El IoT está entrando en las fábricas y plantas de producción bajo un enfoque de “wrap&re-use”. La tecnología nos está permitiendo optimizar y mejorar los sistemas, permitiendo a las fábricas una evolución tranquila hacia la fábrica inteligente: más eficiente, segura y fiable.
¿Pero, cuáles son los campos en los que iniciar esta evolución no disruptiva?
Aunque es difícil de predecir el impacto a largo plazo del IIoT, acostumbro a hablar de tres espacios operacionales que a mi parecer definen la base sobre la que se está construyendo la fábrica inteligente: Smart Enterprise Control, Asset Performance Management y Augmented Operators.
- Smart Enterprise Control. Las tecnologías IIoT permiten la integración de forma definitiva entre máquinas inteligentes, activos industriales y la empresa en su sentido más amplio. Esta integración facilita una fábrica más flexible y eficiente y, por lo tanto, más rentable.
- Asset Performance Management. El desarrollo de la sensorica sin cables, la facilidad para conectarse vía nube (incluyendo WAN) y el análisis de datos permite que los datos sean recogidos fácilmente y convertidos en información procesable en tiempo real. La obtención de datos de esta manera y la rápida y flexible conectividad mejora las decisiones empresariales en tiempo real así como las decisiones tomadas a largo plazo.
- Augmented Operators. Los trabajadores que se están incorporando a las fábricas usan dispositivos móviles, están acostumbrados a la realidad aumentada, al análisis de datos en tiempo real y a la conectividad transparente. Todo esto incrementa la productividad y la evolución de las plantas para estar más centradas en el usuario y menos en la máquina.
Voy a continuar abordando el tema en las próximas semanas. Si queréis profundizar en el tema os invito a consultar el whitepaper
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