizarse y formar una parte, nada desdeñable, a tener en cuenta en los resultados de la empresa.

Permítanme hacer un poco de historia de lo que ha sucedido en estas últimas dos décadas para llegar a la situación actual y entender el porqué de la importancia que han cobrado las emisiones de CO2 en la gestión empresarial del siglo XXI.

La importancia del Protocolo de Kyoto

En 1997 el Protocolo de Kyoto dio el pistoletazo de salida al promulgar una reducción del 5% de las emisiones para el horizonte de 2008-2012 tomando como base las emisiones de 1990.

A éste se adhirieron 187 Estados, si bien China se mantuvo al margen, la otra gran potencia mundial, EEUU sí lo ratificó bajo la gestión de Clinton y como principal impulsor de la iniciativa Al Gore.

El Vicepresidente defendió a ultranza que el cambio climático no sólo supondría una subida de la temperatura del planeta, sino que iba a conllevar situaciones críticas de pobreza e inestabilidad social derivadas de los cambios en los ecosistemas, así como posibles enfermedades y pandemias.

Si bien este discurso le valió como estandarte para ser galardonado con el Premio Nobel de la Paz, no le propició el rédito político esperado.

El brazo ejecutor del Protocolo de Kyoto en Europa fue el Mercado de Derechos de Emisiones, conocido como EU ETS. Sin entrar en detalles técnicos, la UE ha ido definiendo progresivamente objetivos de reducción de emisiones para distintos horizontes temporales: 15% de reducción en 2012; 20% en 2020 e inicialmente 40% de reducción en 2030.

En una primera fase, a este mercado debían acudir empresas de producción eléctrica y electro intensivas para las cuales se habían establecido unos derechos máximos para emitir, con lo que bien debían aplicar importantes medidas de eficiencia energética, o bien adquirían el precio de los derechos en dicho mercado, con lo que se convertía en una interesante partida de gasto a integrar en sus cuentas.

Progresivamente y a lo largo de las distintas fases, han sido más los sectores a los que la UE ha instado a pagar por dichos derechos (cementeras, químicas, cartón y papel, vidrieras, etc) y con un número de derechos asignados gratuitos cada vez más reducido.

El EU ETS es un mercado con cotizaciones diarias que en los últimos 5 años su valor se ha multiplicado por 10, en 2016 la tonelada de CO2 cotizaba a 5€, mientras que en 2021 ya ha roto la barrera psicológica de los 50€ y las previsiones son que alcance los 100€ en un futuro cercano.  Huelga decir que toda variación en este mercado afecta de manera directa al precio de generación de electricidad de los mercados europeos.

SchneiderElectric_NeutralidadCarbono
Caminamos hacia un nuevo modelo económico basado en la neutralidad del carbono.

¿Cuáles han sido las palancas que han desencadenado esta escalada de precios en este mercado de EU ETS?

  1. El Acuerdo de París en 2016

Se puso manifiesto que era necesario limitar el calentamiento global del planeta a 1.5ºC para el año 2050, con el fin de evitar catástrofes naturales que pudieran desencadenar importantes crisis alimentarias, sanitarias, sociales y económicas.

Dicho Acuerdo ha contado con un respaldo importante desde distintos ámbitos del sector privado. Por un lado, han surgido iniciativas como Science Based targets mediante la cual las grandes Corporaciones asumen compromisos públicos y cuantitativos de reducción de sus emisiones en cada uno de sus alcances: tipo uno- emisiones directas, tipo dos-emisiones del consumo de electricidad  y tipo tres- emisiones derivadas de la cadena de aprovisionamiento.

Por otro lado, estas empresas con compromisos públicos están interesadas a su vez en ser objeto de deseo de fondos de inversión que buscan integrar en sus carteras participaciones de empresas que cumplan con el compromiso de neutralidad en carbono, los famosos ESG funds.

La muestra de que la gestión de riesgos ESG funciona es ya una realidad, la prueba está en que este tipo de fondos han sido los más rentables y más estables en plena época de la crisis de la Covid 19.

  1. Entrada de Hedge funds al mercado

Otro de los impulsores del precio en el EU ETS ha sido la entrada de hedge funds en este mercado. No existe una limitación que regule la entrada de participantes en este mercado, y los hedge funds han visto muy suculenta la rentabilidad que ofrece este mercado frente a otros mercados financieros tradicionales.

