Nos encontramos en una de las etapas mas decisivas de los últimos tiempos. Por un lado la transformación digital en las empresas llegó para quedarse y nos obliga a ser más flexibles que nunca. Y por la otra, el planeta nos pide que cambiemos y nos volvamos más sostenibles ¡El punto de equilibrio está claro! ¿vamos a dar el siguiente paso?
Veinte mil millones de cosas conectadas a Internet. Estas «cosas» no son dispositivos de uso general, como teléfonos inteligentes o ordenadores, sino objetos de función especializada, como máquinas expendedoras, motores a reacción, automóviles conectados y un sinfín de otros ejemplos. Esta era la proyección de Gartner hasta 2020.
Lo que nadie imaginaba es que, en ese mismo año, todos tendríamos que dejar oficinas y aulas para estar aún más conectados, llevando este número a un nivel completamente nuevo. El hecho es que la conexión a Internet se dispara justo cuando el planeta lucha por contener los efectos de un problema importante: el cambio climático.
Según la última edición del informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), es necesario reducir en un 7,6% anual la emisión de gases de efecto invernadero entre 2020 y 2030. Sólo así será posible limitar el aumento del calentamiento global a 1,5°C (objetivo del Acuerdo de París, basado en datos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático), y así evitar una catástrofe.
Hacer más con menos
¿Qué tiene que ver todo esto con los negocios? Bueno, con el apoyo de la tecnología y la innovación, esa realidad se puede cambiar. Ésta no es sólo responsabilidad del gobierno.
Empresas de todos los sectores pueden adherirse al modelo de más con menos. Eficiencia en el core business y sostenibilidad como medio de existencia. Sí, porque no hay negocio sin sostenibilidad, así de simple. Los dos van de la mano, y si quiere seguir en el mercado, necesitará estructurar y seguir una agenda sostenible: IoT es la respuesta.
Se teme que invertir en Internet of things (IoT) sea caro, pero, lo digo de antemano, será mucho más caro darle la espalda. Ésta es la única forma de ser eficiente y sostenible. Sin estas características, no hay futuro en el mundo empresarial.
Como recordatorio de lo que estamos hablando, el volumen de reducción de emisiones de CO2 con IoT es enorme, ¡equivale a una crisis de Covid-19 cada año hasta 2030 y más allá! Y la buena noticia es que es posible expandirlo.
La transformación digital como medio
Existen plataformas de IoT que le permiten automatizar y conectar gradualmente infraestructuras completas. Este sistema permite optimizar el desempeño de la operación, aumenta la eficiencia, posibilita la gestión y medición de recursos, asiste en la toma de decisiones y hace realidad el concepto de «producir más con menos».
La solución para construir la prosperidad del planeta es la innovación, y lo digital es un facilitador esencial para esto. En este sentido, debo resaltar que lo digital es muy criticado por su supuesta intensidad energética, pero de hecho, genera más ahorro que demanda y, más aún, se puede descarbonizar (junto con la descarbonización de la electricidad).
Este proceso debe ser una prioridad para los gobiernos, pero también es una responsabilidad y una oportunidad para que las empresas sean más competitivas. La transición funcionará si las empresas la incorporan. Si lo hacen, no sólo mantendrán su licencia para operar en un mundo post-Covid-19, donde la sostenibilidad es primordial, sino que también serán más competitivas.
Ya muchos están hablando de esto
Según el Informe Corporativo de Progreso Energético y Sostenibilidad 2020, de Schneider Electric, con tecnologías innovadoras, en un escenario adaptado a la sostenibilidad, una empresa consigue ser al menos un 25% más eficiente en el consumo energético.
En cuanto al CapEx (gastos de inversión), podemos optimizar los costos y tiempos de ingeniería en promedio un 35% y se puede llegar hasta el 80%. Los costos y el tiempo de puesta en servicio en cambio, mejoran en promedio casi un 30% y pueden llegar hasta un 60%.
