En los dos primeros posts, hemos analizado como la gestión de las instalaciones críticas conlleva ciertos retos, pero esto ya no supone un trabajo a ciegas gracias a la digitalización de los sistemas de distribución eléctrica.
Los dispositivos inteligentes conectados, que comparten datos con los softwares residentes en la propia instalación o en la nube y también con las aplicaciones móviles, ayudan a identificar los riesgos y, al mismo tiempo, a revelar oportunidades para mejorar la seguridad, la fiabilidad, la eficiencia y el cumplimiento de los estándares y las normativas.
La digitalización ayuda a alcanzar todos estos beneficios y, además, ofrece un importante retorno con respecto a la inversión que supone actualizar una infraestructura.
Optimizar la seguridad
La seguridad de las personas, equipamientos y de las propias instalaciones es la prioridad diaria de los gestores, con independencia de su tipología o tamaño. Y, cuanto más crítico sea el proceso productivo que albergue, más foco hay que hacer, por lo que la información en tiempo real va a ser necesaria para su correcta gestión.
En instalaciones críticas es imprescindible maximizar la disponibilidad energética. Los datos en tiempo real que generan los sensores y dispositivos inteligentes aportan información vital para entender cómo está trabajando la instalación y para decidir la forma más segura de operarla.
Un sistema eléctrico digitalizado puede incluir sensores de temperatura inalámbricos en ubicaciones estratégicas que permiten detectar de forma continua aumentos anormales de temperatura y, en caso necesario, alertar al personal sobre cualquier problema antes que se produzca un incendio que lesione a las personas, destruya el equipo o dañe gravemente la instalación.
En caso de una interrupción del suministro eléctrico, los interruptores automáticos inteligentes proporcionan información fundamental a los dispositivos móviles, ayudando a restablecer la energía rápidamente e, incluso, a realizar un control remoto.
Y cuando los sistemas eléctricos son tan críticos que no pueden parar ni bajo la presencia de defectos eléctricos, los sensores conectados son capaces de detectar fallos para poder alertar a los técnicos y proporcionar asistencia inmediata. Este es el caso de los quirófanos, los cuales dependen de sistemas de alimentación aislados para evitar interrupciones que pongan en riesgo la vida de pacientes o personal médico.
La optimización de la seguridad no sólo se consigue tratando la información generada por los sensores y aplicando lógicas de control en tiempo real, sino que esta gestión debe ser complementada por análisis avanzados que ayuden en la detección y posterior resolución de problemas. Un ejemplo de esto es el sistema Disturbance Direction Detection de Schneider Electric, que ayuda a determinar rápidamente cómo se han propagado las perturbaciones a través del sistema eléctrico y si se originaron dentro o fuera de la instalación.
Mejorar la fiabilidad
La digitalización no sólo ayuda a mejorar la seguridad, sino que también juega un papel clave para incrementar la fiabilidad de las instalaciones críticas.
Los operarios pueden permanecer conectados en todo momento al sistema de distribución eléctrico y recibir alertas cuando algún parámetro crítico se desvíe de la normalidad, y así actuar antes que ocurra una interrupción. También pueden monitorizar constantemente las cargas eléctricas permitiendo una gestión activa de las mismas, previniendo sobrecargas e interrupciones y revelando la capacidad no utilizada.
Un software de gestión analiza continuamente la coordinación de los interruptores, generando alarmas si se detecta una desviación en la configuración que pudiera tener consecuencias no deseadas. Ello puede ayudar a maximizar el rendimiento y la fiabilidad del sistema eléctrico a largo plazo.
Por otro lado, los equipos sensibles deben protegerse de problemas como armónicos, caídas e incrementos de tensión, intermitencias, tensiones transitorias o breves interrupciones. Un sistema de distribución eléctrico completamente digitalizado ayuda a prevenir este tipo de incidencias al proporcionar una detección temprana del estado antes que los niveles lleguen a dañar los equipos.
Además, para evitar la obsolescencia prematura de las protecciones en entornos extremos o que estén situados en la intemperie, los sensores inalámbricos de la temperatura y la humedad monitorizan continuamente tales condiciones. Si superan los parámetros definidos, los equipos de mantenimiento pueden realizar las operaciones necesarias para evitar la corrosión, los defectos y su consiguiente inactividad.