  1. Camino hacia la fase IV

Este mercado va a ir cambiando a lo largo de sus diferentes fases, en la próxima fase IV que está a punto de lanzarse en junio de 2021 se va a ampliar el número de sectores y, por lo tanto, de empresas sujetas a pagar por dichos derechos de emisión. Luego cuando se amplía la demanda en un mercado, todos sabemos que eso repercute en una subida automática de los precios.

  1. Participación en proyectos de compensación

Para muchas corporaciones que han asumido una serie de compromisos públicos de reducción, especialmente para las emisiones de tipo 1 o tipo 3, es muy difícil llegar en el corto/medio plazo a cumplir dichos objetivos si no es mediante la participación en proyectos de compensación de emisiones de CO2 (offsets), es decir, proyectos de reforestación, de energías renovables, etc, que puedan compensar cada una de las toneladas de más emitidas a la atmósfera.

Entre 2018 y 2020 el precio unitario del CO2 en los proyectos de offsets se ha duplicado directamente, por todas las razones anteriormente mencionadas, ya que se trata de un mercado en expansión con un interés creciente por parte las corporaciones en llegar a la Neutralidad en carbono. Nuevamente, un factor de peso a considerar en la cuenta de pérdidas y ganancias.

  1. Objetivos más ambiciosos de la Comisión Europea para 2030

Y por último y no menos importante, en diciembre de 2019 Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció la necesidad de ser más ambiciosos en el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones para 2030 y pasó del 40% de reducción al 55%, recuerden, 10 veces el objetivo que se marcó el Protocolo de Kyoto hace 20 años.

Sus palabras fueron: Europa debe ser el primer continente en ser Neutro en Carbono, la carrera ha comenzado y no podemos parar. El camino para llegar a estos objetivos ya ha sido trazado en Europa: el Green Deal y su transposición a las políticas nacionales, ejemplo de ello lo tenemos en España con los Planes Moves dotados con millones de euros para incentivar la electrificación del transporte.

La crisis del Covid-19 aceleró la carrera hacia el Net Cero

Pero si duda, la gran palanca y el detonante del comienzo de este sprint hacia la neutralidad en Carbono lo ha marcado la crisis de la Covid 19. Con ésta todos hemos tomado conciencia de la vulnerabilidad del ser humano ante catástrofes y crisis globales, y el cambio climático podrá conllevar episodios más graves a los vividos en 2020.

Tal es así que incluso China, uno de los principales focos de emisiones a nivel mundial, liderada por Xi Jinping se ha comprometido a ser Net Cero en 2060. Y en la otra parte del planeta, EEUU, marcó sus políticas futuras cuando Biden aprobó como primera medida en su gestión la ratificación del Acuerdo de Paris.

Estamos ante uno de los retos más importantes de la humanidad, un cambio en los paradigmas sociales, empresariales y económicos a una velocidad de vértigo para poder garantizar un legado con futuro.

En esta línea Europa ha aprobado los planes de Recuperación, transformación y resiliencia, nada menos que una dotación de 750 mil millones de euros, que se distribuirán de acuerdo a pilares fundamentales como la Digitalización y la Sostenibilidad.

Digitalización para innovar en los procesos, hacerlos más eficientes y digitalización de los datos, porque sólo con datos hay una toma de decisiones ágil y efectiva; Sostenibilidad, porque debemos encaminarnos hacia un modelo de social y empresarial libre de CO2.

Así que bueno, con todo ello, que duda cabe que este nuevo modelo económico basado en la neutralidad de carbono es ya uno de los ejes principales de estudio y práctica en universidades y facultades de gestión empresarial.

No es un camino fácil el que las grandes corporaciones puedan llegar a la neutralidad en carbono, pero sí es un reto motivador que de llegar a alcanzarlo podremos decir que ha merecido la pena.

En Schneider Electric hemos tomado un rol activo en cuanto a esta transformación y somos una de las empresas comprometidas a lograr la neutralidad en carbono para 2030. Camino hacia este compromiso, acompañamos a todo nuestro ecosistema de partners y clientes, ya que entendemos que todos hacemos y formamos parte de la misma meta.

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