En OpEx (gastos operativos), la productividad aumenta un 24% y llega hasta un 50%. En cuanto a la disponibilidad y vida útil de los equipos, la tasa es del 22% en promedio y llega hasta el 50%. Y los costos de mantenimiento disminuyen un 28% y pueden llegar hasta un 75%. Finalmente, las emisiones de carbono se pueden reducir a la mitad. Pero esto es algo que siempre debe medirse, gestionarse y optimizarse.
Se necesita comenzar la transición ahora
Para adherirse a un modelo de negocio sostenible, el primer paso es ser consciente del impacto que su producción tiene sobre el medio ambiente. Para hacer esto, necesita medir su huella de CO2. Si está en la industria, necesita saber cuánta energía se consume para fabricar su producto. en el caso que trabaje con TI, averigüe cuánto CO2 emite su centro de datos. y si está en un edificio, sepa cuánto influye su sistema de aire acondicionado en su factura de energía mensual.
Es necesario medir la demanda energética (incorporada u operativa) y la huella de CO2 de todo lo que tiene y hace para gestionar su negocio. Esto se puede hacer recopilando datos y cargándolos en una plataforma de gestión en la nube segura y completamente escalable.
Con software e inteligencia artificial, es posible obtener una fotografía del escenario actual y generar información relevante para la estrategia y el proceso de toma de decisiones en tiempo real. Con esta tecnología, obtiene visibilidad total de sus procesos y sistemas, identifica claramente los puntos de atención (incluyendo pérdidas y gastos), prioriza inversiones y optimiza al máximo el uso de energía, materiales y recursos naturales. Obtiene productividad y competitividad en una economía global. Esto no es ciencia ficción; ¡se puede hacer hoy!
Es una cuestión de urgencia
Cuanto más eficientes sean sus procesos, menos energía se gastará. Y si menos energía se gasta, menor será el impacto en el medio ambiente. Para que esto funcione, debe ser consciente de todo lo que puede aumentar o reducir las emisiones: equipos, combustible, cadena de suministro, y cultura empresarial.
Es extremadamente importante que cada vez más empresas comprendan la influencia del cambio climático en los negocios y la urgencia de desarrollar una economía baja en carbono. La adhesión a una agenda verde abre las puertas a innumerables oportunidades y minimiza el impacto negativo en el medio ambiente. La eficiencia combina la oportunidad de negocio y la sostenibilidad. De hecho, le ayuda a ser más competitivo.
La meta está definida, ahora sigue cimentar el camino
Para incentivar a las organizaciones a promover el desarrollo sostenible, existe una iniciativa liderada por el Pacto Mundial, con énfasis en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es una agenda global adoptada en 2015 durante la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, que consta de 17 objetivos y 169 metas a alcanzar para el 2030.
Además, está la iniciativa Business Ambition for 1,5°C, impulsada por la Campaña #AceitaEstaCaneta en Brasil, a través de la Red Brasil del Pacto Mundial. Cabe mencionar que todas las empresas pueden adherirse al Pacto Mundial, con diferentes niveles de participación y compromiso.
La sostenibilidad le da a su empresa la posibilidad de proyectar el futuro del negocio, satisfaciendo las necesidades de la sociedad y los consumidores, y protegiendo nuestro planeta. Por eso no es una opción; es una condición. Cuanto más rápido inicie la transición y se ocupe de lo que se está haciendo, mayor será la visibilidad de su empresa, productos y servicios.
Los efectos son extraordinarios: mayores ingresos, mayores ganancias, valor compartido con la sociedad y protección del planeta. Las iniciativas están sobre la mesa, el conocimiento y la tecnología están disponibles. ¡Colaboremos, luchemos y juntos, evolucionemos! La innovación está aquí, seamos positivos sobre el futuro, especialmente en estos tiempos difíciles de Covid-19.
Para conocer más sobre cómo mejorar su negocio a través de la sostenibilidad y la digitalización, lo invito a registrarse aquí en nuestro evento Innovation Summit South America.
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