Las plataformas analíticas basadas en la nube permiten monitorizar todas estas condiciones y analizarlas por personal propio o por empresas que proporcionen servicios de asesoría dotando de la información para la correcta toma de decisiones.
Aumentar la eficiencia
Ya hemos visto como el análisis adecuado de datos permite incrementar la seguridad y mejorar la eficiencia de las instalaciones críticas. Pero ¿todavía se les puede sacar más partido?
La medida y análisis de los consumos energéticos permite verificar que la factura eléctrica sea correcta, tanto desde la perspectiva de la medida como de su importe. Descubrir errores de facturación puede dar lugar a reembolsos significativos.
Además, los análisis de consumos contribuyen a asignar correctamente los costes entre los distintos departamentos o procesos, ayudando a fomentar un uso más eficiente, evaluando de forma comparativa el rendimiento energético en los edificios, descubriendo posibles ineficiencias o malbaratamientos. Análisis que se pueden mejorar teniendo en cuenta el clima exterior, el nivel de producción, etc…permitiendo obtener mejores comparaciones.
Un sistema energético digitalizado también permite aumentar el tiempo de actividad al mismo tiempo que ahorra costes, contribuyendo a la gestión de la generación y almacenamiento de la energía. Los análisis avanzados y los sistemas de control de microgrids pueden proporcionar una gestión predictiva de los activos, teniendo en cuenta el clima, los precios de la energía y otros factores, para optimizar el consumo y el almacenamiento o para vender energía a la red.
Además de mejorar la eficiencia energética, la digitalización incrementa la eficiencia operativa gracias a la supervisión constante de los equipos críticos, permitiendo un mantenimiento predictivo y basado en el estado real de los equipos. Esto permite ahorrar tiempo y costes, así como determinar riesgos que, de otra forma, podrían pasarse por alto. Un ejemplo es el análisis de la obsolescencia de los interruptores, integrando en los informes el estado del dispositivo inteligente y los datos ambientales de los sensores de temperatura, humedad y gases corrosivos, para proporcionar una imagen más precisa de las necesidades de los interruptores.
Para instalaciones con recursos limitados, la subcontratación de algunas tareas de gestión puede ser una estrategia inteligente y eficiente. La digitalización y el intercambio de datos pueden habilitarse a través de servicios analíticos y de asesores externos.
Simplificar el cumplimiento de los estándares
Por último, las plataformas de gestión permiten tratar y analizar los datos para verificar y certificar normativas y estándares.
Las plataformas de análisis energéticos simplifican los procesos de certificación de eficiencia energética y de elaboración de informes sobre la huella de carbono para demostrar el rendimiento energético a los stakeholders y a la sociedad en general. También es fundamental validar que la calidad de la energía cumple con los estándares de fiabilidad, y que el proveedor de energía asuma las obligaciones contractuales al respecto.
Las centrales de medida avanzadas permiten monitorizar el cumplimiento de la calidad de la energía, mientras que el software analítico proporciona datos sobre el cumplimiento de toda la instalación. De este modo, los equipos son capaces de identificar tendencias y fuentes de potenciales riesgos, dentro o fuera de las instalaciones.
Y en instalaciones como los hospitales, que requieren una comprobación regular de los sistemas de backup, las plataformas analíticas generan informes automatizados sobre el cumplimiento de los estándares y de las necesidades de mantenimiento, con el objetivo de ahorrar tiempo y evitar errores humanos.
Teniendo en cuenta toda esta conectividad, los sistemas de distribución eléctrica digitalizados también se vuelven más vulnerables a los ciberataques. Por esta razón, muchos proveedores adoptan las mejores y más estrictas prácticas en el ámbito de la ciberseguridad de la red energética. Esto debe ser un requisito prioritario a la hora de elegir una solución.
En resumen, los beneficios de la digitalización de las infraestructuras de distribución eléctrica en edificios e instalaciones críticas son casi ilimitados. Tanto es así, que se suele prever un retorno de la inversión menor a dos años.
Para más información, puede descargar el documento “Bringing critical power distribution out of the dark and into a safer, more reliable, and efficient future” o visitar la página web de EcoStruxure™ Power.
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