Seamos honestos. Todos, por más comprometidos que estemos con nuestro trabajo y por más motivados que nos encontremos hacia crecer en el ámbito profesional, tenemos una vida personal. Todos tenemos padres, hijos, hermanos o amigos que queremos frecuentar y cuya relación con ellos queremos construir. Tenemos hobbies, pasiones, metas personales y/o trabajo personal al que nos gusta dedicarle algo de tiempo en la semana. Y aunque el balance de vida laboral y personal es algo de lo que cada vez se habla más y se nos invita a adoptar, en algunas organizaciones sigue siendo un tema tabú. Puede hasta sentirse como un “No se habla de Bruno” entre colegas y aún más entre empleadores.
Lo que callamos los empleados y profesionistas
Por un buen tiempo vivimos pensando que para ser exitosos en nuestra vida laboral, debíamos pasar días de sol a sol frente a la computadora o el teléfono y que solo siendo un verdadero «workaholic» podríamos alcanzar nuestras más ambiciosas metas profesionales.
Muchas compañías comunican políticas de wellbeing y balance de vida, pero no propician un ambiente en el que los empleados puedan llevar este balance a la práctica. He conocido casos en los que la empresa ofrece meses adicionales por maternidad sin goce de sueldo, pero al volver se encuentran con escenarios adversos que finalmente las “invitan” a regresar a sus hogares o buscar otro empleo. Esto implica no solo una falta de congruencia referente al balance de vida, sino también relacionado con la equidad de género.
Al buscar trabajo, una de mis principales preocupaciones era el tener esta posibilidad de balance. En una de mis entrevistas para trabajar en Schneider Electric, una mamá que era miembro del equipo me contó su propia experiencia en relación al balance de vida laboral y personal. Al ser mamá, yo tenía claro que no estaría dispuesta a sacrificar el tiempo dedicado a mi familia por pasarlo en la oficina. En esa charla me di cuenta que en Schneider Electric era posible vivir un balance real, tangible y continuo. Si bien es cierto que esto puede variar dependiendo del área de trabajo, de tu rol o manager, existe un marco empresarial que lo impulsa.
La importancia de aprender a priorizar
Soy madre y profesionista. Actualmente debo ser capaz de balancear diversos aspectos de mi vida, todos con su respectivo nivel de responsabilidad. Pero sobre todo, dejando espacio para mi salud física y mental.
La pandemia nos enseñó que debemos tomar acción para mantenernos saludables en todos los sentidos. Si descuidamos alguna de nuestras esferas, ya sea la física, la emocional o la mental, es posible que nos cueste trabajo enfocarnos y dar nuestro 100% a lo largo del día.
Algunas acciones que me han ayudado a priorizar efectivamente son:
- Tener claras mis prioridades y saber qué es lo más importante para mi. Esto será clave para facilitarnos la tarea de priorizar y utilizar el tiempo inteligentemente.
- Mantener una rutina que abarque lo laboral, doméstico, físico (ejercicio) y esparcimiento (mental/emocional), al menos unos minutos al día.
- Determinar una lista de actividades con el tiempo requerido para completar las mismas me ayuda a tener claro por cual debo comenzar, cuál es más urgente o cuál me llevará más tiempo.
La búsqueda del balance no es exclusivo de los padres
Cualquier persona tiene el derecho e incluso la necesidad de buscar balancear su vida laboral y personal. Como lo mencioné al inicio, todos requerimos de hacer algo de ejercicio, estar con nuestros amigos y familia o simplemente descansar.
Algo que me han funcionado para mantener este balance es limitar el tiempo de trabajo. Por ejemplo, procuro no enviar o responder correos a altas horas de la noche o demasiado temprano por la mañana. Aunque habrá que hacer excepciones, como cuando tenemos reuniones a las 6 a.m. o si por la naturaleza de nuestro trabajo debemos atender en fines de semana, debemos buscar respetar los tiempos que asignamos para cada actividad como descrito en el punto anterior.
Una red de apoyo será la clave para lograr este balance
Especialmente cuando eres padre o madre de familia, algunas actividades laborales como viajar por trabajo, dejando de ver a la familia por días, no es fácil. Estoy segura que a ninguno de nosotros nos gusta decir «Me perdí el proyecto de mis hijos o una participación especial en el colegio por un viaje de trabajo».
Es en estas circunstancias que el contar con una red de apoyo, ya sea laboral o familiar, puede ayudarnos a lograr nuestras metas en todas las esferas y propiciar nuestra paz mental, en este caso sabiendo que nuestros pequeños están cuidados y protegidos.
Yo he ideado algunas formas de “llevarlos conmigo” en mis viajes de trabajo. Por ejemplo, grabando pequeños videos que puedo ver en el avión, antes de entrar a una sesión o al llegar al hotel. Gracias a la tecnología, mantenernos en contacto enviando un mensaje a la persona que cuida de los niños para que sientan y se enteren que piensas en ellos toma solo minutos y nos ayuda a mantenernos conectados.
Este mes, en conmemoración del Día de la Mujer, no puedo dejar de pensar y agradecer a las mujeres que se han abierto el camino rompiendo techos de cristal. Ellas son mi modelo a seguir. A ningún hombre se le impone tener que ir a recoger a los niños, o cuidarlos si tienen algún problema de salud. Como mujeres tampoco deberíamos tener que enfrentarnos a estos cuestionamientos. Debemos dejar de recargar la paternidad en la maternidad y como mujeres hemos ideado formas para ser madres y profesionistas exitosas a la vez.
Agradezco también el ambiente de respeto laboral que he experimentado. He tenido la fortuna de trabajar en un ambiente cordialidad y empatía hacia temas de género y paternidad.
Puedes conocer más sobre la vida laboral en Schneider Electric aquí.
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