¡Hola! Mi nombre es Steven Zamora Huertas. Tengo 27 años y soy Bachiller en Ingeniería Eléctrica, egresado de la Universidad de Costa Rica. Actualmente ocupo el cargo de Ingeniero Schneider, en el Departamento de Ventas a Canales para Costa Rica y Centroamérica. Desde 2018 tengo el honor de ser parte de la familia Schneider Electric. Miembro de la comunidad LGBT+, he sido siempre, aunque no de forma abierta hasta hace unos pocos años. A continuación te cuento mi historia.
Un camino inicialmente difícil
Desde pequeño noté que no me sentía como “se suponía que debía sentirme”. Sabía que no debía llamar la atención, manteniendo un perfil bajo ¿la razón? principalmente, por lo que escuchaba decir y lo que expresaban algunas personas adultas a mi alrededor.
Como la mayoría de los miembros de la comunidad LGBT+, vivía con mucho temor y angustia. No solo por el “¿qué dirán?” sino también el “¿qué me harán?”. A pesar de pertenecer y crecer rodeado de un una familia en donde predomina el amor, resultaba sumamente difícil superar esos miedos.
Fui criado por mi madre, una mujer pequeña en estatura, pero con una fuerza interna descomunal. Desde que tengo memoria lo ha dado todo por mí y por sacarme adelante. Por muchos años, en gran parte para evitar lastimarla a ella, decidí reprimir a mi auténtico yo, negando y negándome mi identidad y preferencia sexual.
Busqué ocultar ese lado de mi persona por gran parte de mi infancia y juventud. Lo oculté durante mis años de escuela, mis años de colegio y algunos años de la universidad. No fue hasta que, gracias al esfuerzo de mi madre y a la ayuda de muchas otras personas, pude llegar a la universidad y formarme profesionalmente, que aprendí el valor que tengo como persona, que no estoy solo, que no soy el único y que la gente que de verdad vale la pena estará conmigo sin importar mis preferencias.
El inicio de un cambio
La auto-aceptación
En la universidad hice un amigo, que pasados algunos meses fue significando algo más para mí. El darme cuenta que él se sentía de la misma forma fue el detonante para creer firmemente que me merezco todo lo mejor, tal como cualquier otra persona. Fue hasta este momento que pude comenzar a hacer las pases conmigo mismo y aceptarme tal cual soy. Esto marcó el inicio de un gran cambio en mi vida. Cada día iba tomando mas fuerza y cada vez más convencido de que lograría alcanzar y tener todo lo que siempre había anhelado: mi profesión, mi trabajo, mi compañero de vida, mi familia y mis amigos.
El momento de la verdad
Poco a poco me fui animando a decirle a mis familiares y amigos cercanos. Fue difícil en cada ocasión, pero me topé con la dicha de estar rodeado de gente espectacular. Incluso a quienes alguna vez escuché decir comentarios negativos, ahora se mostraban respetuosos, comprensivos y hasta apoyaban la causa. Después de todo sigo siendo el Steven que siempre han conocido.
El reto más grande fue contárselo a mi mamá. Su reacción en el momento no fue la más positiva y ha sido todo un proceso de aprendizaje para ella, pero no me cabe la menor duda de que el amor de una madre es capaz de trascender cualquier estigma y prejuicio. Con mi padre no fue difícil, pues él siempre había sido un hombre de mente abierta. A pesar de siempre estar muy ausente, al comunicarme con él me preguntaba cómo iba todo con mi actual pareja. Al menos así fue hasta nuestra última conversación, antes de que falleciera.
Yo soy yo aquí y en todo lugar, hoy y siempre
Con todo este apoyo de personas queridas y con todo el aprendizaje y crecimiento adquirido, me prometí a mí mismo que el día en que llegara a desempeñarme profesionalmente, seguiría mostrándome tal cual soy. Afortunadamente mi vida profesional coincidió con Schneider Electric, compañía con firmes valores de respeto e inclusión, en donde se abraza lo diferente y en donde me he sentido protegido y apoyado desde el momento en que ingresé a la compañía en el 2018, como practicante profesional.
Schneider Electric, diversa e inclusiva
Desde que comencé mi camino en Schneider Electric he tenido la dicha de toparme con jefes y jefas, con compañeros y compañeras que también son fieles seguidores de estos valores y aliados de la comunidad LGBT+. Colaboradores que antes y después de enterarse de mi orientación, siguen siendo excelentes personas, me siguen tratando igual y me incluyen de igual forma en diferentes actividades. Personas en las que puedo confiar y que sé que confían en mí, que me apoyan y me animan.
He podido hacer grandes amigos y amigas y estoy sumamente agradecido por ello. Aquí en Schneider Electric he crecido, he aprendido y he adquirido ese sentimiento de pertenencia ¡de corazón, muchas gracias!
La verdad, no me cambio por nadie. Soy ÚNICO, Soy YO, Soy Schneider Electric.
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